A pesar de la caída de su producto estrella, otras fuentes de ingresos como los servicios de iCloud y streaming, le permitieron a la compañía mantener un beneficio neto estable de casi US$20.000 millones.
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Apple confirmó esta semana el resultado de su gestión de negocios a finales del 2018 logrando magros resultados para el periodo. Resultados que principalmente tuvieron su causa a raíz de las decepcionantes ventas de su iPhone y sus menores ganancias en el mercado chino.
Pese a lo anterior, la firma de la manzana mostró los números conseguidos por sus otros productos, en los que destacan las tabletas iPad, los ordenadores y computadores portátiles y el área de servicios (streaming, almacenamiento en la nube y pagos digitales). De esta forma Apple pudo mantener un beneficio neto de casi US$20.000 millones.
"Aunque sea decepcionante no haber alcanzado nuestro objetivo [inicial] en términos de volumen de negocios, gestionamos Apple a largo plazo, y los resultados de ese trimestre muestran que nuestra fuerza subyacente es profunda y amplia", comentó el director ejecutivo, Tim Cook.
El volumen de negocios de los tres últimos meses de 2018, el primer trimestre de su ejercicio contable, cayó un 5% hasta los 84.300 millones de dólares.
Esa reducción fue fruto de la caída del 15% de los ingresos conseguidos con el iPhone (US$52.000 millones), que la empresa explica a raíz del estancamiento de la economía en China. En ese enorme mercado, el grupo ganó US$13.160 millones, un 27% menos.
Sin embargo, los ingresos generados por los servicios aumentaron en un 19% hasta los US$10.900 millones, levemente por encima de las previsiones de los analistas. Y, salvo el iPhone, todos los dispositivos incrementaron sus ventas.
Para el analista Neil Saunders, de Global Data, "esa caída inusual del volumen de negocios es el símbolo de una empresa que empieza a quedarse sin aliento".
A principios de año, la compañía estadounidense ya sorprendía al mundo al anunciar que sus ingresos y las ventas del iPhone habían sido peores de lo previsto en los tres últimos meses de 2018.
Según la empresa, las decepcionantes ventas de su teléfono se deben al estancamiento de la economía china y de otros países emergentes, así como la guerra comercial emprendida contra China por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Esta publicación de sus resultados financieros tiene lugar sólo días después del hallazgo de un problema o bug de seguridad en su aplicación de videollamadas FaceTime.
Dependencia del iPhone
Apple debía convencer a los stakeholders de que tenía una estrategia para reducir su dependencia del iPhone, cuyas ventas han sufrido a la baja, en parte explicada por la saturación del mercado mundial de los teléfonos inteligentes.
Hasta el momento, el grupo estadounidense ha logrado compensar la reducción de las ventas lanzando celulares cada vez más caros, con precios que superan los US$1.000 para algunos modelos.
La compañía afronta además la dura competencia de otros fabricantes que ofrecen productos similares pero más baratos. Además del líder mundial del sector, el surcoreano Samsung, Apple se enfrenta a la ambiciosa empresa china Huawei, que está quitándole cuotas de mercado mundial.
Ante esa nueva situación, Apple presentó en septiembre el iPhone Xr, más barato que el Xs y el Xs Max. Y según la empresa de análisis de mercado CIRP, el Xr se vendió mejor que los dos otros modelos en Estados Unidos.
Y como siempre ocurre con Apple, hay numerosas especulaciones sobre sus proyectos. Muchos analistas creen, por ejemplo, que el grupo podría decidir luchar directamente contra los servicios de videos de Netflix y Amazon, invirtiendo mucho dinero en producir contenidos originales.
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