Desde la concepción de una idea, hasta el crecimiento y expansión, el viaje de un startup está lleno de desafíos. Pero también múltiples personas e instituciones acompañan y alientan hacia el éxito. Conoce quiénes son y cómo participan en cada hito del recorrido.
La inversión en capital de riesgo en América Latina dobló cada año desde 2016 a 2019, según Lavca, y, solo durante el año pasado, se alcanzó el récord de inversión de más de US$ 4,6 mil millones en emprendimientos de la región. Con el crecimiento de este mercado, también aumentaron las noticias de startups, sus distintas rondas de inversión y captación de fondos y salidas al mercado, todas acompañadas con un idioma y jerga propia de la industria.
En este escenario, ya no hay excusa para postergar la familiarización con el vocabulario. No solo por la trascendencia de la industria en la economía de América Latina, sino también por su impacto en el desarrollo de la innovación y agregación de valor.
En AETecno publicamos un glosario básico para entender el mundo del emprendimiento. Ya, en este artículo, explicaremos cómo crecen los startups, quiénes son los jugadores que participan en el mercado y los hitos que definen el camino hacia el éxito. Pero ojo, no todos los startups pasan por el mismo recorrido y cumplir con todos los pasos no implica éxito para la compañía.
1. PRE-SEED FUNDING O BOOTSTRAPPING
Esta etapa se refiere a la primera inversión de un emprendimiento para levantar su negocio. Ya que el startup está en una fase conceptual, el monto necesario no es tan alto, por lo que la inversión proviene normalmente de amigos y familiares (friends and family) o del propio emprendedor.
También hay instituciones que se dedican a invertir en esta etapa, tales como las incubadoras. Como subgrupo de Venture Capitals, son organizaciones que apoyan el desarrollo de los proyectos de los emprendedores en sus etapas iniciales hasta que se formalicen como empresa. Entregan mentorías, asesorías personalizadas y redes de contactos con inversionistas potenciales, como también espacios físicos y orientación legal. Ciertas incubadoras cuentan con programas más avanzados en el que aportan dinero a los emprendimientos seleccionados, también llamado como capital semilla.
2. CAPITAL SEMILLA
Si la tierra ya está preparada, ahora hay que plantar la semilla. En esta etapa, un emprendimiento que ya cuenta con actividad empresarial busca levantar finalmente su primera ronda de financiamiento.
Esta inversión permite a los startups costearse el lanzamiento de un producto o avanzar en su estrategia de marketing, realizar las primeras contrataciones, cubrir las expensas de operación y aumentar la investigación de mercado para mejorar su producto o servicio.
Crunchbase considera capital semilla a aquellas inversiones de US$ 3 millones o menos, pero el monto puede exceder. Por ejemplo, el startup mexicano de delivery, Jüsto, levantó US$ 10 millones como capital semilla en 2019.
Es muy arriesgado invertir en compañías que están en esta etapa, ya que en muchos casos todavía no tienen clientes o ventas, como tampoco garantizan éxito. Pero es una gran oportunidad encontrar y apostar en emprendimientos innovadores y tener una participación accionaria en una compañía que puede ser la próxima disrupción en la industria. Por esta razón, las inversiones realizadas desde este momento son conocidas como capital venturing (inversión de riesgo).
Según LAVCA, las compañías de VC más activas en etapa de capital semilla durante 2019 fueron: Canary, Y Combinator, Bossa Nova Investimentos, 500 Startups, MAYA Capital, Monashees y Global Founders Capital.
Además de los Venture Capitals, los individuos también son actores prominentes en esta etapa de desarrollo de un startup. Son conocidos como inversionistas ángeles y, a diferencia de los VC, no son instituciones, sino sino particulares de alto patrimonio que proveen respaldo financiero a los emprendimientos. En América Latina, este tipo de inversión suele estar en el orden de US$ 30 mil a US$ 250 mil, y el promedio en 2019 fue US$ 119.000, según Xcala. Ya en Estados Unidos, el promedio fue US$ 580.000, según Pitchbook.
3. ETAPA DE ACELERACIÓN
A diferencia de los emprendimientos comunes, los startups se caracterizan por preferir crecer rápidamente que llegar al punto de equilibrio. Por esta razón, necesitan más capital para invertir en talento humano, oficinas alrededor del mundo, nuevos productos y servicios, marketing, etc. Por lo mismo, existen distintos estadios en el que los startups levantan capital, divididas en series:
Series A y B: Son los estadios tempranos de levantamiento de capital. En América Latina, el promedio de inversión en serie A es de aproximadamente US$ 5 millones, según escribió en Techcrunch Nathan Lustig, socio director de Magma Partner, mientras en Estados Unidos el promedio de una ronda serie A en 2018 fue US$ 11,29 millones.
Estadios posteriores: Desde el tercer levantamiento de capital (serie C) hacia adelante. La mayoría de los startups que llegan a la serie C pasan a la próxima etapa o comienzan sus estrategias de cierre, pero hay casos de empresas que llegan a levantar hasta series F y G. Por ejemplo, el fintech Robinhood levantó su serie G de US$ 200 millones en agosto de este año, tres meses después de su ronda Serie F de US$ 280 millones.
Ya que el capital que necesitan este tipo de startups es muy alto, los fundadores acuden a instituciones que crean fondos de inversión:
Aceleradoras: Como subgrupo de Venture Capitals, tales como las incubadoras, las aceleradoras entregan herramientas como mentorías, espacios físicos, asesorías con expertos, como también redes de contactos con potenciales inversionistas y compañías socias para la prueba de concepto de productos y servicios del emprendimiento. Normalmente actúan en los estadios tempranos de levantamiento de capital.
Estas instituciones buscan startups que ya tienen una operación legal, cuentan con un producto o servicio desarrollado, como también clientes. Al necesitar un monto mucho mayor para invertir en los startups, las aceleradoras funcionan como un fondo, en el que reúne capital de distintos inversionistas, desde privados hasta empresas.
Según LAVCA, las compañías de VC más activos en la etapa de aceleración durante 2019 en América Latina fueron SoftBank, General Atlantic, KaszeK Ventures, Redpoint eVentures, Riverwood Capital y Valor Capital.
Private Equity (capital de inversión): Muchas veces, este tipo de institución es confundida con un VC, ya que ambas invierten en compañías y lucran al momento de su exit. Pero a diferencia de un VC, invierten o compran compañías que ya no son startups, sino empresas ya establecidas, que han sobrepasado el punto de equilibrio y con un nivel de ingresos considerables. Las compañías invertidas pueden o no estar en un alista pública de acciones.
En estos fondos se combinan activos de múltiples inversores – desde particulares de alto patrimonio hasta compañías con altos recursos – con el objetivo de comprar parte o toda la compañía. La idea no es mantener la participación por largo tiempo, sino acelerar su crecimiento y preparar una estrategia de salida.
4. MEZZANINE
El financiamiento Mezzanine se refiere a un híbrido entre deuda y financiamiento de capital mediante acciones que otorga al prestador el derecho de convertir su participación accionaria en patrimonio en caso de default. Este tipo de financiamiento se realiza por los startups – que ya están establecidos – para levantar fondo para proyectos específicos.
5. EXIT
La última etapa del viaje de un startup se refiere a la liquidación de los activos financieros o de activos de negocios tangibles, dependiendo de la estrategia de los participantes. Las estrategias más conocidas son:
IPO (Initial Public Offering u Oferta pública inicial): Se refiere al proceso en el que una compañía privada cotiza en bolsa por primera vez. Una de las ofertas públicas iniciales más recientes del mercado de emprendimiento latinoamericano fue de Vasta Platform, proveedora brasileña de tecnologías educacionales, en julio de este año.
M&A: Fusionar o ser adquirido por otra compañía es otra gran opción, ya que también permite al startup y a los inversionistas recuperar su capital inicial y lucrar en el proceso. A través de esta transacción, el startup tiene la oportunidad de obtener una base de cliente mucho mayor, escalar su negocio y adquirir nuevas herramientas y habilidades. Una de las adquisiciones de startups más grandes en América Latina fue el de la compañía brasileña de transporte compartido 99 por la china Didi Chuxing por US$ 1.000 millón en 2018.
Cierre: Nunca es lo ideal, pero la liquidación de los activos, retirar el dinero de los inversionistas y quedarse con el resto es una opción común y que varios startups toman esa decisión, ya que no logran subsistir o generar tracción.
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