La séptima generación de la familia Moto G nos ha revelado teléfonos poderosos. Apoyados en un diseño funcional, los equipos buscan diferenciarse con algún elemento clave. En este caso, la duración de su batería.

Por Andrés Castro. No es nuevo decir que la familia G de los teléfonos Motorola han sido uno de sus grandes aciertos durante estos últimos años. Con cada nueva familia del G, aparecen nuevos móviles que intentan entregar ciertas prestaciones de los teléfonos de gama alta a un precio de gama media. Esta propuesta es empleada por varios fabricantes, sin embargo no todos pueden plasmarla a cabalidad en sus dispositivos.

Lanzada originalmente en 2014, la nueva familia G año 2019 de Motorola se ha trasladado hacia teléfonos muy poderosos, enfocados en elementos clave con un diseño funcional, siempre enfocados en el presupuesto de los consumidores. Debo admitir que nuevamente me dan ganas de volver a los modelos G de la marca luego de años sin utilizar el Moto G3 que tengo guardado en casa.

Pero vamos por parte. Ya hemos hablado de los nuevos teléfonos que lanzó la marca adquirida por Lenovo anteriormente, sin embargo en esta ocasión tuvimos la oportunidad de probar el nuevo G7 Power, que como su nombre lo indica, se centra en un elemento clave muy demandado por los consumidores: la duración y tamaño de su batería. 

Un diseño algo robusto, pero bien logrado

Meter una gran batería en un móvil, sobretodo hoy en día, es complejo. Hay que pensar en el diseño al mismo tiempo que se logra la funcionalidad y la experiencia deseada. El G7 Power es un móvil algo pesado, con 193 gr. de masa con 9.3mm de grosor, lo que indudablemente lo hace ver como un Goliat al lado de otros móviles más finos.

Sin embargo, Motorola hizo muchísimo para mitigar estas condicionantes asociadas a la batería con unos bordes bien logrados, lo que hace que el teléfono se acople bien a la mano. Cuando todavía tengas 60%-70% de batería a las 6 de la tarde entenderás que ese tamaño es por amor a la duración de la batería. 

En sí mismo, el diseño y la armadura del celular no han variado mucho desde el modelo anterior G6. En ese sentido destaca -para bien y para mal- su carcasa lustrosa, que es una característica que ya otros modelos de Huawei, por ejemplo, han empleado. Destaca para bien al momento de brillar y lucirse con los rayos del sol; destaca para mal, cuando apenas uno saca el teléfono de la caja, se llena de huellas dactilares.

Si bien el G7 Power trae incorporada una carcasa de silicona, lo que facilita el agarre y el manejo del móvil, esto lo hace ser aún más gordo.

Un notch bien pronunciado en una amplia pantalla

Uno de los elementos clave de este teléfono es su notch (o muesca) bien amplio en la parte superior del monitor. Si bien sus hermanos (G7 Plus y G7), tienen un notch con forma de gota, más estrecho, contemporáneo y elegante, el G7 Power lo tiene más ancho, en particular para justificar la introducción del parlante en esa parte delantera del móvil.

La muesca se sienta en el tope del monitor, el cual es una pantalla de 6.2’’ HD+ con una resolución de 1520 x 720 píxeles. Estas dimensiones y características no ponen al G7 como uno de los móviles con la mejor pantalla, no se enfoca en ofrecer detalles despampanantes y su resolución roza justo lo aceptable para su tamaño, pero al momento de ver todo el color, vitalidad y brillo para contrarrestar la luz solar, es todo lo que necesitas. 

Pese a lo anterior existen algunos puntos bajos, como por ejemplo el autobrillo. Esta función está algo deslucida, por lo general el brillo automático decae algo agresivamente. Además, el hecho que utilice una pantalla LCD en vez de una OLED, hace que muchas veces algunas apps no llenen el espacio completo del monitor, dejando zonas negros hacia los lados del notch y del techo del teléfono.

Hardware y desempeño

Cuando hablamos de sus componentes internos, el G7 Power se presenta con un procesador Qualcomm Snapdragon 632, el mismo núcleo que sus hermanos G7 y G7 Play con 4GB de RAM y 64GB de almacenamiento, con slot para microSD incluido, soportando hasta 512GB. Esto es un procesador de ocho núcleos de mediano rango.

Durante el uso de este teléfono se utilizaron apps muy demandantes en términos de procesador gráfico y ram, por ejemplo, PUBG Mobile. Si bien el juego nos pidió utilizar las gráficas bajas para funcionar, esto no le quita gloria al G7 Power, quien se comportó de buena manera corriendo el juego. En ese sentido títulos con menos gráficas con render 3D como Hearthstone o Ragnarok Mobile si ofrecieron un buen desempeño, incluso minimizando estas aplicaciones y volviendo a otras.

Las tareas diarias y el cambio constante entre aplicaciones es bastante ligero y cómodo. Es ligeramente más lento que otros teléfonos de gama alta como el Huawei Mate 20 Pro o el último iPhone, pero por una fracción del precio esto no importa. Los usos de este teléfono incluyeron actividad constante en apps de streaming de video tipo YouTube o Twitch, programas de Office, videojuegos, correo electrónico y reproductor de música. En todas y cada una el teléfono fluyó de manera eficiente sin caer en errores o momentos en que se quedara pegado.

Sin embargo, hubo un problema que tendió a ocurrír cada vez que uno pasaba de datos móviles a WiFi. Esta situación hace que el teléfono le tome algo más de tiempo en emplear la conexión cada vez que se cambia. Esto no causó gran problema, nunca nos vimos impedidos de utilizar alguna conexión, pero sin duda te darás cuenta de esto con el uso.

El detector de huellas trasero es rápido y fácil de desbloquear. Además el teléfono tiene jack de audio de 3.5mm también, para aquellos usuarios que aún no quieran moverse a audífonos Bluetooth. El G7 Power no cuenta con NFC (comunicación cercana a dispositivo) para cargas a distancia o pagos con contacto. 

La panacea de los teléfonos: batería para día y medio

Por supuesto, el alma de la fiesta es la batería. Con 5.000 mAh, tiene una capacidad masiva, especialmente comparada con la potencia general que tienen hoy en día las baterías de los móviles (3.000-3.500 mAh). Viene con un cargador de 15W con TurboPower y una conexión USB-C en la base, lo que en términos de recarga, no toma tanto tiempo. El móvil tardó aproximadamente 2 horas y media en pasar de 0 a 100%. 

Esta fuente de poder durará por lo menos 24 horas enteras sin necesidad de recarga, incluso durante días largos con uso intenso de conexiones hotspot o WiFi. En este caso, el teléfono tuvo un uso centrado en el uso de YouTube como mecanismo para escuchar música durante los viajes y streamings vía Twitch.tv. El teléfono siempre terminaba con más del 35% de batería al final de día, asegurando al menos 36 horas sin necesidad volver a conectar el G7 Power a la corriente.

De esta forma, el dispositivo no necesita carga diariamente, aunque depende mucho del cuidado que el usuario le de al G7 Power. Por ejemplo, no utilizarlo cuando se está cargando a la electricidad.

Este es el punto donde el Moto G7 Power se abre camino: su batería durará más que cualquier otro teléfono emblema en el mercado. Intercambiar performance o diseño por un atributo así, sin duda que posicionará a G7 Power en un mercado bastante selecto de consumidores que, indudablemente, ponen a la duración de la fuente de poder como el atributo más importante para elegir un smartphone. Sin embargo, repetimos: mucho de la duración de la batería dependerá del cuidado que se le de.

Cámaras

No hay cámara dual en el G7 Power, eso está reservado para sus hermanos G7 y G7 Plus. En cambio, el G7 Power viene solo con una cámara trasera de 12MP, potenciada por un software personalizado de Motorola. El rendimiento de la cámara es promedio, no se destaca como el Pixel 3 XL o el Mate 20 Pro, pero tampoco es mala, ciertamente es más fácil y más rápida que los predecesores de la familia G.

En buenas condiciones de luz, es una perfecta y razonable cámara, tanto en el frente como detrás, entregando buena vitalidad y detalles aceptables. Si bien no hay modo con Inteligencia Artificial para potenciar cierto tipo de fotografías, aún así el teléfono cuenta con Google Photos, sistema que potenciará las imágenes si lo necesitas. También cuenta con HDR (rango de alto dinamismo) pero no es tan nítido como otros móviles.

Además el G7 trae integrado un modo de retrato bastante aceptable, el que emplea reconocimiento facial para identificar qué elementos enfocar y cuáles no. Funciona razonablemente bien, nublando el fondo del objeto enfocado aunque muchas veces puede hacer agua al confundirnos de enfoque. En tal caso lo mejor es volver al modo manual y jugar con los efectos que ofrece la cámara. Además, el panel central de fotos ofrece un “modo de belleza” que ya otros móviles Android incluyen hace tiempo. El software de la cámara ofrece elementos como: variador de luz, el cual oscila de -2 a 2 para el ajuste manual de la luz, estabilizador visual para ajustar las fotografías y grabación de vídeo en 4K a 30fps.

Resumen

Nuevamente Motorola se luce con una propuesta de valor pensada 100% en los clientes que ponen la batería como elemento clave para la adquisición de un teléfono de US$300. El G7 Power ofrece prestaciones de gama alta, como el tamaño de su pantalla o su diseño, pero bien vale pagar esa cantidad de dinero por un teléfono que destaca tanto por su funcionalidad como por su aspecto.

Otros puntos desfavorables como su brillo automático o el desempeño de la cámara en situaciones de baja luz pueden afectar el juicio de algunos consumidores, sin embargo, el G7 Power es un buen indicio que da cuenta de cómo la empresa -hoy controlada por Lenovo- está haciendo las cosas.

Conoce todos los detalles de G7 Power en su sitio web.