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![]() Héctor Cancino Editor AETecno Dilema, presión y definición de 5G en América Latina Bienvenidos a una nueva revisión semanal a las noticias que han impactado el acontecer tecnológico de esta semana. Sí, de nuevo 5G. Se trata de un tema que ha sido y seguirá siendo recurrente, su nivel de impacto en la industria y la sociedad es tal que el proceso previo a su consolidación comercial implica una serie de movimientos y aristas entre los diversos actores del sector. Desde los grandes Estados y potencias mundiales, hasta los consumidores finales y sus dispositivos. En particular esta semana, nuestra atención se centra en Brasil. Un reciente acuerdo entre el fabricante de redes Ericsson y el operador Claro permitirá avances concretos de cara a una próxima red comercial 5G. Gracias a una tecnología de intercambio de espectro, las redes ya operativas, 4G y 4.5G, podrán evolucionar para alcanzar velocidades de hasta 400Mbps. El atractivo de este sistema es que reutiliza la infraestructura de red existente, aprovechando las inversiones ya realizadas, pues este 5G se puede habilitar de forma remota con una actualización de software en cualquiera de las radiobases que ya han sido entregadas. Este desarrollo, inevitablemente mueve la atención a un actor fundamental del sector, el mayor fabricante de equipos de redes: Huawei. ¿Por qué? Bueno, además de su posición en el mercado mundial, a nivel local también goza de presencia relevante con inversiones y trabajos con los operadores de las redes actuales. Por supuesto, también tiene la tecnología y capacidad técnica para ofrecer las soluciones necesarias que impulsen 5G en el país. Sin embargo, el otro gran jugador de esta partida ha comenzado a mover sus hilos para impedir este avance. El embajador de Estados Unidos en Brasil comentó en una entrevista reciente que el país podría sufrir consecuencias si permite que la firma china participe en su red 5G, aludiendo a que Pekín no protege la propiedad intelectual. Además, comentó en O Globo, que si bien Brasil no tendrá represalias de Estados Unidos, podría enfrentar consecuencias en relación a las inversiones en el futuro. Con su constante ofensiva en Europa, que ha acertado como golpe efectivo la prohibición de Huawei en Reino Unido, parece ser cosa de tiempo para que este lobby se extienda con creces en América Latina. Nuestra región está precisamente entrando en etapas claves para avanzar en 5G. Colombia, por ejemplo, ha puesto en marcha el proceso para adjudicar permisos para el uso del espectro radioeléctrico en las bandas de 700, 1.900, 2.500 y 3.500 MHz, que tiene como gran atractivo la implementación de la tecnología 5G en el país. Este paso será inevitable y transversal para los distintas naciones, pues -como detalla 5G Americas- el promedio de espectro entregado en los mercados analizados es de 392,1 MHz, que se traduce en apenas el 29,3% de la sugerencia para un escenario de mercado bajo, o 20% para un escenario alto. De hecho, a mayo de 2020, ningún mercado de Latinoamérica alcanzó el 50% de los requerimientos de espectro para un entorno de mercado bajo planteadas por la UIT en un reciente informe. Los operadores querrán comenzar a explorar muy pronto alternativas para desarrollar su 5G y necesitarán, para conversar y negociar con los fabricantes de equipos y redes, un marco claro de parte de los gobiernos para mover sus inversiones, incluida una definición respecto a si Huawei representa o no una amenaza a la propiedad y seguridad nacional. Como siempre, sus comentarios serán bienvenidos. Puede compartirnos sus impresiones en nuestros artículos del sitio o a nuestro correo [email protected]. Héctor Cancino Salas
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