A través de estos exoesqueletos, los esfuerzos de los operarios reducen su impacto físico, ya que la fuerza que tienen que hacer con los hombros, los brazos y la espalda se traslada hacia la cadera y las piernas.

Cromo - El Observador. Para ayudar a sus empleados que trabajan en las cadenas de montaje, la planta de Ford en Almussafes (Valencia) equipó a algunos de sus operarios con unos modernos exoesqueletos, convirtiéndolos en semi-androides.

Las tareas de estos trabajadores que requieren esfuerzos físicos como levantar y colocar piezas por encima de su cabeza o manipular componentes pesados, pueden generar desórdenes musculoesqueléticos y lesiones. Por eso Ford optó por convertirse en la primera firma que utiliza esta tecnología en una cadena de montaje en movimiento.

A través de estos exoesqueletos, los esfuerzos de los operarios reducen su impacto físico, ya que la fuerza que tienen que hacer con los hombros, los brazos y la espalda se traslada hacia la cadera y las piernas.

Su fabricación se realiza en materiales ligeros como titanio y fibra de carbono para reducir el cansancio que pueda suponer llevarlos en el cuerpo a través de arneses.

Alrededor de 100 trabajadores han empezado a utilizar estos dispositivos. Hay nueve tipos de exoesqueletos diferentes y cada uno fue diseñado específicamente para ayudar en distintas tareas.