El proyecto, aprobado por la FCC de Estados Unidos, permitirá controlar objetos mediante gestos sin tocarlos. La idea modificaría radicalmente toda la cultura táctil que vivimos hoy en día.
El equipo de Tecnologías y Proyectos Avanzados de Google (ATAP) ha recibido luz verde de parte de la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones, por sus siglas en inglés) para continuar el desarrollo de uno de sus proyectos más ambiciosos, Project Soli. Esta tecnología permitirá el control de dispositivos electrónicos por el aire sin establecer ningún punto de contacto físico con ellos.
El grupo de investigadores de este experimento mostró sus avances al público en el año 2015 y posteriormente solicitó el consentimiento de la FCC para utilizar radiofrecuencias más altas, una condición que acaba de ser aceptada y que simboliza un tremendo avance en el perfeccionamiento del sistema, pasando de bandas de los 57 GHz a los 64 GHz.
Project Soli utiliza ondas para identificar e interpretar los gestos que realiza el usuario en el aire mediante una tecnología de radar. Razón por la que el sistema tiene por objetivo navegar por diferentes paneles y controles sin necesidad de establecer contacto con las pantallas, sugiriendo algo parecido a lo que podrían ser los futuros hologramas.
¿Cómo funciona?
Para poder detectar al usuario sin necesidad de contacto, Project Soli está equipado con un chip que emite un haz de radar, cuya potencia es capturada y procesada por unos potentes sensores en los que el movimiento se convierte en comandos de control de la interfaz.
El avance de este tipo de tecnología puede marcar un antes y un después en la forma de interactuar de los usuarios con diferentes dispositivos electrónicos como sus teléfonos móviles, ordenadores, vehículos e incluso dispositivos de realidad aumentada.
Si Project Soli llegase finalmente a buen puerto, la pantalla del teléfono móvil podría ser una sencilla lámina LCD u OLED sin necesidad de la capa táctil, lo que la haría más delgada aún y manejable, a la vez que abarataría su fabricación. El radar insertado en el teléfono se encargaría de saber cuándo y dónde pulsaremos la pantalla y enviar las instrucciones al teléfono para que hiciese el resto del trabajo.
Las posibilidades son enormes y Project Soli sigue adelante, aunque todavía faltará por ver cuándo consigue cuajar en un proyecto real aplicado a un teléfono físico.
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