Probamos el teléfono estrella de Sony, que al igual que modelos sorprende por su cámara pero deja algunas dudas a nivel de diseño.

Se está acabando el año y poco a poco comenzamos a ver cuáles son los finalistas para el mejor teléfono del año. Un equipo que sin duda es parte de esta lista, desde el lado de Android, es el teléfono Sony Xperia Z5, el smartphone estrella de la firma japonesa.

Este teléfono, que es parte de una área que ha estado llena de rumores de cierre dentro de Sony, destaca principalmente por su cámara de 23 megapixeles, con un buen procesamiento (especialmente de color) y una alta velocidad de enfoque (hasta 0.03 segundos).

Esta cámara entrega muy buenos resultados en exteriores, con un buen contraste automático y una gran adopción de color. No obstante, en algunas situaciones de poca luz puede mostrar un exceso de ruido en la imagen que puede no ser del gusto del usuario. En cuanto a video, la cámara también responde a la perfección con un rendimiento que es superior a la de otros modelos en el mercado y que mantiene a este elemento como el punto fuerte del equipo. 

A nivel del diseño, el equipo deja algunas dudas principalmente porque su apuesta es completamente diferente a la de otros modelos en el mercado. Es menos plano, tiene un marco, la pantalla no es excesivamente grande (solamente llega a las 5,2 pulgadas) y tiene una parte posterior de vidrio que le da un toque elegante al equipo.

A todo esto se suma un marcado borde de metal, que sigue la línea del lenguaje de diseño Omnibalance y que cuenta con una terminación perfecta, pero que puede ser un poco resbalosa para las manos de los usuarios. No obstante, tiene a su favor la capacidad de ser a prueba de agua y polvo, sin necesitar ninguna cobertura de plástico extra para el espacio de su cargador o audífonos.

Otro cambio importante es la forma del botón de encendido, pensado para integrar el nuevo lector de huellas digitales que funciona sin problemas a pesar de ser una característica nueva para estos equipos, aunque puede ser incómodo si el equipo está, por ejemplo, encima de una mesa.

Un punto que también le juega a favor a estos equipos es su batería de 2900 mAh, presente precisamente gracias a su grosor y que entrega varias horas de uso sin problema alguno aunque es un poco menor a modelos anteriores. Además, está su pantalla de alta resolución (1,080 x 1,920 píxeles), buen brillo (hasta 700 nits) y un buen desempeño en diferentes situaciones de luz.

Finalmente, en cuanto a su rendimiento, el Xperia Z5 presenta un performance estándar para la gama alta con un procesador Snapdragon 810 y 3 GB de memoria RAM. Una gran dupla para cualquier equipo, pero todavía debajo de otras compañías que han comenzado a apostar por el diseño propio de chips para sus equipos.

El Xperia Z5 es un teléfono que cuenta con una buena cámara, una autonomía decente y características llamativas como ser a prueba de polvo y agua. Sin embargo, ¿esto es suficiente? Ya lo hemos dicho antes, el mercado de los smartphones está más agresivo que nunca, con dos modelos que suelen batallar solos en la gama alta (Samsung y Apple) seguidos por una serie de smartphones que se pelean por entregar los mejores elementos al menor precio.

¿Es el diseño el mayor punto de valor para los usuarios? Hoy en día, no. Por lo menos no para todos. Y entregar una buena cámara, cuando Android cada vez tiene mejores equipos con estas características (como puede ser el caso del LG G4) hace difícil resaltar en este mercado de equipos.