El equipo resalta por su diseño y su portabilidad. Sin embargo, su único puerto USB-C puede ser uno de sus peores enemigos.

Uno de los computadores que sin duda se ha llevado las miradas durante este año es el último modelo MacBook de Apple. Este equipo, que tuvimos la oportunidad de probar por cerca de un mes, resalta inmediatamente por su diseño, y específicamente, por su portabilidad. 

El equipo cuenta con un cuerpo ultra delgado, con una pequeña pantalla de 12 pulgadas, y una estructura de metal bastante liviana. Sólo para que se hagan una idea, en su parte más gruesa el equipo alcanza solamente los 13mm y pesa medio kilo menos que el MacBook Air de 13 pulgadas, y 0,1kg menos que el mismo equipo pero de 11 pulgadas. Un tamaño y peso perfecto para andar con el computador a todas partes, ocupando el mismo espacio (y prácticamente pesando lo mismo) que un cuaderno grande de tapa gruesa.

Esta estructura, sin embargo, no significa un sacrificio a nivel de pantalla. El equipo cuenta con un Retina display 236 ppi (2304 x 1440 pixeles) que puede sentirse pequeño en un comienzo pero que es suficiente para un uso promedio. Además, la pantalla es energéticamente más eficiente, es superior a la de otros modelos y que solamente sacrifica un aspecto (no tan importante en realidad) con respecto a modelos anteriores: la luz que ilumina tradicionalmente el logo de Apple en la parte trasera del equipo. 

A nivel de teclado, este nuevo diseño de teclas puede ser un punto a favor o en contra dependiendo de tu adaptabilidad a estos equipos. Si bien a un comienzo este teclado plano y con letras mucho más pegadas que en otros modelos puede resultar extraño e incómodo, no tomó más de una semana para que nos acostumbráramos a utilizarlo. 

A esto se suma la nueva tecnología Force Touch, que a primera vista suena con un gran avance, especialmente si es personalizado por el usuario, pero que no marca una gran diferencia de uso a largo plazo. Esto no significa que este elemento sea inferior que en modelos anteriores, por el contrario, es más responsivo al tacto y tiene un buen funcionamiento. 

Por lo que si eres de los usuarios que suelen personalizar activamente el teclado de sus equipos para funciones especiales, verás una gran diferencia con este equipo, sino simplemente funcionará de manera normal para el nivel de los computadores de Apple.

Otro punto que juega absolutamente a favor de este equipo es su batería, que según comprobamos efectivamente tiene un vida promedio de 9 horas. No obstante, depende del nivel de uso. Si es más intensivo puede alcanzar solamente las 8 horas o un poco menos de vida.

En cuanto a su rendimiento, este equipo a diferencia de todos los otros computadores de la firma de la manzana ocupa un procesador Intel Core M a 1.1GHz , que le permite funcionar al mismo nivel que un computador MacBook Air de 4 años de antigüedad. Esto significa que es un equipo perfecto para navegar por internet, crear documentos e incluso editar fotografías, sin embargo si quieres editar video es posible que necesites tener paciencia.

No obstante, este no es el mayor punto en contra para este equipo. El mayor enemigo del nuevo MacBook es su nuevo, y único fuera de la conexión para audífonos, puerto USB-C. Esto significa que si quieres conectar desde un pendrive hasta un adaptador para la tarjeta de tu cámara, es posible que tengas problemas.

No obstante, a pesar de que pensamos que este iba a ser el mayor obstáculo a nivel de uso durante este mes de experiencia, la falta de otros puertos terminó no siendo tan compleja como pensábamos. Es impresionante cómo, a pesar de no contar con un adaptador para puerto USB-C, casi no necesitamos pasar archivos directamente desde discos duros o pendrives. En tanto, para pasar imágenes, utilizamos principalmente sistemas en la nube para compartir archivos sin problemas. A esto se suman los sistema de conexión Bluetooth y Airport, que también pueden ser una opción ante la falta de cables.

Obviamente, si fuera totalmente necesario usar tanto un pendrive, un disco duro, como un adaptador para tarjetas SD (o incluso conectar tu iPhone), la necesidad de tener un adaptador habría sido un problema. No obstante, se espera que un futuro la clase de conectores USB-C sea utilizado no sólo por Apple sino que también por otras compañías dentro de sus equipos, por lo que la necesidad de accesorios extra podría ser innecesaria, pero dentro de algunos años.

Este nuevo MacBook parece en el fondo los mismo que fueron los modelos Air en un minuto: un computador del futuro, delgado, liviano y dependiente solamente de un tipo de puerto, en este caso, USB-C. El problema es que en este minuto esta norma de equipos no existe, por lo que a veces se hace tedioso tener solamente esta opción para pasar tus archivos y a la vez para cargar tu computador, especialmente si no tienes un adaptador a la mano.

De esta manera, si bien este nuevo MacBook presenta varios problemas que vimos alguna vez en la primera generación de equipos Air, y que hicieron ruido en su momento, estos obstáculos fueron superados poco a poco con sus nuevos modelos con el paso de los años. Esto nos hace pensar que el futuro de este equipo podría ser sumamente similar, quizás no inmediatamente ahora, pero en unos años (esperamos), puede ser que todos los equipos se parezcan y sean tan buenos como este. Lamentablemente, no nos queda más que esperar por ahora.