Review Sony Xperia Z1

Por en Móviles

El Xperia Z1 de Sony llega a pocos meses después de que Sony anunciara el ZL y lanzara el Z, y fue interpretado por la prensa como un reemplazo de este último, luego de que recibiera críticas positivas pero para nada contundentes. Desde que Sony absorbió completamente el negocio de móviles –hasta hace poco un emprendimiento conjunto con Ericsson– los japoneses han buscado unificar sus marcas, algo que se ha visto principalmente en la línea alta de sus teléfonos. El Xperia Z incluía pantalla Bravia, parlantes Walkman y cámara Cyber-Shot, pero terminó siendo un océano de marketing con poca sustancia.

El Xperia Z1 es sexy. No hay ninguna duda, es el teléfono más atractivo en términos estéticos que me ha tocado probar. De materiales costosos y un lenguaje de diseño que transmite elegancia inmediata, desde el primer contacto da a entender su estatus como tope de línea. Pero al mismo tiempo, este teléfono busca desesperadamente un sitial en el mercado masivo, apuntando fijo al Samsung Galaxy S4 y al iPhone 5S al mismo tiempo. Como si fuera poco, la cámara principal es una declaración de guerra sin rodeos a Nokia.

Diseño

El diseño externo es bastante similar a los otros dispositivos Z. Es un equipo protegido por un borde de aluminio y con dos caras de vidrio reforzado. Como es costumbre en los equipos de Xperia, un botón al centro del costado derecho es responsable del bloqueo y del encendido del teléfono. Su ubicación es mucho más cómoda que el usual posicionamiento en la parte superior, ya que permite acceder fácilmente al botón a pesar de lo enorme que es el celular. Inmediatamente abajo está el botón para regular el volumen, que tiene una pequeña curvatura, y aún más abajo hay un botón con dos niveles de presión que funciona para activar y usar la cámara.

El teléfono es completamente resistente al agua hasta un poco más de un metro y medio de profundidad por hasta media hora. Para lograrlo, los puertos de tarjeta SIM, cargador y memoria microSD están protegidos por cubiertas de aluminio y goma, mientras que el puerto de audífonos en la zona superior del equipo está recubierto por material impermeable. Con los parlantes, opera una especie de filtro que impide que el agua llegue a las capas interiores del teléfono, pero apenas sale del agua no se escuchará por unos minutos. Agitar el teléfono ayuda a acelerar este proceso.

El Xperia Z1 es increíblemente atractivo, pero su diseño no es para nada ergonómico, ofreciendo algunas fallas funcionales. Primero, y principalmente a causa de su cámara de 20 megapixeles, el equipo es mucho más largo y ancho de lo que debería. Tiene un borde masivo que es aún más evidente por la ausencia de botones propios debajo de la pantalla. A los costados, sobra un montón de chasís que incomoda bastante. Durante el periodo de prueba me lesioné un brazo, lo que me permitió descubrir lo inusable que es el equipo con una sola mano debido a su gran tamaño. Teléfonos con las mismas pulgadas como el S4 o el LG G2 son mucho más maniobrables y la diferencia es muy, muy notoria.

La pantalla y el vidrio trasero, por alguna razón atraen en sobremanera distintas partículas de polvo y pelusas, algo que nunca me había pasado con un teléfono, lo que obliga a estar limpiándolo constantemente. El modelo de color blanco, que me tocó probar, oculta más esta suciedad que la edición negra.

Por último, el botón que funciona como gatillo de la cámara, es bastante malo. Tiene dos niveles de presión, y mientras el primer nivel se alcanza fácilmente, para el segundo es necesario aplicar mucha fuerza. Presionarlo en cualquier momento abre la aplicación de cámara, pero muchas veces será más rápido simplemente usar el ícono en el menú, ya que en un apuro muchas veces se puede perder el momento intentando luchar en contra de ese botón. El problema es grave, ya que al sacar fotos, aplicar la cantidad de fuerza necesaria provoca movimientos adicionales en el teléfono, haciendo que las fotos salgan borrosas. En todos los casos es mejor usar el botón de la pantalla táctil. El problema tiene su máxima visibilidad en momentos que uno quiere capturar una foto bajo el agua, ya que uno no escucha la cámara y al no funcionar el táctil de la pantalla, uno está obligado a confiar en el botón.

Bajo el agua

El Xperia Z1 funciona hasta un metro y medio de profundidad por media hora sin problemas. Bajo el agua, su único uso es tomar fotografías o capturar videos, por lo que su función está recluida a piscinas de interior o el verano.

No está diseñado para usarse en el mar, y de hecho el manual dice que no debe intentarse. Sin embargo, la función es particularmente útil en otros casos. Por ejemplo, estar en la piscina pero no sumergido, es posible usar el teléfono con total confianza para cualquier otra cosa, como llamar o reproducir música, sin miedo a que cualquier salpicadura afecte, y por supuesto que la certeza de que nada ocurrirá en caso de que se caiga ayuda. Hace años me ocurrió que olvidé tener el celular en el bolsillo y me lancé al agua, y mi teléfono dejó de funcionar. Hubiera tenido este Xperia y la historia sería otra. Obviamente, también significa que no habrá problemas usándolo bajo la lluvia.

Rendimiento y batería

El Xperia Z1 es el teléfono más poderoso que me ha tocado probar. Con un procesador de cuatro núcleos 2.2GHz Snapdragon 800, tiene más poder que el Galaxy S4, y con 2 GB de RAM y un procesador de video igual de masivo, no hay para qué preguntarse sobre su rendimiento en el mundo real. Básicamente, es el equipo más fluido que he usado. Navegar menús, usar videojuegos o abrir aplicaciones es como respirar para este equipo. La cámara es el gran beneficiado: la app se abre en menos de un segundo y la vista previa no se retrasa ni con el más brusco de los movimientos.

El equipo viene sin costo adicional con Aspalth 8, uno de los juegos más intensos en consumo de procesador que existe en el mercado. Es fácil entender por qué Sony lo escogió, ya que no existe mejor manera de promocionar el poder del Z1.

La batería de 3000 mAh entrega poco más de un día completo. Si comienzas el día a las 8 AM, un uso normal permite que incluso se mantenga funcionando hasta bien entrada la mañana del día siguiente. Eso es, viendo videos, descargando aplicaciones, hablando por teléfono y unos minutos de videojuegos de gran intensidad en un día principalmente ocupado por la navegación a internet y uso de mensajería. Para que la batería alcance su máxima duración, es recomendable apagar la opción de “X-Reality”, que según Sony mejora la calidad de imagen pero que en la práctica no sirve para nada más que gastar más batería de lo usual.

El Xperia Z1 viene con 16 GB de almacenamiento, aunque es uno de los pocos en la gama alta que ofrece soporte para memorias microSD y el más elegante en la forma de presentarlo. Esto significa que se pueden añadir hasta 64 GB extra para música y almacenamiento de fotos, documentos, videos e incluso algunas aplicaciones que soporten SD.

Pantalla y sonido

El Z1 tiene un panel IPS que es Full HD y que Sony ha decidido empapelar en frases de marketing y nombres atractivos. Me ahorraré todos los Bravia y Triluminous al reverso de la caja, porque si bien es una pantalla con unos excelentes colores, carece de brillo y tiene un pésimo ángulo de visión en comparación al iPhone 5S o a los principales Android de gama alta.

Los tonos son naturales, el texto es claro y la claridad es increíble. Por supuesto que con la resolución los pixeles son invisibles al ojo humano, y todo suena muy bonito. Es decir, no es una mala pantalla per se, pero al compararla con sus cercanos, la verdad es que jamás alcanzará el brillo de un iPhone, ni los negros profundos de un Lumia ni los ángulos de visión impresionantes de un Galaxy.

Los parlantes al contrario, no tienen buena manera de decirlo: son muy malos. El sonido es debil y por su posicionamiento se bloquea facilmente con las manos. La música se escucha con muy poca claridad  e incluso las alarmas del despertador se escuchan sin potencia.

Software

La versión de Android 4.2.2 que tiene el teléfono está un par de ediciones atrasada de lo último en el mercado, principalmente porque las personalizaciones ofrecidas por Sony obligan a esperar a que toda actualización pase primero por el fabricante antes de llegar al usuario. Sin embargo, a menos de que sea una gran prioridad para el usuario tener la última versión, esto es para nada un problema. El sistema operativo funciona de maravilla, y en general las modificaciones entregadas por Sony van principalmente por un tema de organización. En los teléfonos Xperia es posible ordenar el menú de aplicaciones y no sólo la pantalla de inicio, separando apps por fecha de instalación, orden alfabético, más a menos usadas e incluso personalizar el orden.

Además de eso, Sony añade una capa de diseño que se integra perfectamente con el hardware y le da consistencia al equipo. Con respecto a aplicaciones propias, Sony reemplaza el reproductor con Walkman, que permite acceder al ecosistema de Sony para comprar canciones e interactuar con otros dispositivos de la marca, y también el visualizador de fotos. El álbum no es ni mejor ni peor que la forma predeterminada de mostrar las fotos, que por cierto es posible acceder de igual manera en el teléfono. Si bien el Xperia Z1 “incentiva” al usuario a usar las versiones de Sony, no obliga a hacerlo. Las personas que ya están inmersas en Sony (tienen un PlayStation y equipos de música de la marca) se benefician de usar las apps propietarias, los que no, probablemente prefieran las opciones de Google.

Cámara

El sensor Exmor RS de 1/2.3 pulgadas y resolución d 20.7 megapixeles es la razón del gran tamaño de este equipo y también la excusa de Sony para descontinuar al Xperia Z. Con un lente f/2.0 G de Sony que –así es– lleva la marca Cyber-Shot, cae en la misma trampa de la pantalla: es muchas frases de marketing, y termina siendo competente pero no impresionante.

La sobre-promesa viene siendo el único problema de este teléfono, que asegura cosas revolucionarias y termina siendo una mera evolución. La cámara utiliza los 20 megapixeles en un modo llamado “automático superior” para crear imágenes más densas de 8 megapixeles. Similar a lo que hace Nokia en el Lumia 1020, pero en menor capacidad. Pero el problema no está en los megapíxeles. El asunto es que la cámara depende mucho del software, que realiza un postprocesamiento muy poco natural y que muchas veces produce cuadrados enormes de pixeles mal ubicados, sobre todo en las fotos nocturnas.

Por otro lado, el modo "manual", libera los 20 megapixeles para tomar fotos en tamaño completo, pero estas tienen demasiado ruido y terminan siendo muy poco nítidas.

Cuando por alguna razón el software no destruye una foto perfectamente buena, el modo automático es capaz de crear unas tomas impresionantes, pero nunca lo suficiente como para distanciarse de las tomas que cámaras más tradicionales como la del G2 o el iPhone pueden realizar.

Probablemente, la cámara sería competitiva si existiera una app como la que Nokia tiene para sus cámaras, que permita ajustar manualmente todas las opciones, como el ISO, exposición, enfoque, entre otras cosas, y ofreciendo mucho menos postprocesamiento de la imagen.

No todo es decepcionante. El software de la cámara permite transmitir video por hasta 10 minutos en Facebook, streaming que incluso funciona bajo el agua y que puede ser público o para los amigos.

Además, tiene una gran cantidad de efectos que no están disponibles en otras cámaras y un modo FX de realidad aumentada que introduce desde dinosaurios hasta un mundo de fantasía a las tomas. Esto último es más un juguete que una utilidad real, pero está muy bien logrado.

En resumen

El Xperia Z1 es un teléfono que carece de una característica única que lo haga imprescindible en comparación a sus competidores más cercanos, pero que logra ser más en su conjunto que la suma de sus partes. Claramente beneficiado por un gran diseño industrial y la meticulosa ingeniería de Sony, es un teléfono que varios estarían dispuestos a comprar sólo por su estética.

Si Sony usara menos palabras pomposas en su marketing y demostrara con más entusiasmo lo bien que sus equipos operan en la vida real, probablemente serían evaluados con otro lente. En este caso, un teléfono perfectamente recomendable es detenido por prometer mucho más de lo que consigue, a pesar de que el resultado final sea fantástico. El primer cañonazo de Sony en la guerra de los pixeles le salió por la culata.

¿Recomendaría comprarlo? Solamente si es a un precio igual o inferior al de un Galaxy S4 o un LG G2. Si alguien tiene la cantidad que cuesta el equipo sin subsidio de un operador, estará mejor gastando su dinero en el HTC One, a menos de que la cámara sea prioritaria, en cuyo caso el Nokia Lumia 1020 es mejor opción.

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