LG logró impulsarse a sí mismo de vuelta a la relevancia con el Optimus 4X, demostrando que es capaz de producir teléfonos de gama alta con la calidad suficiente para enfrentarse a pesos pesados como Samsung y HTC. La última apuesta de la archirival de Samsung en la primera línea es probablemente la mejor creación de LG a la fecha, pero ¿es suficiente para ganarse un espacio en el buque insignia?
LG al fin se gradúa en diseño
El Optimus G es un equipo que consolida la estética de LG en el campo móvil, entregando al fin coherencia en el lenguaje de diseño y diferenciación con la competencia. Con una construcción completamente sellada a ambos lados por vidrio —levente cromado en la parte trasera— y rodeado de un borde metálico, el teléfono tiene un acabado muy elegante y sobrio. El lente de la cámara principal sobresale un poco y, a pesar de no parecer muy durable, es bastante robusto.
Lamentablemente, el resto del teléfono no es igualmente resistente a rayones y caídas, y de hecho no tiene Gorilla Glass, por lo que los usuarios deben ser realmente cuidadosos en su manipulación. Este smartphone es particularmente delgado y liviano, al punto en que no se siente para nada en bolsillos, lo cual es muy agradable. Sin embargo, puede ser un poco resbaloso al sostenerlo en las manos.
Su pantalla IPS de 4,7 pulgadas imposibilita el uso con una sola mano, pero la calidad de imagen está entre las mejores en un dispositivo móvil. No se distingue separación alguna entre el vidrio y la imagen, los negros son profundos y reales, mientras que los colores más fuertes tienen el tono perfecto en su justo brillo y contraste. Los ángulos de visión son casi perfectos, demostrando que las pantallas son realmente el fuerte de LG. El set se cierra con los tres botones capacitivos al inferior, que son muy parecidos a los del 4X: poco intrusivos y agradables de usar.
Los botones físicos, de volumen y bloqueo/apagado del teléfono están ubicados a izquierda y derecha respectivamente. Tienen el problema de ser demasiado similares en forma y tamaño, haciéndolos fácilmente confundibles. Peor aún, el controlador de volumen es también el gatillo de la cámara, y muchas veces la confusión puede llevar a perder una toma por bloquear el teléfono accidentalmente en lugar capturar la fotografía, una ocurrencia muy común durante su uso.
Rendimiento y batería sin compromisos
Con un procesador de cuatro núcleos Snapdragon S4 Pro, un GPU Adreno 320, 32 GB de almacenamiento y 2 GB de RAM, es un poderoso y vigente equipo en el apartado técnico, capaz de ejecutar Android 4.1 con varias aplicaciones a la vez y los juegos más demandantes sin tener ningún tipo de incidente. Además, soporta 4G LTE para cuando entre en funcionamiento la red. La batería es de 2100 mAh, y la verdad es que su rendimiento es espectacular. Suficiente para soportar un día completo en alta exigencia e incluso con WiFi encendido. El modo-Eco ayuda también, administrando los núcleos del procesador para favorecer la durabilidad.
Sonido con sorpresas
El parlante es muy fuerte y la calidad de sonido bastante buena. Pero realmente lo más destacable en el apartado de audio, son los audífonos in-ear que vienen en la caja junto al teléfono. La calidad de sonido de ellos es inigualable por cualquiera de los líderes de la industria: ni Apple, ni Nokia, ni Samsung ofrecen tal claridad y potencia de audio en sus productos. Su diseño es de aluminio y utilizan un cable plano que evita que se enreden, que se agradece bastante. Salvo un muy intrusivo logo de LG en cada uno de ellos, no hay razón por reemplazarlos por algunos de mayor costo. Los reproductores de audio y video integrados están optimizados para utilizar Dolby Mobile, que en la mayoría de los casos ofrece una correcta ecualización.
13 de los mejores megapixeles
La cámara principal de 13 megapixeles es una grata sorpresa. Entrega una fotos con muy poco ruido de noche y que captan con poca pérdida de color incluso en ocasiones de baja luz. En el día —excepto cuando está muy nublado— las imágenes son claras y definidas. Las tomas cercanas son las más beneficiadas por la cámara, especialmente primeros planos en modo macro, aunque el autofoco vuelve a su posición predeterminada demasiado rápido. La cámara frontal en tanto no es ninguna maravilla, pero no tiene mucho uso más allá de la ocasional conversación en Skype.
Software que no estorba
En el aspecto de software, los agregados de LG son muy poco intrusivos y realmente no interfieren con las funcionalidades principales de Android 4.1. La única aplicación que realmente destaca es Quick Memo, que permite tomar notas sobre cualquier cosa que estemos viendo en la pantalla y luego guardarlo como imagen.
En resumen
Este equipo hace que uno quiera apoyar a LG en su cruzada por competir con los grandes. El LG Optimus G es un tope de línea construído con una gran atención al detalle y con esfuerzos puestos incluso en asuntos que normalmente se perdonan u omiten —como los audífonos— y por lo mismo extraña su poca atención en el aspecto de resistencia y durabilidad. A pesar de eso, lo tiene todo para ser considerado al lado de los líderes del mercado.
Una combinación de software poco intrusivo con hardware de gran calidad, es una alternativa para quienes no se sientan cómodos con interfaces saturadas como la de Samsung o muy disruptivas como la de HTC, y que aún así quieran sistema operativo Android.
Entonces, ¿para quién es el Optimus G? Bueno, lo cierto es que a un precio competitivo como el que tiene hoy en el mercado, el insignia de LG es perfecto para el público ejecutivo que requiere un aparato poco llamativo pero altamente funcional. Aquellos interesados en una buena cámara y consumo de contenidos multimedia también tienen mucho que querer de este teléfono, el mejor jamás creado por la surcoreana.
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