Saquémoslo del tintero inmediatamente: los videojuegos de fútbol no funcionan con las mismas reglas que el resto de los géneros. Son títulos que no viven y mueren sólo por su jugabilidad, al menos no para los fanáticos. Desde hace más de una década que la misión de estos ha sido capturar la cultura y atmosfera que rodea al fútbol.
No es azar que se jueguen desde la perspectiva del espectador, que hayan comentaristas, y que poseer las licencias de los clubes sea tan importante. Lo cierto es que los fanáticos del fútbol —no los fanáticos de los videojuegos— quieren sentir que están en control de los equipos, tal como critican al director técnico cuando su club rinde mal, quieren poder hacer los cambios y controlar la estructura.
Esa base cultural es el framework sobre el cual FIFA está construido, y en los últimos cinco años la ejecución ha sido espectacular. Pero la pregunta que subyace es ¿existe realmente un juego sobre esa base? Y la respuesta corta es que sí. Hay uno muy bueno, de hecho.
FIFA 14 —al igual que sus últimos predecesores— es más que un juego. Similar a cómo los GTA desarrollan una ciudad como plataforma para experiencias de juego muy distintas y libres, FIFA es una plataforma con múltiples expresiones. Y para que dejemos de ignorar al elefante en la habitación: esa es la razón por la que el título de EA Sports gana año tras año el mano a mano con Pro Evolution Soccer.
Para aquellos que compran anualmente la franquicia, lo importante es saber que la fórmula en su escencia se mantiene. Los cambios principales son todos agradecidos, y ninguno es malo, pero no son grandes diferenciadores respecto de FIFA 13. Las animaciones de los personajes mejoraron, el análogo derecho permite un control más refinado de las jugadas individuales y ya no requieren la presión del gatillo izquierdo, y la inteligencia artificial del equipo realizará con más frecuencia lo que uno espera que hagan, raramente cometiendo errores de juicio.
Al mismo tiempo, los personajes se mueven más lento, entregando al jugador más tiempo para tomar decisiones. Libre de toda inteligencia artificial, un partido multijugador dejará en evidencia mucho más los errores de los humanos que antes. La introducción de varias ligas Latinoamericanas, como por ejemplo la colombiana o la chilena, será probablemente la introducción más agradecida por los fanáticos.
Utilizar Kinect en la versión de Xbox 360 permite dar algunas instrucciones al equipo al momento de lanzar tiros libres, cambios en la formación y también insultar al árbitro (lo cual tomará en cuenta para las sanciones), pero lamentablemente sólo puede activarse al jugar en inglés o con español de España, que es bastante incómodo para Latinoamericanos. Sin embargo, puede usarse como micrófono para encuentros en línea.
Los gráficos comienzan a sentirse un poco obsoletos, sobre todo a la luz de la renovación que sufrió el último PES, y en general a todas las maravillas que hemos visto a la actual generación lograr en los últimos años, pero es claro que el foco para EA ha sido priorizar la edición para las próximas consolas en ese apartado. La banda sonora sigue siendo un punto alto, los efectos de sonido y respuestas de vibración en el partido no decepcionan y la interfaz es increible. Los menús utilizan ventanas al puro estilo de Windows 8 o el inicio de Xbox 360, que salvo mínimos problemas de ejecución, son mucho más intuivas que antes (sobre todo para novatos).
El juego es de hecho más complejo que antes con las nuevas jugadas y movimientos posibles, sin embargo, EA Sports se ha vuelto demasiado talentoso en sus tutoriales y videos introductorios, que el control simplemente "tiene sentido" después de un par de horas con él. Luchar por la posesión del balón es épico y satisfactorio. La vibración y necesidad de realmente ejercer presión con los controles crea la sensación de que realmente alguien te está empujando el hombro, y esa es la tónica general de los controles. Y eso es importante, considerando que a diferencia de otros géneros, se espera que un videojuego deportivo se mantenga vigente al menos por toda una temporada.
Para quienes juegan por primera vez, la cantidad de posibilidades parece intimidante, pero funcionan de manera tan orgánica, que el usuario podrá pasar por todas y escoger sus preferencias a las pocas semanas.
Muchos dedicarán el año a jugar temporadas con su club favorito, el cual pueden decidir al comienzo del juego, lo que le entregará puntos en una tabla general que afecta el rendimiento del equipo con las actualizaciones semanales de las plantillas. Hasta la llegada de FIFA 15, y como ya es tradición, el juego recibirá actualizaciones semanales que tomarán en cuenta el rendimiento de los clubes en la vida real.
El modo en línea es inmensamente satisfactorio, porque permite jugar todos los modos y avanzar de igual forma que en juego individual. En todos los casos, el juego se enriquece y beneficia de la intervención de más jugadores humanos.
Es fácil ver a quienes que se la pasarán el año completo jugando nada más que Virtual Pro, el modo en que se controla un solo individuo en cancha, creando un personaje propio y avanzando en su carrera para alcanzar el equipo soñado. Es la modalidad que más hace brillar los refinados controles, gracias a la perspectiva íntima que entrega.
Y si bien no dejaría de ser un excelente juego hasta ahora, se estarían perdiendo el más grande acierto de EA Sports: El modo Ultimate Team. Para quienes no lo han jugado antes, es un apartado del juego en que se puede construir un equipo propio con futbolistas reales, los cuales se obtienen cambiando puntos por sobres que incluyen tarjetas de jugadores.
El concepto es lo más cercano a un juego de cartas intercambiables, y para obtener puntos se deben ganar partidos con el equipo, o bien se pueden comprar. Los sobres tienen personajes al azar, aunque sí están clasificados como bronce, plata y oro, cada uno incluyendo nombres de distinto talento. Para armar el equipo entran también otros factores, como la química entre jugadores y sus preferencias de posición. Esta se decide con los vínculos que existen entre ellos, por su país de origen y club del que provienen principalmente, y afecta el rendimiento general del equipo.
Jugadores frecuentes pueden importar su experiencia desde FIFA 13 anterior, así como el nombre de su club y otros detalles importantes. EA ha decidido permitir importar también los puntos comprados con dinero real desde un juego hacia el otro si es que no han sido usados, un gesto de respeto hacia los usuarios que no pasa desapercibido.
En Resumen
FIFA 14 continua su tradición de ser una plataforma para distintas clases de juego. Tiene tantas formas de jugarse que su relación de precio y calidad supera a su rival en kilómetros. Pero todo eso no tendría sentido si los controles y jugabilidad no estuvieran a la altura, pero afortunadamente para EA Sports y los fans, estos son el mayor acierto del juego. Para quienes ya experimentaron FIFA 13, hay pocas novedades de fondo. No es un título muy innovador, pero al mismo tiempo, no existe uno solo de los refinamientos y sutilezas de este año que sea un fracaso.
El juego ya está a la venta en todo el mundo. En el mercado Latinoamericano tiene un precio sugerido de US$60, con voces y textos completamente en español.
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- XBOX 360
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