Es claro: mientras más caros, tecnológicamente complejos y lujosos son los productos más fácil es que exploten en nuestras manos o que una pequeña caída arruine la gran inversión que realizamos en obtenerlos.

Y aún con mucho cuidado, los teléfonos, tablets y computadores portátiles van sufriendo el látigo del tiempo y algunas de sus teclas o funciones comienzan a responder de formas no tan certeras. 

El iPhone es uno de los más populares, y a la vez uno de los más cerrados a la hora de permitir que sea el propio usuario quien arregle los pequeños problemas del día a día.

Por lo mismo, el sitio especializado Gizmodo creó una guía para arreglar cosas tan típicas como una batería que ya no rinde como antes, o reemplazar el botón del "home".