Plegables: ¿por qué el Huawei Mate X está un año adelantado al Galaxy Fold de Samsung?

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Entramos a una nueva era en la historia de los smartphones. Pero, ¿quién ha resuelto mejor los desafíos que suponía el desarrollo de un móvil plegable? A continuación repasamos los aspectos que, a primera vista, posicionan al Mate X por delante del Galaxy Fold.

Por Héctor Cancino, desde Barcelona. Las dos grandes estrellas de la semana en el mundo de los dispositivos móviles han sido por lejos los plegables de las dos compañías más innovadoras del último tiempo, las mismas que se disputan el liderazgo en cuanto a cuota de mercado en el mundo. 

El Galaxy Fold de Samsung y el Mate X de Huawei han impulsado a la industria móvil a un nuevo nivel cualitativo, dando los primeros pasos hacia una era que podría consolidarse en los próximos años como un segmento considerable, un poco más masivo de lo que presumen sus elevados precios.

Pero, ¿quién ha resuelto mejor los desafíos que suponía la creación y el desarrollo de un móvil plegable? A continuación repasamos los aspectos que, a primera vista, posicionan al Mate X, el teléfono de la compañía china, una generación por delante de su competidor surcoreano.

Una consideración importantísima antes de analizar este punto es que durante la presentación de ambos equipos, y en el mismo MWC, no tuvimos acceso a manipularlos. Los dos están resguardados por vitrinas que solo permiten apreciarlo desde unos 30-50 centímetros. Por lo tanto, aún quedarán muchos aspectos por resolver en cuanto al funcionamiento general de ambos modelos en posteriores reseñas. 

Pese a esto, con la revisión a los videos facilitados por las compañías en que sí se ve la manipulación de los equipos, además de la información respectiva a sus características, podemos hacernos una idea concreta en cuanto a su desarrollo.

PANTALLAS Y DISEÑO

El factor fundamental de análisis a la hora de hablar de la innovación plegable es precisamente el diseño. Revisar cómo resolvieron esta cuestión fundamental nos revelará en gran parte la capacidad de investigación y desarrollo que aplicaron en ambas compañías. Y es en esta línea cuando el Mate X saca ventajas.

Directamente ligado a la disposición de las pantallas, el Mate X está un paso por delante pues resuelve de manera más sencilla, elegante y efectiva el acceso a ellas. No se da vueltas de más, no necesita accesorios externos y puede ajustarse a lo que quizás la mayoría de la gente se imaginaría de lo que sería un smartphone plegable antes de conocerlos.

En el caso del Mate X, las pantallas están expuestas, hacia afuera. La cara frontal posee una display OLED Fullview de 6,6” (2480x2200) que lo alinean con los diseños más vanguardistas de los smartphones tradicionales. De hecho, va un paso más allá, pues ni siquiera necesita de una muesca o gota para una cámara selfie.

La parte posterior es la clave de esto, pues esta sí tiene un panel lateral donde se incluye un lector de huella dactilar y las tres cámaras Leica. Ese bloque le resta espacio, pero parece ser lo justo, pues solo disminuye (de 6,6”) a 6,38” el tamaño de la pantalla. Para hacerse una idea comparativa, el iPhone X Max tiene 6,5”.

Finalmente, con el panel extendido, el Mate X alcanza las 8”, que gozan de libertad plena gracias al sacrificio de la cara trasera. Tenemos entonces una pantalla completa, sin gotas ni muescas ni bordes. El único pero que podemos plantearle a este diseño es el aspect ratio de 8:7,1, mucho más cuadrado de lo que sería una tablet tradicional, lo cual puede afectar en la visualización de contenidos o videos horizontales, por ejemplo. 

En la otra vereda tenemos al Galaxy Fold. Como decíamos anteriormente, aquí no todo es tan sencillo ni lógico a simple vista. Aunque celebramos la innovación durante su presentación, el diseño de las pantallas palidece contrastado con el Mate X. En la cara frontal, con el equipo plegado, tenemos un display HD Super Amoled de tan solo 4,6”, pese a que las dimensiones del equipo son propias de un móvil sobre las 6”; esto evidencia unos bordes extremadamente grandes en la parte de arriba y abajo.

Ahora queda destaparlo. Ahí nos encontramos con el display desplegado: una pantalla Dynamic AMOLED de 7,3”. Es más pequeña que la del Mate X, tiene una resolución menor (1536x2152), y luce una proporción con ratio 4,2:3, es decir, luce levemente menos cuadrada. Otra desventaja notable aquí es su notch, que como se aprecia en la imagen, cubre buena parte de la esquina derecha superior.

EL DESAFÍO DEL PLIEGUE

El doblez de los equipos es otro aspecto fundamental. Ya vimos que el primer desarrollo popular de teléfonos plegables, el Royole FlexPai, cumple con la pantalla flexible pero deja mucho que desear al doblarlo, pues queda un espacio muy grande en la curva bisagra.


 

Huawei, por el contrario, parece haber resuelto muy bien este particular. Y no fue de casualidad. Según revelaron durante la presentación del Mate X, la clave fue una ardua investigación de tres años que derivó en la denominada ala de halcón. Esta bisagra que, imaginamos significó una inversión de varios ceros, además de la inclusión de unos cien elementos, permite que el equipo se cierre de manera prácticamente perfecta, pues el pliegue no deja ningún espacio y termina siendo totalmente plano. Como diría Thanos, perfectamente equilibrado. Además, luce suave y elegante, con grosor más que aceptable para tratarse de dos partes: 11 milímetros. 

Samsung, en tanto, se posiciona en un punto intermedio entre los dos antes mencionados. Claro está, mucho más cerca del Mate X que del Royole. Si bien el pliegue del Fold luce elegante, no está al nivel del Mate X, pues aún así deja un espacio que se refleja en líneas no del todo paralelas entre ambas partes. Bien para ser su primer desarrollo, pero insuficiente para liderar en este apartado. Tampoco reveló las dimensiones de su equipo, pero parece difícil que pueda ser más delgado que los 11 mm del Mate X.

CÁMARAS

Analizando esta apartado, desde el punto de vista del diseño, tenemos diferencias notables. Nuevamente, el Mate X saca ventajas por la sencillez y la eficiencia. No podemos juzgar la calidad de las fotografías que sacarán, no lo sabemos, pero sí la practicidad de estos elementos. El contraste es evidente.

El Fold de Samsung incorpora ¡seis cámaras! Pero ojo, que de ese más, no todas son para potenciar la calidad de la toma fotográfica. Más bien, se llega a esa cantidad por necesidad, pues por el diseño del equipo y sus distintas caras, necesitan ponerle en tres sectores. Casi para marearse.

Primero, tenemos en la cubierta frontal una cámara. Al interior, con el equipo desplegado, dos más, en el notch que antes mencionamos (las que harían la función selfie). Finalmente, la parte trasera es la más desarrollada con una triple cámara, la mejor y principal, suponemos. 

Lo del Mate X es mucho más funcional. Es cierto, pierde un poco de estilo en la cara posterior con la mencionada barra lateral. Pero es un sacrificio que vale la pena pues ahí pone todas sus cámaras: las tres Leica. Estas mismas son las que te servirán en todo momento. No necesitas poner otras en otro lado y son las mismas que te sirven para sacar fotos al estilo selfie. Gracias al efecto espejo que se genera con las dos pantallas, teniendo el equipo plegado, incluso podrás ver cómo luces mientras enfocas, antes de capturar la imagen.

FUNCIONALIDAD

Naturalmente, el diseño trabaja en función de la navegación e interacción del teléfono. Siguiendo con Samsung, si bien no parece la solución más óptima la disposición de las pantallas, sí logran interactuar eficientemente a primera vista. La primera sirve como una entrada. Al abrir el Fold, inmediatamente el contenido se adapta a las 7,3”.

Además, cuenta con triple app multitasking con aplicaciones programadas en conjunto con Google y Facebook. Es decir, puedes dividir en tres la pantalla principal. Ver algún video en Youtube, hablar con algún contacto, y buscar en Google más información sobre el contenido de lo que miras. Es decir, dentro de su sistema, todas las partes interactúan bien.

Por el lado del Mate X, como es lógico, puedes dividir la pantalla en dos. No sabemos muchos detalles aún de la interacción entre ambos contenidos, pero luce más simple la navegación en él y la división con dos pantallas sobre las 6” a la mano.

EL PLUS DEL 5G. El gran tema del congreso este año ha sido conectividad con casos más concretos de disponibilidad 5G. Por primera veces, los fabricantes de teléfonos móviles se suman a este ecosistema habilitando modelos capaces de recibir las señales de esta red. LG, XIaomi, Huawei y Samsung, por nombrar algunos, tienen equipos con estas capacidades.

Pero más allá de que aún no tengamos redes comerciales disponibles, este es otro punto a favor del Mate X sobre el Galaxy Fold. El equipo de Huawei ya viene listo y será compatible con la red 5G. Se puede argumentar que no es un plus ahora, precisamente porque no hay una red habilitada aún, pero la gracia de esto es que la compañía china hace una promesa s futuro. Una vez que se lance la red, este año en los mercados más desarrollados, el usuario del Mate X no necesitará nada más y tendrá su smartphone habilitado para esto. 

Por su lado, Samsung no desarrolló esa compatibilidad para el Fold. No es que sean incapaces tecnológicamente, pues lanzaron un modelo de su reciente S10 con esta capacidad, pero claramente esta decisión pone a su smartphone por detrás del Mate X. El usuario que adquiera su Fold este año y quiera experimentar la próxima red 5G, no podrá hacerlo y tendrá que conseguir una segunda generación de dispositivo plegable, un eventual Fold 2, para vivir la nueva era de la conectividad.

CONCLUSIONES

Con estas consideraciones a la vista, es evidente la diferencia entre uno equipo y otro. Es cierto, se pueden analizar más variables, como por ejemplo la batería, donde el Mate X se luce con una carga súper rápida de 55W que promete alimentar el 85% en media hora. Pero la mayoría de las otras características se deben ver con pruebas concretas de ambos equipos. 

Pese a esto, no cabe duda del adelantamiento del Mate X. Está un año, una generación por delante del Fold. Si Samsung mejora el diseño de su tecnología plegable y de las pantallas, tendremos que esperar un siguiente modelo, y que seguramente, se parecerá mucho a la primera generación plegable que ya tiene Huawei. Lo mismo pasa con la comentada conectividad.¿Quieres 5G? Pues tendrás que esperar otro modelo.

Huawei logró desarrollar un teléfono más completo, lejos de lucir experimental. Lo de Samsung no es malo, en ningún caso. Está muy por encima de la innovación que ha presentado Apple en estos últimos años, por ejemplo. Pero en esta carrera de dos en 2019, quedó segundo. 

Pero ojo. Hay un aspecto final importantísimo. Si tuvieras el dinero, ¿cuál comprar? No podemos decirte eso. Es una decisión que deberías tomar tú mismo. El análisis expuesto se basó en la variable tecnológica o técnica que presentaban ambos modelos. A la hora de considerar la adquisición de alguno de estos dos entra a jugar inevitablemente el factor precio. Y aquí tenemos una diferencia notable en favor de Samsung.

Cierto, el Huawei es mucho más completo, pero eso significó también más investigación, más desarrollo y, por tanto, más dinero. No por nada, el propio CEO, Richard Yu, se mostró algo incómodo al hablar del valor de lanzamiento del Mate X. Son nada más y nada menos que 2.299 euros, es decir, unos US$2.600, que podrás desembolsar a mitad de año, sin fechas concretas aún (tampoco se sabe si llegará a Latinoamérica). En contraste, el Samsung Galaxy Fold fue anunciado en US$1.980 y estará disponible en abril e inicios de mayo, también en nuestra región.

Las cartas o, en este caso, los móviles, están en la mesa. Que comience el juego final.

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