El equipo resalta por su portabilidad, diseño y rendimiento, aunque su contraste y fidelidad en colores a veces le juegan en contra.

Esta semana pudimos conocer un nuevo tipo de gadget al que quizás no estamos acostumbrados entre smartphones y wearables. Hablamos del LG MiniBeam PH300, un mini proyector que puede parecer poco poderoso por su tamaño pero que sorprende al minuto de utilizarlo.

Uno de los puntos más altos de este equipo, es sin duda su diseño y portabilidad. Este proyector, que mide solamente 103-113 x 85 x 54-64 milímetros, puede ser transportado fácilmente en una mochila o un bolso de un tamaño normal. Además, gracias a su batería recargable que promete 2,5 horas de autonomía (que se cumplen), no necesariamente tiene que ser utilizado solamente en tu casa sino que también puede ser llevado fácilmente a otras partes.

Otro punto a favor en este equipo es su lector de archivos, similar a los que poseen los televisores con entradas USB, y que funciona a la perfección, muy rápido y con un uso simple desde primer momento. A este puerto USB se suma además un conector HDMI, que tampoco presenta dificultades en su funcionamiento y permite conectar el equipo, por ejemplo,  a una consola.

Los parlantes del mini proyector también son positivos dentro del equipo, que si bien solamente alcanzan los 2W, tienen un gran desempeño. En tanto, si esta opción no llega a ser suficiente, también se puede conectar un parlante externo a través de su salida mini plug.

En cuanto a los puntos no tan positivos del equipo, algo que sin duda le juega en contra a este mini dispositivo, y generalmente a otros tipos de proyectores en el mercado, es la fidelidad y calidad de los colores que presenta. Un punto en que claramente podemos ver esta falencia es en los rojos de la imagen, que al ser proyectadas, dan la sensación de difuminarse o quemarse, dejando de lado por ejemplo, los detalles de una polera de este tono.

Otro punto que hay que tener en cuenta al usar este equipo, es que no acepta todo tipo de archivos de video. Algo que no es raro en diferentes reproductores, y que definitivamente no juega como un gran punto en contra para el equipo, pero que sí debe ser considerado por el usuario.

Finalmente, algo que podría jugarle a favor a este dispositivo y que lamentablemente está considerado a medias en esta oportunidad, sería un tipo de conexión inalámbrica con dispositivos móviles. Hasta el momento, el proyector funciona solamente con conectores especiales para smartphones.

En resumen, el LG MiniBeam PH300 sin duda pasa la prueba. Es un equipo portátil, con buen rendimiento y un diseño elegante y minimalista que lo convierte en un de esos dispositivos que dejas a la vista de todos en el living de tu casa como una decoración más.

No obstante, tiene unos contados puntos en contra, no muy significativos, como el restringido formato para proyectar ciertos archivos de video o los detalles de imagen, que podrían no ser relevantes para un usuario común y corriente. Otro punto a favor, también puede ser su precio, que lo ubica como una alternativa alcanzable para quien quiera comprarse un proyector  solamente para uso ocasional, sea recreativo o incluso para el trabajo.