El mercado de los teléfonos inteligentes nunca ha estado más difícil. Y eso se nota al ver el nuevo modelo de compañía surcoreana.

Durante los últimos años, la gama alta de los smartphones se ha debatido casi exclusivamente entre los modelos Galaxy de Samsung y los iPhone de Apple. Y si bien, han surgido varios equipos que han querido hacerle la competencia, son pocos los que han logrado robarse el tercer puesto.

Este es el caso del LG G6, un teléfono que destaca por un diseño delicado, una gran pantalla de 5,7 pulgadas y un bajo peso (163 gramos). Este modelo deja de lado el concepto de equipos modulares, para apostar ahora por una pantalla alargada (tipo panorámica, con relación de aspecto 2:1) única frente a su competencia. 

De esta manera, el display ocupa un total del 80% de la parte frontal del equipo, un poco menos que lo que podemos ver con el Galaxy S8, pero de todas formas se plantea con una diferencia interesante. A esto de suma además un rendimiento perfecto, tanto en luminosidad como a nivel de color. Un punto que sin duda le juega a favor a este teléfono, especialmente para aquellos usuarios que suelen jugar con sus equipos o ver contenidos como series y películas.

A este display se suma además un marco metálico y dos placas de cristal en la parte delantera y trasera del equipo. Una característica que le entrega un diseño elegante, acorde al precio que alcanza en el mercado, además de resistencia tanto a agua como polvo con su certificación IP68.

En cuanto a sus aspectos técnicos, el teléfono tiene prácticamente las mismas características que otros dispositivos en el mercado. Es decir, un procesador Qualcomm Snapdragon 821, 4GB de RAM, el sistema Android 7.0, un conector USB-C y una batería de 3.300 mAh.

Sí, su chipset está atrasado en una generación. Sin embargo, esta decisión corresponde a una estrategia de la compañía para salir primero al mercado. Y mal que mal, es un procesador que no será el más nuevo, pero que es suficiente para incluso un uso intenso del equipo. El problema es, ¿qué tan buena idea pagar por un equipo de gama alta, que no cuenta con los últimos componentes del mercado? Una característica sin duda a considerar, por lo menos a nivel de su precio que es similar al de su competencia (sobre los US$900).

Finalmente, un último punto en el que destaca el LG G6 es su doble cámara. Una característica que tienen varios equipos en el mercado, pero que no deja de ser un punto diferenciador de este equipo, al menos con la gama media de smartphones.

Estos elementos funcionan sin problema, por medio de dos lentes ligeramente gran angular y dos sensores Sony IMX258 de 13 megapíxeles. En cuanto a su rendimiento en imágenes con poca luz, el equipo también llama la atención por sus buenos resultados, no los mejores del mercado, pero tampoco de baja calidad. Una característica que se puede explotar especialmente si sabes usar el modo manual de su cámara, que entrega diferente opciones pensadas para quienes conocen un poco más de fotografía, y conocen los elementos perfectos para sacar una buena foto.

¿Cuál es el punto malo de este equipo? Si bien no tiene nada que envidiarle a los otros líderes del mercado, este teléfono parece querer parecerse mucho más a ellos que diferenciarse. Y si bien su pantalla panorámica puede contar como un intento en esta línea, no es suficiente para destacar como un smartphone con una personalidad única.

Sí, es un teléfono con un bonito diseño, un buen sistema de cámaras y un ratio de pantalla que podría marcar una tendencia en el mercado. ¿Es esto suficiente para elegir este equipo? Eso ya queda en manos del usuario, porque lamentablemente para LG su competencia no está precisamente en Apple o Samsung sino que en todas las empresas que quieren quitarle el tercer lugar en el mercado. Y con ellas, la pelea sí que es estrecha.

*Crédito imagen: TechStage / Flickr