Orange San Diego se llama el primer teléfono que utiliza un procesador Intel. Se trata de un aparato potenciado por Android -que de seguro no va a dejar contentos a sus socios de Microsoft- de gama media.

El equipo trae un procesador Intel Atom Z2460 CPU, que utiliza una versión mejorada de la tecnología que ya conocimos en los antiguos netbook que estaban potenciados por dicha linea de productos. Tiene además 1 GB de RAM, pantalla LCD de 4 pulgadas con resolución de 1024 x 600, cámara de 8 megapixeles con flash, puerto microSIM y entrada mini-HDMI, lo que lo posiciona dentro de lo mejor del rango medio. El equipo utiliza la versión Gingerbread del sistema operativo con actualización opcional a Ice Cream Sandwitch.  La batería, según Intel, debería durar 10 horas.

Según las críticas, el procesador de un nucleo de este teléfono llega a competir con algunos dual-core, pero no podrá ejecutar procesos muy complejos como juegos 3D de gran escala o aplicaciones de alto rendimiento. De todas maneras, puede ejecutar de buena forma la mayoría de las aplicaciones utilitarias de uso común.

El equipo estará disponible sólo en Estados Unidos y el Reino Unido por ahora a un costo aproximado de US$300. Ciertamente no es el lanzamiento con bombos y platillos que se esperaría cuando un gigante entra a un nuevo mercado, pero proablemente es un paso incremental para Intel.