El teléfono destaca entre la gama alta por su diseño y su potente cámara. Sin embargo, su batería y su interfaz no convencen del todo.

Huawei ha tenido un año brillante. De ser una marca probablemente conocida por pocas personas, este fabricante chino de smartphones ha desplazado a otras compañías más tradicionales para ubicarse durante 2015, en el tercer puesto de ventas de equipos a nivel mundial.

Esto no ha sido gratuito. Una buena parte de este éxito no ha sido solamente la presencia de esta compañía en el enorme mercado chino sino que también la evolución de sus equipos de gama alta, específicamente su nuevo smartphone Huawei P8.

Uno de los detalles que destacan inmediatamente en este equipo es su diseño. A ese nivel, el Huawei P8 no tiene absolutamente nada que envidiarle a modelos como el iPhone 6 o el Galaxy S6. Su estructura de aluminio le da un acabado elegante al equipo extenso, mientras que sus puntas redondeadas entregan una facilidad para usar el equipo. Sin embargo, a pesar de la buena apariencia de este material a veces se siente resbaladizo en las manos.

Lamentablemente, a nivel de rendimiento el equipo no resalta como sí lo hace en diseño. Esto no significa que tenga un mal funcionamiento, sino que lo pone dentro del estándar de competencia de su gama. Aunque es rescatable destacar que la compañía decidió optar por su propio chipset, algo que no es común en otros equipos.

Otro elemento que no resalta especialmente es su batería, que tiene un uso promedio, superior a los equipos iPhone pero similar a otros dispositivos Android. Lo mismo sucede con la interfaz de Huawei para Android, que no es tan invasiva como podemos ver en los dispositivos de otras compañías, pero que no entrega un uso tan intuitivo y peca de tener un exceso de programas.

No obstante, un punto donde el P8 vuelve a llamar la atención es sin duda su cámara. Dentro de este elemento, el smartphone utiliza componente Sony por primera vez, lo que le entrega desde menor ruido hasta mejor rendimiento en condiciones de poca luz. El teléfono también presenta buenos resultados en capturas macro y su opción para crear imágenes con líneas de luz hace que resalte frente a los modelos de la competencia.

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Otro punto interesante es su capacidad WiFi+, que se encarga de elegir la red de forma automática y cambiar entre datos o WiFi según la calidad de la señal. Un opción todavía no está adoptada como estándar en el mercado y que llama la atención en este modelo.

En definitiva el Huawei P8 es un teléfono que destaca, no sólo por su diseño sino que también por componentes como su cámara, que a veces son el punto vital de elección entre un equipo u otro para los usuarios. Ambos elementos explican que hoy en día la compañía se encuentre en el tercer lugar en ventas a nivel mundial.

Sin embargo, detalles como su interfaz y su batería hacen precisamente lo contrario. El nuevo P8 no resalta inmediatamente del resto de sus competidores, en una gama que es muy compleja, y es finalmente estas pequeñas fallas las que lo hacen mantenerse en el puesto número 3 y no subir al segundo o primero como Apple y Samsung. No obstante Huawei ya ha mostrado que puede mejorar sus smartphones rápidamente, como logró este año, y puede ser que en unos años nos presente una gran sorpresa que todavía no esperamos.