El último equipo premium de Huawei vive una situación particular. Por un lado, combina una serie de características muy avanzadas. Pero, por otro, se enfrenta a todas las limitaciones propias del veto que impide su relación con Google. Entonces,¿vale la pena usarlo?

Tan cerca y tan lejos a la vez. Este cliché refleja en buena parte la experiencia de “poseer” al día de hoy un Huawei Mate 30 Pro. Un smartphone lleno de bondades en su fabricación, pero mermado por las licencias de software. Es un automóvil de lujo y con suprema potencia, pero limitado a circular por barrios acotados a escasa velocidad. 

Claro, esta frase que resumen un análisis puede ser algo capciosa, pues -en efecto- no es posible adquirir este teléfono oficialmente en nuestra región ni en otros mercados occidentales. Huawei lo sabe. Ahora bien, pese a que no está siendo comercializado, sí hemos tenido la posibilidad de probar la mano de la empresa con el primer teléfono de alta gama presentado tras el veto del Gobierno de Donald Trump a compañías chinas. Es decir, con las respectivas restricciones de acceso al software y los servicios de Google.

Los límites 

Para estos efectos, la prohibición de colaboración entre Huawei y Google se manifiesta en dos planos. El primero, la inclusión del sistema operativo Android 10. El segundo, la disponibilidad y acceso a los servicios de Google, es decir, las aplicaciones soportadas por el gigante de Mountain View. 

En cuanto al primer punto es casi imperceptible en la experiencia de uso, pues Huawei dispone del proyecto Open Source de Android, es decir, la base del sistema operativo disponible para todo el mundo, una especie de maqueta que permite su replicación. Además se cuenta con EMUI 10, la capa de personalización de Huawei que incorpora las últimas novedades y funciones que potencian la experiencia.

Respecto al segundo ítem, sí tenemos los problemas que todos podíamos imaginarnos. “Vivir” sin acceso directo a Gmail, Youtube, Maps, Hangouts, Drive, Fotos y, por supuesto, la Play Store es un desafío realmente de marca mayor para los usuarios de esta parte del planeta. Es una muestra evidente de la influencia de Google en nuestro comportamiento digital. Aunque a algunas de ellas se puede acceder por la web mediante algún navegador, claramente no es lo mismo.

Más allá de los planes de Huawei para salvar esta situación, como potenciar su ecosistema de desarrolladores y tener avances concretos de su propio sistema operativo, la consolidación de estos apunta al mediano y largo plazo, por lo que no son viables para relacionarlos con el Mate 30 Pro. 

Claro está, lo descrito hasta ahora escapa de las responsabilidades y posibilidades de la compañía china, pues todo radica en un contexto político y económico a nivel de gobiernos donde los principales afectados están siendo los usuarios. 

Entonces, más allá de este drama, ¿qué encontramos en el Mate 30 Pro? Este smartphone te brinda una inmediata sensación de sofisticación gracias a un diseño que resalta la pantalla y que integra bordes curvos más pronunciados respecto a otras ediciones de la empresa china. 

Sin embargo, aunque la apariencia atrae, la manipulación del equipo puede generar algunas dudas. La curvatura de los bordes laterales hace difícil la toma del equipo y además puede generar constantes toques involuntarios que afecten la navegación. Algo similar sucede con la eliminación de las teclas de volumen. Este se maneja ahora de forma digital, activándose la barra de control con dos toques en los laterales del equipo. Para hacerlo de buena forma, requerirá casi siempre que uses tus dos manos y estés mirando el móvil, algo que no es necesario con las teclas tradicionales. Quizás la apuesta está en línea con la tendencia de los audífonos con controles propios que suplan esta función.

El salto cualitativo: boom multimedia

Respecto a la experiencia de visualización, esta sí logra dar un salto importante y se destaca por sí sola. En definitiva, es una pantalla con tecnología Flex OLED en 6,53 pulgadas que además es capaz de emitir parte del sonido del equipo. Aunque la mayor parte del mismo se sienta justamente en la cara trasera del teléfono con evidentes vibraciones que pueden distraer en ciertos momentos y también reducirse el volumen al tener el equipo acostado en alguna superficie.

Donde encontramos todas las garantías de funcionamiento es en sus características relacionadas al hardware. Aunque todas estas se potencian con la integración “Inteligente” del nuevo procesador octa-core Kirin 990, el Mate 30 Pro entrega por sí solo un rendimiento sobresaliente con una RAM de 8GB y almacenamiento interno de 256GB. Sumado a eso tenemos una batería de 4.500 mAh y lo mejor, una súper carga rápida de 40w que en pocos minutos deja el teléfono listo para enfrentar una jornada completa de trabajo o actividades.

Sin embargo, el mayor diferenciador de este equipo es su gran capacidad para la grabación de videos. Es cierto que los smartphones en general se han concentrado mucho más en las cámaras para fotografías. El mismo Huawei ha venido destacando por eso, integrando constantes innovaciones en este aspecto como el zoom 50x y el ultra gran angular. 

Pero ahora las luces se la roba la cámara de video, gracias a un sistema SuperSensing Cine Camera que es capaz de grabar videos en cámara ultra lenta a 7680fps, es decir 256 veces más lento. A modo de referencia, la misma cámara indica que ese modo es ideal para momentos explosivos y realmente, es ridículamente lenta. Como referencia puedes seleccionar el modo 32x que es ideal para copos de nieve y gotas de agua o en 64x para captar objetos que se mueven realmente rápido.

Además de eso, el sistema de la cámara integr aun sensor de luz con ISO máximo de 512000, extraordinariamente alto, ofreciendo un rango dinámico extendido en los videos; a eso se suma también soporte para videos en 4K en timelapse y con ultra gran angular en condiciones de baja luminosidad. Es decir, con un poco de práctica o si eres un camarógrafo experimentado, puedes hacer tomas realmente como si fueran profesionales.

En cuanto a la fotografía, con la inclusión de las cuatro cámaras en el “halo” o anillo metálico de la parte trasera, obtenemos grandes resultados. Se compone de un lente gran angular de 40 MP más una ultra angular también de 40MP; un lente telefoto de 8 MP y la cámara TOF 3D que ayudará a optimizar la profundidad de campo. Acercándonos a fin de año veremos el resultado de más tomas hechas con este equipo y otros de gama similar para comparar sus capacidades y tener referencias en estos campos.

Con estas consideraciones sobre la mesa, la experiencia de uso con el Huawei Mate 30 Pro nos deja un sabor agridulce. Como lo comentábamos, tenemos un equipo que por sí solo ofrece una gran cantidad de prestaciones premium que se perciben de manera evidente en pocos minutos de familiarización con él. Sin embargo, es obvio que sin los servicios de Google, la experiencia queda incompleta. 

Hoy por hoy no es viable la comercialización de un equipo así, por eso es más que necesario seguir de cerca las novedades en las negociaciones que se desarrollen entre Estados Unidos y China y esperar que se desbloquee el veto a Huawei. Sin embargo, con la presentación del Mate 30 Pro, la compañía parece estar dando una señal clara: “Seguimos activos y podemos hacer un excelente trabajo no importando los factores externos”. Ahora bien, el desafío está planteado: ¿será suficiente?