Ubicado en el centro absoluto de toda la conferencia, el PlayStation 4 es la atracción principal de Festigame 2013, evento donde hace su debut a nivel Latinoamericano y entrega por primera vez la posibilidad de jugar al público masivo. La consola de próxima generación ha sido ya celebrada en redes sociales por los fanáticos debido a su enfoque centrado en videojuegos en contraste con la estrategia de desplegar un dispositivo multimedia que está impulsando Microsoft con su próxima consola.

A primera vista, no es muy distinto a un PlayStaton 3 cuando se refiere a temas estéticos, ya que mantiene un tamaño similar al primer PS3 que salió hace más de 7 años, y es presentado de preferencia de pie. Al dar una inspección más detallada, se notan los bordes angulares que son mucho más visibles en fotografías que en vivo y en directo. En general es una consola muy sobria y discreta.

En los diez minutos que pude usar el PS4 —cuya fecha de lanzamiento será revelada la próxima semana— el cambio más notorio no estuvo ni en los videojuegos, ni en el dispositivo mismo, sino que en el control. Con su nuevo DualShock 4, aunque siga manteniendo la clásica estructura de los análogos abajo y la cruceta arriba, presenta los mayores cambios a la fórmula desde el PSX. Al centro, un panel táctil similar a un touchpad de laptop y la eliminación del start y select, justifican el mayor largo del periférico. Además, la superficie donde están los botones de Triángulo, Cruz, Cuadrado y Círculo ahora es más plana. En general, el control es un poco más pesado, permitiendo un agarre más seguro.

En lo personal, nunca me ha gustado mucho que ambos análogos se ubiquen abajo en el control, y eso no cambiará con la nueva consola. Pero sí hay que destacar que en esta ocasión el sensor de movimientos es mucho más preciso. Al jugar DriveClub, es perfectamente posible tener una experiencia de simulación muy cercana a un volante real. En términos prácticos, esto es posible porque el control incorpora los mismos sensores que están presentes en PS Move, junto con un muy buen sistema de vibración y force feedback.

En la demostración no era posible acceder a los menús, y el botón de compartir también estaba desactivado, por lo que fue imposible probar la superficie táctil. A los gatillos les sigue faltando el impacto y retroalimentación que sí ofrecen los mandos de Xbox 360, y aunque sigo sin ser un convencido de los controles de Sony, el mando de PlayStation 4 es el mejor que ha sacado la compañía desde que fabrica consolas.

Los gráficos de Knack y DriveClub son bastante competentes y entregan efectos visuales novedosos, aunque nada que provoque un verdadero efecto 'wow'. Por ahora, están a la par con la más alta gama en PC, pero si la tendencia en últimas dos generaciones anteriores es un indicador, deberían mejorar exponencialmente durante el primer año después del lanzamiento, y ciertamente el hardware da para mucho más.

Pero si hay algo que vale la pena destacar, es que los juegos son fluídos y suaves, probablemente funcionando a 60 cuadros por segundo. Si no es así, lo hacen a un número muy cercano. Es una diferencia enorme con la generación pasada, donde practicamente todos los juegos funcionaban clavados en los 30 cuadros por segundo. Se hace evidente sobre todo para jugadores que no han tenido la oportunidad de comparar un mismo juego en PC y en su consola.

Sony no decepciona con su nueva consola, siendo un dispositivo que, a juzgar por sus especificaciones técnicas, está preparado para soportar varios años de vigencia. El hardware ha sido mejorado en aspectos clave, aunque el software aún no revele hasta qué punto existe una evolución a su antecesora. Pero lo más importante, es que Sony construyó un producto muy pulido, sobre todo con el control. Aunque, siendo sinceros... aún no me gusta que ambos análogos estén abajo.