Este programa apuesta por un método clásico de enseñanza para aprender nuevos lenguajes mediante imágenes.
Por José María López para Think Big. Cuando nos enseñan a leer de pequeños, normalmente los libros o cuadernos con palabras y letras suelen venir decorados con imágenes que nos ayudan a asociar conceptos, palabras o grafías con un animal u objeto familiar.
El método no es infalible pero sí tiene su razón de ser, y es que, muchos recordamos mejor imágenes que conceptos abstractos en forma de texto. Así, la palabra gato asociada al dibujo de un gato, se nos quedará grabada en la mente con más facilidad que la palabra en sí.
De adultos esto también funciona de este modo. De ahí que, por ejemplo, en plazas de aparcamiento de grandes superficies comerciales, junto con el número de plaza y la planta, se incluya un dibujo. Tal vez olvides el número, pero recordarás la imagen.
Precisamente, por eso Drops apuesta por un método clásico de enseñanza para aprender idiomas mediante imágenes.
Para impacientes
La aplicación oficial de Drops está disponible en Android e iPhone/iPad y, en el momento de escribir estas líneas, nos permite aprender 29 idiomas diferentes.
En concreto, los idiomas disponibles son coreano, japonés, chino mandarín y cantonés, castellano (de España e Hispanoamérica), francés, alemán, holandés, italiano, ruso, portugués (europeo y brasileño), hebreo, árabe, turco, tagalog, vietnamita, indonesio, danés, sueco, noruego, islandés, húngaro, esperanto, hindi y, cómo no, inglés (americano y británico).
Así pues, las claves que diferencian esta app de las muchas disponibles en el mercado, como las populares Duolingo o Busuu, tienen que ver con dedicarle poco tiempo pero constante (unos 5 minutos al día) y aprender sin darnos cuenta, de manera visual y con ejercicios prácticos más parecidos a juegos que a tediosas tareas.
Otra de las características que introduce Drops es priorizar las palabras más empleadas en el idioma que estamos aprendiendo. En concreto, en sus más de 100 temas se enseñan más de 1.700 palabras frecuentes en el día a día.
En la práctica
Drops está pensado para todos los públicos. Es la ventaja de crear una aplicación simple por fuera e intuitiva, manejable por cualquiera que esté familiarizado con un smartphone o tablet.
Como es lógico, la primera vez que abrimos Drops se nos muestra una lista de idiomas. Seleccionamos el idioma o lengua que queremos aprender y el nivel que tenemos. En alemán, por ejemplo, pregunta si eres principiante o intermedio.
Las lecciones consisten en baterías de palabras que se nos muestran acompañadas de una ilustración, y su significado en el idioma que conozcamos. Además, mediante audio sabremos cómo decir en voz alta dicho vocablo.
Para saltar a la siguiente palabra deberemos deslizar la palabra aprendida hacia abajo.
Las palabras suelen repetirse, en orden o de forma aleatoria y cambiando la dinámica de juego: primero se asocia a una imagen, luego debemos elegir entre dos, y, finalmente, tenemos que componer la palabra sílaba a sílaba.
Mediante estas repeticiones, y prácticamente sin darnos cuenta, acabaremos cada lección sabiendo unas cuantas palabras aunque sea la primera vez que damos clases.
Cada 10 horas, aproximadamente, o según el tiempo de que dispongas, una nueva lección nos aparecerá en Drops para seguir practicando en franjas de 5 minutos.
A partir de cierto número de lecciones, se abrirá el Dojo o gimnasio, que es donde podemos aprender palabras más complejas.
En caso de que decidas suscribirte al servicio de pago de Drops, tendrás acceso al diccionario de la aplicación que crece con cada batería de palabras que aprendiste ese día. Así, puedes repasarlas de nuevo de manera ordenada en vez de repetir la lección.
Más detalles interesantes de Drops. Desde su configuración es posible elegir el objetivo que te ha llevado a aprender un idioma, como, por ejemplo, entusiasta, viajero, estudiante… Y en el apartado de estadísticas, verás tu progreso.
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