Tanto las empresas como los consumidores ya saben que esta tecnología tiene un mundo de oportunidades que ofrecer en cuanto a accesibilidad, conectividad, interacción e información.

* Por Fabian Bosquiazzo, CEO Softtek Chile

IoT se presenta se encuentra hoy en una etapa de efervescencia. Esto es así porque tanto las empresas como los consumidores saben que la tecnología tiene un mundo de oportunidades que ofrecer en cuanto a accesibilidad, conectividad, interacción e información. Desde el lado de las empresas, las nuevas posibilidades de entender comportamiento del consumidor y obtener mayor información para tomar decisiones a la vez de brindar productos y servicios que se adapten mejor a los consumidores también representa una ventaja a descubrir.  

Claramente vivimos en un tiempo donde se nos ofrece más, queremos más, y convertimos ese querer en necesidad. Somos testigos de que, en relativamente pocos años y con un claro programa de inversión, muchas ciudades en el mundo han logrado convertirse en las llamadas Smart Cities, y gobiernos como el de la India, se encuentran hoy declarando sus próximas 100 smart cities de los próximos años. Sin embargo, a pesar de que hoy se habla con frecuencia sobre este concepto, según la consultora IDC, hay 200 mil millones de “cosas” o dispositivos que podrían conectarse en la actualidad, aunque solo el 7% está conectado. 

El caso de Chile podría verse como excepción, o al menos como un escenario más conveniente para la oferta de soluciones “inteligentes”, debido a que su población se encuentra por arriba de la media en cuanto al interés en incorporar este tipo de soluciones, de acuerdo a un estudio del ConsumerLab de Ericsson el cual muestra que un 65% de los chilenos está interesado en experimentar con el concepto de “hogar conectado” versus el promedio mundial cuyo valor es del 47%. 

¡Chile, el momento es ahora!

En el contexto actual del país, en donde el crecimiento económico ha sufrido una desaceleración que no se vivía en años, podemos decir que estamos en una época en la cual el replanteo de nuestras estrategias de negocios se convierte en una necesidad, sea en forma de defensa o por tener un sentido de la estrategia de momento y oportunidad. 

En este sentido, IoT es uno de los espacios donde hay mucho por crecer y compensar la baja de servicios o empleos que pueden generarse en momentos de estancamiento económico. De hecho, son muchas las posibilidades que se generan detrás de la evolución del IoT. Por caso, con la aplicación de sensores, nuevas capas de software, hardware, canales y arquitecturas, podrá generarse una demanda que llevará a cambiar algunos de nuestros actuales empleos para crear otros nuevos. 

Por ejemplo, un gerente de producto tendrá la necesidad formarse para comprender cómo la evolución de loT cambiará la interacción de los productos con sus clientes. Por otro lado, se precisará de desarrolladores con experiencia en Cloud Software, así como arquitectos con experiencia en escalabilidad Cloud, por nombrar solo dos situaciones hipotéticas.  

En este contexto de demanda profesional específica será necesario que las universidades y escuelas técnicas hagan las adaptaciones necesarias a sus programas para ayudar a los estudiantes a incorporarse a la industria con una mente abierta y una manera de pensar creativa para la integración necesaria en software y hardware tanto en las soluciones IoT así como en los negocios de esta industria para aquellos con alma de emprendedores.

Augurando estos cambios, este año se realizaron dos eventos sumamente importantes sobre el presente y futuro digital en donde se habló de esta temática, como Chile Digital y el 3er Summit Pais Digital, con foco especifico en el IoT. 

Sin dudas, se trata de jornadas clave porque generan información y  conciencia sobre el desarrollo de este tipo de soluciones  tecnológicas. Es en estos espacios, donde se encuentran el gobierno, las empresas y las instituciones educativas para reflexionar y accionar para promover la innovación, que es un tópico clave para la agenda de un país en desarrollo.

Apto para todos

El IoT nos relaciona cotidianamente con los productos, dándonos información con el fin de tomar decisiones domésticas (un refrigerador dándonos avisos de la necesidad reponer determinados alimentos),  decisiones relacionadas a la salud (el uso de las fitband o relojes inteligentes), o con respecto las condiciones del tránsito o la mantención preventiva de nuestros vehículos, entre muchos otros aspectos y utilidades.

Las nuevas opciones de interacción que poseen estos productos son el nuevo add value de las empresas que los fabrican. Por este motivo, el nuevo escenario es una oportunidad muy evidente para los emprendedores tecnológicos que busquen cubrir las brechas que hoy pueden existir entre la demanda y la oferta en esos aspectos.

Por todo esto,  las organizaciones interesadas en adoptar este tipo de tecnologías necesitarán destinar tiempo y presupuesto al análisis y desarrollo de estas soluciones en sus productos y servicios, buscando vencer la tendencia de realizar esto sólo cuando otras prioridades no tomen su lugar. El famoso “I+D +I” (Investigación, Desarrollo e Innovación) no puede ser un concepto teórico, sino practico en el desarrollo de nuestros negocios. 

Comprender el comportamiento del consumidor en esta nueva revolución digital será la pieza que permitirá realizar los cambios para la implementación de nuevos  diferenciadores que estarán conectados a un mercado que ya cambió.

Las investigaciones disponibles estiman que en el año 2020 existirán cerca de 50 mil millones de dispositivos conectados en el mundo, es decir, 6 dispositivos por persona. Se estima que en este inmenso mercado, en esos años, se venderá 1 millón de IoT devices por hora.

Por otro lado, las compañías que hoy están invirtiendo en estos cambios tecnológicos prevén ofrecer más del 50% de sus productos y servicios en IoT en tan solo 3 años. Son números de muy corto plazo que nos tienen que hacer pensar y accionar rápida y ágilmente, y esto aplica a los empresarios, los profesionales de TI, los universitarios y los emprendedores.