"La PC hoy es un dispositivo de altísima relevancia en todos los sectores de la población, indispensable para mantenernos productivos, brindarnos mayor rendimiento y entretenimiento desde cualquier lugar".

*Por Giancarlo Benedetto, country manager de Chile y retail sales director de las Américas para Intel

Luego de los retos a los que nos enfrentamos como sociedad en 2020, que una PC sea considerada una herramienta fundamental de trabajo o estudio puede quedarse corto para la cantidad de usos que le dimos en un año donde la segunda preocupación de todos era estar conectados, en paralelo con la principal, que fue el cuidado responsable de nuestra salud. La PC hoy es un dispositivo de altísima relevancia en todos los sectores de la población, indispensable para mantenernos productivos, brindarnos mayor rendimiento y entretenimiento desde cualquier lugar. Estos usos relacionados con la movilidad y la conectividad, sin importar la edad o el lugar en el que se encuentre, son un hallazgo al que nos enfrentamos a lo largo de 2020. 

Este es uno de los principales aciertos de una investigación realizada entre agosto y septiembre del año pasado por solicitud de Intel e IPSOS para conocer cómo estaba cambiando el escenario de los consumidores de la PC en Chile. Luego de entrevistar a 300 personas, desde la Patagonia Austral hasta Norte Grande, se confirmó que antes del COVID-19 las PCs estaban empleadas como una herramienta de productividad y utilidad asociada con el “trabajo” entre los consumidores más comunes. Pero, desde el comienzo de la pandemia, cuando la tecnología comienza a jugar un rol fundamental permitiendo a las personas ser productivas, creativas y entretenerse desde su casa debido a las restricciones de aislamiento, se produce un alza en el interés de estos dispositivos, y se incrementan los requerimientos: duración de la batería, calidad de la pantalla y audio, son datos de interés que antes pocos consideraban.

Pero ¿qué estaban buscando los consumidores en este nuevo escenario? Para eso fue indispensable la oferta de dispositivos, siendo tanta como la variedad de demandas de los consumidores: diferentes perfiles con variadas demandas.

Se confirmó que las notebooks tuvieron un 76% de penetración en los hogares, considerado el dispositivo con mayor número de unidades en el hogar, dos a tres presentes en los de la clase alta.  

En cuanto a la experiencia de compra, vimos cómo el canal en línea ganó terreno. De acuerdo con el estudio, desde este canal, el 60% se inclinó por las PC gaming, un 57% prefirió los dispositivos móviles y un 46% los de escritorio.  

El “deseo de tecnología nueva o reciente” fue la razón principal para adquirir un nuevo dispositivo. Las cifras hablan por sí solas, ya que tal deseo se vio reflejado en el 64% de los compradores que concretaron una compra en los últimos seis meses; y en el 58% de los compradores activos, esos que tuvieron una intención de compra entre 1 y 3 meses, durante 2020.

Vimos cómo, entre los compradores, la generación del procesador, la marca y el modelo se encuentran entre las principales características que impulsan la decisión de compra por encima del almacenamiento, la capacidad de la memoria y el precio. 

Más que números, estos datos nos demuestran, una vez más, cómo la sociedad reconoce el potencial que tiene la tecnología para mejorar la vida y las experiencias de conectividad, productividad y entretenimiento.