Según un estudio del Peterson Institute for International Economics, compañías con al menos un 30% de ejecutivas tienen un 15% más de beneficios. Son cifras que no dejan lugar a dudas.

*Por Laura Eguren, Gerente técnica de Proyectos, Telefónica I+D Chile

Antes de meditar sobre la participación de la mujer en el desarrollo de tecnología, pensemos por un momento ¿qué es la tecnología? El desarrollo de tecnología consiste en la búsqueda de una solución a un problema.

En esta búsqueda la creatividad es parte fundamental del proceso. Se necesitan muchas ideas y diferentes, se necesita hetereogeneidad, equipos multidisciplinares con diferentes backgrouds, nacionalidades, edades y por supuesto géneros. Y este es un punto fundamental, ya que de no tenerlo en cuenta se corre el riesgo de acabar con lo que se denomina en psicología “pensamiento grupal”, una idea común, homogénea, siempre igual, sosa, es decir ausente de la disrupción suficiente para innovar.

Por tanto, parece que más allá de las razones obvias siempre esgrimidas, como que el talento y la inteligencia no conocen de género o que la desigualdad en este aspecto es injusta, el argumento de la hetereogeneidad parece suficiente para justificar la necesidad de más mujeres en el desarrollo de teconología. Ya son numerosos los estudios que demuestran que equipos compuestos por hombres y mujeres llegan a mejores soluciones.

También nos dice mucho que cuando se ha estudiado la relación entre rentabilidad y diversidad de género, resulta que aquellas empresas con mayor representación femenina en sus filas son el 100% de las veces más rentables que sus pares. Según un estudio del Peterson Institute for International Economics, compañías con al menos un 30% de ejecutivas tienen un 15% más de beneficios. Son cifras que no dejan lugar a dudas.

En conclusión, los datos nos dicen que las mujeres somos un asset relevante en el desarrollo de tecnología, sin embargo, todavía tenemos grandes barreras culturales que derribar, estereotipos injustos que cambiar y que inconscientemente dominan nuestras decisiones e interpretaciones de la realidad. Lo bueno es que cada vez más vamos tomando consciencia de esta realidad cultural que depende de nosotros mismos y que cada vez más debatimos sobre ella y sus consecuencias. 

Es este mismo ejercicio el que nos ayudará a cambiar y avanzar. Por eso desde el centro de Investigación y Desarrollo de Telefónica promovemos este debate así como actividades que promuevan la participación de la mujer en áreas STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) porque creemos y apostamos por el valor de la mujer en las mismas.