Para controlar el poder de la tecnología, cada compañía, independientemente del sector al que pertenezca, deberá modificar su cultura y fomentar, en esta era digital, la innovación y la disrupción.

*Por Ashesh Badani, Vicepresidente de Estrategia de Productos de Nube, Red Hat 

Muchas marcas establecidas, industrias tradicionales y comercios minoristas continúan aun enfrentándose a los desafíos que plantea la era digital y no logran aprovechar al máximo las nuevas tecnologías, como la automatización cada vez más sofisticada, la realidad virtual y la realidad aumentada. Es así como la revolución tecnológica se ha visto acompañada de una desaceleración en el crecimiento de las empresas más tradicionales.

Existe una tendencia de consumo secular a nivel mundial denominada “online first”, que ha llevado al consumidor a esperar un servicio más personalizado y proactivo, lo que demanda una tecnología cada vez más avanzada.

Al mismo tiempo, el auge de los servicios basados en la tecnología, ha dado como resultado una interacción mayor con compañías como Amazon, Facebook y Netflix, que dependen de la tecnología pero que no la fabrican físicamente, ni producen contenido en forma directa.

Esto apunta a una de las tendencias más importantes de la era actual: el surgimiento de las empresas basadas en software, que brinda a los clientes experiencias que nunca antes tuvieron disponibles.

El comportamiento del consumidor evoluciona a un ritmo que supera lo que muchas empresas son capaces de manejar. De esta forma, existen compañías tradicionales, de todos los sectores, que no logran ofrecer lo que sus clientes desean y esperan en la era digital. Y para las que no logran mantenerse al día, el impacto puede ser significativo.

Con el auge del consumidor con un poder cada vez mayor, el software se presenta como la llave del éxito de cualquier negocio y las empresas están adoptando cada vez más la tecnología como principal factor diferenciador.

En este contexto, los proveedores que ofrecen las herramientas y las plataformas de aplicaciones necesarias en virtud de una licencia de soluciones de código abierto, pueden ayudar a las compañías a desarrollar sus productos de plataforma digital y de “software como servicio” (SaaS), o a modernizar sus actuales aplicaciones. Esto permite a las empresas más establecidas, ser más ágiles y responder a las necesidades de los clientes con mayor efectividad, adquiriendo un enfoque más ágil y adaptativo frente al negocio.

El modelo SaaS ha tenido éxito porque brinda flexibilidad en la infraestructura subyacente, al mismo tiempo que aprovecha las inversiones en TI ya realizadas por la empresa. Esto ha propiciado el surgimiento de las compañías inmateriales o weightless companies, empresas capaces de lograr valuaciones elevadas con un personal y un capital mínimos.

La tecnología está cambiando la forma en que funcionan las empresas y esto genera tendencias importantes que pueden ayudar a las empresas establecidas a mantenerse a la vanguardia. Entre las más significativas se pueden destacar:

- Big Data: ha transformado a todas las industrias al ayudar a las compañías a comprender mejor a sus clientes y ser más proactivas a través del análisis profundo, no sólo para responder sino también para predecir las tendencias.

- Internet de las Cosas (IoT): En vista de la mayor cantidad de artículos etiquetados y el mayor volumen de información que se genera a diario, las compañías más inteligentes están siendo proactivas y están aplicando el IoT en diversos aspectos de su negocio. El poder conectar más dispositivos a internet, proporcionará a las empresas más información y la capacidad de mejorar la eficiencia y la efectividad de sus operaciones.

- Contenedores: se trata de un factor clave para las áreas de desarrollo y operaciones (DevOps) ya que promueve una relación mucho más estrecha entre diversos grupos, de modo tal que se puedan entregar las aplicaciones y los servicios con mayor rapidez para estimular la innovación. El concepto de la utilización de contenedores, fue desarrollado con el fin de lograr que el software funcionara de manera confiable cuando fuera trasladado de un entorno informático a otro, lo cual constituye un requisito crucial para DevOps.

Para controlar el poder de la tecnología, cada compañía, independientemente del sector al que pertenezca, debe modificar su cultura y fomentar, en esta era digital, la innovación y la disrupción. Las marcas deberían intentar generar un ciclo de innovación y eliminar los obstáculos internos. Más que nunca existe la necesidad de reunir a diferentes equipos dentro de la compañía para que colaboren y compartan sus ideas.

Para ayudar a que las organizaciones manejen esta transición cultural hacia una metodología digital y de “primero el software”, el rol que desempeñan los directores de informática es cada vez más el de orientar la estrategia de la compañía. Esta ampliación de su papel tradicional, constituye un paso necesario para garantizar que las organizaciones consideren a la tecnología como la columna vertebral de su estrategia y que no se queden atrás.

La transformación digital continúa y su ritmo ha ido acelerándose como resultado de la creciente globalización. Puede crear una gran cantidad de puestos de trabajo que nadie ha imaginado aún u optimizar la productividad de los trabajadores menos calificados en formas totalmente nuevas. Sin embargo, las marcas que no se adapten no sobrevivirán mucho tiempo. Las triunfadoras, serán las empresas que piensen en modo digital en todos los niveles.