Las nuevas tecnologías requieren de pautas claras de seguridad, transparencia y de una legislación que apalanque el desarrollo tecnológico, tornándose un eje fundamental en cualquier transformación y desarrollo digital.

* Por Ana Paula Assis, Gerente General de IBM América Latina

La economía digital está transformando radicalmente los negocios, los gobiernos, la educación y la sociedad sin límite alguno; reinventando nuestras vidas personales y profesionales a un ritmo exponencial. De acuerdo con IDC, para el año 2022, el 50% del PIB de América Latina se digitalizará, con un crecimiento en cada industria impulsado por ofertas, operaciones y relaciones mejoradas digitalmente.

Las tecnologías disruptivas nos permiten extraer correlaciones entre los datos, el nuevo recurso natural. Esto está generando beneficios nunca antes imaginados. En esta línea, la inteligencia artificial, la analítica de datos, la nube, blockchain e incluso la computación cuántica están redefiniendo profesiones e industrias, creando nuevas ventajas competitivas, democratizando el acceso a nuevas capacidades e impulsando el crecimiento económico.

Todas estas tecnologías y su impacto en la sociedad deben y tienen que ir acompañadas de pautas claras de seguridad, transparencia y de una legislación que apalanque el desarrollo tecnológico, tornándose un eje fundamental en cualquier transformación y desarrollo digital en cualquier ámbito.

En la era de los datos digitales, la sofisticación y el impacto de los ataques cibernéticos está creciendo exponencialmente. De acuerdo con un estudio de IBM y Ponemon Institute, el costo promedio mundial de una violación de datos puede llegar a US$3.86 millones de dólares y el costo promedio por cada registro perdido o robado que contenga información sensible y confidencial llega a $148 dólares. Es por esto que ninguna empresa puede mirar hacia otro lado y deben prepararse y blindarse ante la amenaza cibernética.

¿Y cómo prepararse para los eminentes ataques? Históricamente, los equipos de ciberseguridad se han centrado en la detección y protección contra incidentes digitales. Sin embargo, a medida que el panorama ha evolucionado, las organizaciones también están reconociendo la necesidad de ampliar su mira a diferentes áreas organizacionales:

-Involucrar a todos los niveles de la compañía: Ciberseguridad es una prioridad transversal. El liderazgo empresarial y tecnológico deben trabajar en conjunto para discutir los riesgos potenciales y encontrar soluciones que protejan la propiedad intelectual y las finanzas por igual.

-Incluir la inteligencia artificial en el corazón de la estrategia de ciberseguridad: La inteligencia artificial está cambiando el juego a la seguridad cibernética, analizando cantidades masivas de datos de riesgo, para acelerar los tiempos de respuesta y apoyar a los profesionales en su trabajo contra los ataques.

-Buscar al mejor socio que tenga total capacidad de darte soporte en todo el ciclo desde la información, prevención y detección hasta a la respuesta a los incidentes.

Mirando esa demanda, en abril, IBM inauguró su Centro de Operaciones de Seguridad en Costa Rica, que conta con una inversión de US$21M para expandir capacidades y continuar brindando servicios a centenas de clientes en América Latina y en el mundo en un régimen 24x7.

Esta expansión convierte al centro de operaciones de seguridad de Costa Rica en el más grande para la compañía en América Latina, agregando nuevos servicios como respuesta a incidentes y análisis forense, detección y respuesta administradas y X-Force Threat Management. Todo con inteligencia artificial IBM Watson por detrás.

Las amenazas cibernéticas son uno de los problemas más importantes de nuestra generación, oriundas de la reinvención digital que el mismo mercado está imponiendo a las empresas, gobiernos y ciudadanos.

Hacer de la ciberseguridad una prioridad transversal en los negocios, apalancando capacidades de inteligencia artificial y contar con el apoyo de un partner estratégico son ejes fundamentales para una cultura de reinvención digital estratégica y de valor a los negocios.