La Fuerza de Trabajo Digital ha ganado protagonismo, transformándose en una respuesta eficiente para diversas labores manuales y repetitivas, ejecutadas a diario por colaboradores de diversas organizaciones en múltiples áreas.

*Por Carlos Aguiar, Director de Automation Anywhere para Chile y Perú.

Cada vez que nos enfrentamos a un desastre natural o una crisis, ya sea sanitaria o económica, reaccionamos buscando herramientas y tecnologías que nos permitan lidiar con ellas. Si analizamos la historia, podemos ver la estrecha relación entre ciencia, tecnología y desarrollo social con los cambios de paradigma, los cuales surgen a raíz de grandes coyunturas como la que estamos viviendo, impulsando la innovación y redefiniendo completamente el entorno.

La crisis sanitaria actual ha puesto en evidencia la necesidad de responder a los nuevos desafíos de las compañías -trabajo remoto, manejos de stock, refinanciamiento masivo de créditos, cancelaciones y reprogramación de vuelos, entre muchos- automatizando procesos que permitan mantener la continuidad operacional.

En ese escenario, la Fuerza de Trabajo Digital (Automatización Robótica de Procesos + AI) ha ganado protagonismo, transformándose en una respuesta eficiente para diversas labores manuales y repetitivas, ejecutadas a diario por colaboradores de diversas organizaciones en múltiples áreas.

Los campos de aplicación de la automatización son infinitos… desde minería, pasando por manufactura, aerolíneas, servicios financieros, compañías de telecomunicaciones, hasta servicios esenciales de gobierno y salud. Y en todos ellos, Automation Anywhere ha puesto sus esfuerzos para apoyar a los trabajadores de primera línea.

Es así como junto a la OMS, en el Reino Unido, estamos automatizando el procesamiento de los formularios de casos de COVID-19, mientras en Chile iniciamos un proyecto de monitoreo de los proveedores de la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (CENABAST), a fin de asegurar la disponibilidad de medicamentos, insumos y equipamiento de toda la red de salud pública del país.

Los ejemplos son innumerables y están presentes en todas las industrias, independientemente del tamaño de éstas. La automatización de procesos, unida a la inteligencia cognitiva, nos permite hoy no sólo dar una respuesta rápida y eficiente a distintas necesidades empresariales, sino que nos propone un modelo real de transformación digital para las compañías.

Hace algunos años la consultora McKinsey pronosticaba que para finales de 2022, el 85% de las grandes organizaciones habría implementado herramientas de automatización. Esa cifra sin lugar a dudas ha aumentado en cifras que no podemos aún estimar, ya que uno de los efectos no esperados de la pandemia ha sido acelerar notoriamente la transformación digital de las empresas.

La única certeza que tenemos, es que el mundo ha cambiado para siempre y que la nueva normalidad que se avecina, será un ecosistema completamente distinto al que estábamos acostumbrados. El camino más razonable es adaptarnos a este nuevo escenario y buscar las soluciones que nos permitan mantener la continuidad operativa y la eficiencia de los negocios durante y una vez superada esta crisis.