Aguas inteligentes: tecnologías que pueden anticiparse a las filtraciones en las ciudades

Por en Innovación & Ciencia

Nos estamos moviendo hacia un mundo que está totalmente conectado con las soluciones de IoT. Y con mayor innovación, menor será el desperdicio de nuestros recursos. ¿Estamos preparados?

*Por Henry Manzano, CEO de Tata Consultancy Services en América Latina

Muchos países en América Latina pasaron por momentos de grandes sequías en el 2015. En el 2016, los niveles de agua volvieron a subir y ya casi no se habla de crisis hídrica. Muchos terminan olvidando la importancia de ahorrar agua. Sin embargo, las empresas proveedoras necesitan tiempo para adaptarse y utilizar las tecnologías disponibles para ayudar a combatir el desperdicio y una nueva crisis del agua.

Para esto, existen soluciones que combinan la Inteligencia Artificial, el Internet delas Cosas y el Big Data, y que pueden detectar donde está fallando una red de distribución de agua y anticipar crisis y desperdicios. En Brasil por ejemplo, la pérdida del recurso natural es grande y se estima que seis represas del complejo de represas del sistema Cantareira (que abastece a San Pablo) se desperdician anualmente. En total, 8 mil millones de Reales se desperdician cada año y alrededor del 37% del agua producida queda inutilizada en el país, según un estudio del Instituto Trata Brasil. 

Es así como en el mundo entra cada vez con más fuerza el concepto de “Agua Inteligente”, que permite manejar de forma integral el agua para conseguir beneficios para las ciudades, los usuarios y las empresas de servicios básicos. El beneficio va desde el ahorro de agua de uso diario, hasta la prevención de grandes crisis en las redes de distribución.
La ayuda de las TICs (Tecnologías de Información y Comunicación)

El Agua Inteligente usa el Internet de las Cosas, que permite recolectar información desde sensores ubicados a lo largo de la red de agua; los datos de esos sensores y de otros dispositivos de la red de suministro son procesados por sistemas de Inteligencia Artificial y de manejo de grandes cantidades de datos (Big Data) que ofrece un plan de monitoreo y solución para las pérdidas y filtraciones.

La empresa de tecnología Tata Consultancy Services (TCS), y otras compañías del sector, cuentan con soluciones que incluyen la tele-detección satelital de los problemas, sistemas de detección terrestres in situ, información geográfica y redes de sensores en toda la cadena de distribución de agua. También existen herramientas que se pueden instalar en la red de agua que permiten integrar estas soluciones, como las tuberías inteligentes que entregan evaluaciones de riesgo en tiempo real, evitando fugas de agua incluso antes de que estas ocurran.
Junto con las grandes fugas de agua como, por ejemplo la ocurrida en Providencia, Chile, otro tema recurrente en el manejo de agua es el de las llamadas ‘aguas no facturadas’ o pequeñas fugas de agua a lo largo de los sistemas de distribución.

¿Qué es el agua no facturada? 

El ‘agua no facturada’ es todo el volumen perdido en la red de distribución debido a las fugas existentes que se producen por  la antigüedad de los tubos, envejecimiento de los equipos, instalación deficiente y la calidad de los materiales, el tráfico de vehículos y las variaciones de presión, entre otros. En países de América Latina, estas pérdidas son considerables. En Brasil, el total de agua tratada perdida por las empresas fue de 6,53 mil millones de metros cúbicos, de acuerdo con un estudio publicado en 2015 por Trata Brasil, y en Chile según cifras de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) al año 2014, el agua no facturada totalizó el 33,65% del total del agua producida.

La incorporación de tecnologías como la Inteligencia Artificial y Big Data, en todo el sistema de suministro de agua permite que las empresas recolecten datos durante todo el proceso, que pueden ser analizados y procesados en tiempo real. Esto permite el monitoreo remoto de los activos físicos y los flujos de agua en todo el sistema, con lo que se puede identificar oportunidades para la optimización del consumo, fugas o posibles fallas en el sistema.

De este modo, se evitan los desperdicios antes de que ocurran, generando así beneficios para toda la cadena de distribución y previniendo que la población se quede sin agua o que pague más por ella. 

Problema global y de futuro

El desperdicio del agua es un problema global. Según un estudio del Banco Mundial, el agua no facturada está en niveles del 15% y se estima que una reducción del 50% en las fugas generaría $2.9 mil millones al año, y permitiría que 90 millones de personas tengan acceso al agua potable, sin nuevos recursos hídricos. 

La tecnología es cada vez más importante en todos los sectores básicos: abastecimiento del agua, energía, agricultura e industria. Nos estamos moviendo hacia un mundo que está totalmente conectado con las soluciones de Internet de las Cosas. Y con mayor innovación, menor será el desperdicio de nuestros recursos. ¿Estamos preparados?

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