El valor y la importancia de los NFT

Por en Innovación & Ciencia

"¿Por qué la gente compra algo que no existe realmente más que en su formato digital? Principalmente, debido a las oportunidades de negocio que entregan".

* Por Nicolás Palacios, Chief Digital Officer de Capitaria

Los NFT son, sin duda, la sigla de moda. ¿Qué significan? Para entenderlo, primero hay que saber que estos son lo mismo que un token digital;  pueden representar una propiedad, una obra de arte, el acceso a un beneficio exclusivo, una canción o, incluso, bienes digitales, así como una casa o un vehículo en un juego, entre muchas otras cosas.  

De estos tokens digitales existen los fungibles, bienes que tienen un valor igual a otro, por lo que no hay problema en intercambiarlos, como un billete de US$ 100; y los token no fungibles, que son elementos únicos, que no se repiten, particulares y específicos, por ejemplo una obra de arte, como la Mona Lisa. Los NFT, al igual que una pintura famosa, tienen autor e identificación que permiten hacerles seguimiento para ver el aumento de su valor y transacciones.  

El precio es, al igual que en el mundo real, de mercado, o más simple: lo que las personas estén dispuestas a pagar. El NFT más caro que se ha vendido hasta la fecha se llama “Everydays” y es un collage del artista Beeple Winkelmann, que agrupó 5.000 imágenes creadas por el mismo usuario desde 2007 a 2021 y se vendió por US$ 69 millones.
 
Pero, ¿por qué la gente compra algo que no existe realmente más que en su formato digital? Principalmente, debido a las oportunidades de negocio que entregan. Primero, desde su creación, los NFT se han valorizado mucho en el tiempo, y han generado una especulación respecto a que su valor seguirá creciendo durante los próximos años. Segundo, no son solo moneda de cambio, también pueden entregar beneficios y accesos exclusivos para los usuarios que posean ciertos tokens digitales, lo que les permite estar dentro de una élite virtual. Y, tercero, estos sirven también como aval para solicitar un préstamo digital, en este caso de criptomonedas, y sin la participación de un banco, solo se acuerda el préstamo con otro usuario y se deja un colateral, que puede ser desde un dibujo digital hasta la armadura de un videojuego.

Además de estos motivos, también se puede crear un token para venderlo y agregarle un porcentaje de royalty, para así recibir una comisión cada vez que se intercambie; asimismo, es posible comprar un token perteneciente a otra persona y mantenerlo hasta que suba su valor para venderlo; y, por último, adquirir un token de criptomonedas y mantenerlo esperando a que el valor de estas suba, añadiéndole una valorización mayor. 

Por razones como estas, las grandes empresas están invirtiendo en el metaverso; el universo virtual está cada vez más desarrollado y quienes lo integran buscan formas de diferenciarse. A lo anterior, hay que sumar la visualización y el marketing que le entrega a las compañías involucrarse en este mundo, que tiene cada día más adeptos. 

El significado o valor de la inversión en un NFT es que se está comprando algo único, que nadie más tendrá, y que con el tiempo debiera aumentar su valor. Además, invertir en ellos es muy fácil para quienes ya cuentan con una “criptobilletera”, y la proyección es que este negocio siga desarrollándose a grandes niveles por la aceptación que ha tenido en círculos exclusivos. Jack Dorsey, fundador de Twitter, por ejemplo, buscó su primer tweet y lo vendió por US$ 3 millones, y así muchas personalidades y artistas están valorizando elementos que los fanáticos y coleccionistas están dispuestos a comprar, como el hijo de John Lennon que venderá NFT de los Beatles.

Es así como los NFT abren la puerta a un mundo que, junto al blockchain y al metaverso, revolucionan nuestro universo digital, el cual, debido a las amplias oportunidades de negocio, estatus y significancia que entrega para sus usuarios, seguirá dando que hablar, y se convierte en la base para la creación nuevas plataformas que nos podrían tener más tiempo conectados en el universo paralelo propiciado por internet que en el mundo real.

 

Imagen: Reuters.

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