"Las tiendas se consolidan como un centro de experiencia que se desarrolla en medio de barrios y zonas residenciales, para garantizar envíos rápidos, almacenamiento y variedad de productos".

* Por Sergio de la Maggiora, CEO de Teamcore

Con los cambios que nos propuso la pandemia, el sector del retail y el consumo masivo se enfrentó a una transformación de base, para adaptarse a nuevos estilos de vida y responder a diversas necesidades y prioridades.

La tienda o los puntos de venta tradicionales sintieron la amenaza de la extinción, con la ausencia del contacto físico y personal. Por eso, su reto de subsistencia fue enfrentar esta nueva realidad, adaptarse a los cambios y hábitos del nuevo consumidor y sorprenderlo con una oferta diferenciada de valor compartido. 

De esta manera, la tienda del futuro se convierte ahora en un centro de experiencia, que se conecta a un ecosistema omnicanal, para ganar eficiencia y efectividad, y que los clientes reciban calidad en servicio, precio e infraestructura, adecuada a sus necesidades.

En este sentido, las compañías de consumo masivo, tanto supermercados como retail, están llamadas a hacer las inversiones necesarias para mejorar el abastecimiento y la logística. Así garantizan la adecuada respuesta a las nuevas demandas y la consolidación de altos estándares de calidad. 

En la actualidad se han desarrollado importantes metodologías que dan solución a la disponibilidad de productos en línea y que tienen como objetivo ofrecer información exacta de inventarios y ventas, transformando información en evolución e impacto positivo. Es así como se logra mantener entre el 6% y el 9% de la disponibilidad de los productos en la tienda, para retener y ganar nuevos clientes.
 
Además, de esta decisión depende la disponibilidad de los productos, indicador fundamental en la cadena de distribución y valor. El Smart OSA es una de las formas de medir esta capacidad para asegurar la presencia de los productos en el anaquel o góndola. Este análisis también evita la generación de sobre inventario, para lograr eficiencia en inversiones y gastos, trabajando por la rentabilidad y sostenibilidad en el tiempo de los negocios.

"10% de las ventas es lo que pueden perder las compañías de consumo masivo, al no tener sus productos en la góndola o anaquel".

Igualmente, aplicar automatización e inteligencia artificial en estos procesos, suplirá responsabilidades operativas dentro de la tienda, para invertir este conocimiento y energía en el desarrollo de la estrategia y la respuesta correcta a la demanda, aprovechando al máximo las oportunidades que se identifiquen.

Esto no significa reemplazar el talento humano, prescindir del trabajo de algunos colaboradores. Ambas cosas deben convivir y complementarse para cumplir los objetivos de negocio.
 
Finalmente, aplicar la sostenibilidad en la proyección de la tienda, permite la generación de valor compartido entre los diferentes actores que intervienen en la cadena de valor, para que el punto de venta se convierta en uno de los ejes de la experiencia del cliente. Esto no implica trabajar únicamente por compromisos sociales o ambientales. Se trata de demostrar cómo cada acción de la organización repercute de manera positiva.