Además de aumentar la eficiencia agrícola y mitigar la huella ambiental, los próximos pasos para disminuir las brechas de desarrollo digital en el rubro estarían enfocados en generar sistemas predictivos y de alerta temprana que permitan apoyar los procesos de toma de decisiones.
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Durante los últimos años se ha generado un rápido crecimiento en el uso y desarrollo de tecnologías en distintas áreas. Una de ellas es el rubro agrícola. La implementación de un software amigable y efectivo es el desafío de cualquier empresa que ha tratado de desarrollar soluciones tecnológicas para la agricultura en Chile.
Estamos frente a un rubro que mundialmente ha sido el menos digitalizado. Según la Encuesta Nacional de Innovación (2020), realizada por el Ministerio de Economía del país, la agricultura y la ganadería se ubican en el noveno sector económico nacional, concentrando un 13,85% de la innovación del país, frente un 39,4% que sostiene la electricidad, el gas o el agua.
La transformación digital en la agricultura permite optimizar la producción y la asignación de los recursos, controlar las tareas diarias y apoyar al agricultor en la toma de decisiones en el campo. Al incorporarse soluciones de este tipo, se generan grandes ahorros que impactan no solo en las organizaciones, sino también en los consumidores finales: productos a menores precios y economías circulares, contribuyendo a mejorar la calidad, reducir costos y proteger el medio ambiente.
En este contexto nació el concepto de Agricultura 4.0 de la mano de un estudio nacional liderado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) bajo la ejecución del Centro de Extensionismo Tecnológico, Thinkagro de la Universidad de Talca, en el marco del programa Nacional para el Fomento de la Agricultura.
El Agro 4.0 hace referencia al uso de tecnologías de información y análisis de datos que permiten gestionar de manera más eficiente las labores, predecir escenarios y establecer prácticas oportunas de la mano de la inteligencia artificial, la agricultura de precisión, uso de big data, data analytics, sensores IoT y robótica, por mencionar algunas de ellas.
En este ámbito, desde MITI –Asociación Gremial por una Mejor Industria TI– buscan constantemente contribuir a elevar los estándares de la industria tecnológica en Chile y avanzar en el desarrollo de tecnologías innovadoras y amigables con sus clientes y usuarios. Es así como una de sus empresas asociadas, TCIT, creó un nuevo software para el agro: “Llegaron algunos clientes con la necesidad de resolver todo lo que era gestión en el sector agrícola. Empezamos a investigar alternativas y soluciones tecnológicas que ofrecía el rubro y vimos que podíamos aportar a crear un cambio sustancial en la forma en que se estaba gestionando el sector. Así nació AGRI”, comentó Tomás Charad, creador de la startup chilena AGRI y CEO de TCIT.
Este software fue pensado para resolver las principales problemáticas logísticas en labores de campo, con un principio fundamental: que fuera de fácil adopción e implementación. Al día de hoy ya controlan más de ocho mil hectáreas a lo largo de todo Latinoamérica.
Existen distintas formas de simplificar y optimizar la producción y los recursos del campo. Una de ellas son los software de gestión como AGRI, que buscan responder a planificaciones presupuestarias, control de costos, reportes, controles de cosechas automatizadas y registro de faenas, entre otras funciones.
“El rol de estas empresas es crucial, ya que la demanda por soluciones ha ido creciendo de manera significativa. Nuevos actores deben seguir ingresando y desarrollando productos de calidad para el sector”, comentó José Antonio Reyes, Director Ejecutivo de Thinkagro y PhD en Computing Science.
Próximos pasos en la digitalización agrícola en Chile
Los procesos de digitalización van avanzando rápidamente, buscando cumplir cada vez más con las expectativas de sus usuarios, y los resultados parecen ser cada vez más positivos. El 90% de la industria agrícola abarcada en el estudio de Thinkagro manifiesta que la adopción de tecnologías les ha permitido mejorar la capacidad de gestión, como también los procesos productivos, haciéndolos más eficientes. Y más del 70% planteó que el haber incorporado tecnologías en el agro contribuyó a disminuir los costos de producción y aumentar la eficiencia en los procesos administrativos.
"Hemos logrado posicionar la importancia del proceso de transformación digital en el sector agroalimentario, evidenciando las oportunidades de mejora en competitividad de las empresas que inician este camino”, mencionó el ingeniero civil industrial, José Antonio Reyes.
Así, se estima que la Agricultura 4.0 tiene el potencial de aumentar la eficiencia agrícola, mitigar la huella ambiental, contribuir a la competitividad y modernizar el sector agroalimentario nacional. Mientras, los próximos pasos para disminuir las brechas de desarrollo digital en el rubro agrícola estarían enfocados en generar sistemas predictivos y de alerta temprana que permitan apoyar los procesos de toma de decisiones. Uno de estos desafíos, identificados desde AGRI, consiste en aplicar sensores de humedad que, en conjunto a la toma de datos actuales de las agrícolas, permita identificar cuándo se debe regar. “Una vez tengamos estos índices, podremos definir el nivel de humedad actual, detectar la diferencia con la humedad óptima y definir dónde, cuándo y cuánto regar, siempre considerando los pronósticos de clima. Este sería el escenario ideal”, comentó Sebastián Musalem, Customer Success Manager de AGRI, entre los próximos desafíos que visualiza en el rubro del agro.
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