Aunque inició como un simple directorio digital de especialistas médicos, al día de hoy Doktuz ha escalado para consolidar un negocio de salud ocupacional que se basa en la medicina preventiva orientado a clientes corporativos.
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Por Natalia Vera. En 2009 un adverso diagnóstico de cáncer de vejiga del padre de Abraham Abramovitz le hizo repensar la experiencia que el sistema de salud brinda a las personas. Como médico cirujano, que en ese momento hacía su residencia en el Instituto Ivo Pitanguy en Brasil, su frustración surgió con este tardío diagnóstico, a pesar de que su padre tenía acceso a buenas clínicas. “Fue una decepción total”, dice. “Veía todo, menos la intención de ayudar y servir. El problema que identifiqué en ese momento fue que el sistema de salud está basado en la enfermedad y era muy difícil llegar a médicos de confianza”.
Afortunadamente, tras investigar y recibir buenas referencias de amigos y colegas, su padre pudo llegar al especialista adecuado y superó la enfermedad.
No obstante, Abramovitz vio la necesidad de crear una herramienta que facilite a las personas llegar a médicos de calidad y confianza. Es así que creó Doktuz, una red de especialistas médicos que solo podían listar en la página web por recomendación de los mismos especialistas. “El 70% de pacientes eligen a un médico por recomendación”, dice.
A la fecha, la red cuenta con una base de 8.000 médicos profesionales y contiene 700 documentos de información de salud gratuitos para los pacientes. Pasaron los años y el equipo de Doktuz buscaba formas de rentabilizar la web, para hacerla sostenible y escalable. Empezaron a ofrecer soluciones de agendamiento de citas de clínicas y teleconsultas a las empresas de salud, pero estas aún no apostaban por los canales digitales. Intentaron la venta de avisos, activaciones y campañas de márketing de salud, pero los resultados no eran los esperados.
En el camino desarrollaron la herramienta tecnológica de Médicos a Domicilio en el app Doktuz, a través del cual se solicitan médicos e inyectables a domicilio. La solución tuvo éxito y a fines de 2018 se exportó a Colombia, en alianza con la Clínica del Sur; y en Costa Rica con la Clínica Asembis. No obstante, Doktuz quería expandirse en el Perú.
“Quería desarrollar un sistema de salud que se base en la prevención, seguimiento y que a la vez acompañe al paciente. Así, se mejora la experiencia del paciente al humanizar la medicina de la salud y para ello necesitábamos una base de personas”, dice Abramovitz. “Encontramos en la salud ocupacional una oportunidad en la que podíamos crecer haciendo exámenes preventivos. Nadie estaba aprovechando este segmento como una alternativa de salud pública”.
Expansión contagiosa
De esta forma, tras descubrir este inexplorado nicho de negocio y con un sistema de salud deficiente, Doktuz se enfocó en la creación y crecimiento de una base B2B y llegar a una masa de pacientes.
Así, se podía transformar el sistema de salud en uno basado en la prevención, financiado por el empleador y que sea gratuito para las personas de menos recursos, tomando como punto de partida el examen médico ocupacional.
En promedio, Doktuz atiende a 3.000 pacientes al mes y tiene a 36.000 bajo vigilancia médica. En el primer trimestre de 2019 realizaron 23.000 atenciones en tópicos que representaron un ahorro de S/ 7,5 millones para los pacientes.
Actualmente cuenta con más de 500 clientes corporativos, entre los que destacan Tottus, Kimberly-Clark Backus-Anbev y Atento. El área de salud ocupacional –o sistema de salud Doktuz–, tiene siete niveles que parte con el examen preventivo, programas de prevención, salud primaria hasta medicina especializada.
La atención médica la brindan en el tópico en las sedes de las mismas empresas o en los centros médicos Doktuz.
Y es que hace seis años abrieron su primera clínica en Lince, donde ofrecían exámenes médicos para obtener brevete. Hoy cuentan con centros médicos en San Juan de Lurigancho, San Miguel y próximamente en San Borja, exactamente en la avenida Guardia Civil, que alberga una gran cantidad de clínicas. Los próximos estarán ubicados en Chorrillos, Ate y San Martín de Porres.
A la fecha, Doktuz ha levantado US$1,4 millones de fondos privados, friends and family e inversionistas ángeles. También obtuvo financiamiento de Wayra, Startup Perú y Concytec. En Chile ganó un concurso de la Corporación de Fomento de la Producción de Chile (Corfo).
Asimismo, Doktuz se prepara para una nueva ronda de financiamiento para solventar la expansión de sus sedes médicas.
Al parecer, la tarea no será difícil gracias a su rápido crecimiento. En 2018 sus ventas ascendieron a S/ 4,6 millones, unos US$1,3 millones (24% más que 2017), y este año espera cerrar en S/ 6,4 millones (US$1,9 millones).
¿El siguiente paso? Expandirse en el interior del Perú y hasta la posibilidad de crear seguros de salud. “Los incentivos del actual sistema son perversos, porque gana más si tú estás más enfermo”, dice Abramovitz, quien, tras estudiar una maestría de salud pública en The Johns Hopkins University, reparte su tiempo como doctor y emprendedor. “Solo el 8% de los peruanos tiene EPS en el Perú. Nuestro target es el nivel socioeconómico C, esa masa de más de 70% de pacientes que tienen EsSalud o SIS, pero que cuando sacan una cita nunca la consiguen”.
Abramovitz no se limita cuando piensa sobre el futuro de Doktuz. “Quisiera que sea un centro de contención comunitaria, un espacio donde los pacientes se mantengan saludables y se conecten con el entorno”, dice. “No puedes tener salud pensando solo en la enfermedad. En Doktuz hablamos de prevención antes de que el paciente se enferme y lo mantenemos saludable. Humanizar la salud significa convertirla en un concepto integral, no es solo un servicio”.
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