¿Pueden las apps y dispositivos inteligentes medir tu felicidad?

Por en Aplicaciones

Especialistas explican los límites de las apps que detectan estados de ánimo y nivel de estrés. ¿Son realmente efectivas? ¿Qué beneficios pueden aportar?

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Cromo - El Observador. Ser feliz. De esto se trata la vida para prácticamente cada una de las personas que habita la Tierra. Y aunque no hay una definición exacta acerca de lo que significa ese sentimiento, han aparecido aplicaciones que prometen medir los niveles de felicidad y de estrés.

Por ejemplo, la aplicación para usuarios de Android Mida su nivel de felicidad solicita algunos datos para determinar un valor y compararlo con el de otras personas. En tanto, Detector de humor promete averiguar el estado de ánimo a través de la huella digital del usuario para arrojar como resultado uno de los 80 estados que tiene cargado.

En tanto, los usuarios de iPhone pueden obtener un resultado con la app Track your hapiness. Esta herramienta primero mide ciertas variables de la persona y, posteriormente, le envía una notificación varias veces al día con preguntas para conocer mejor su estado de ánimo a fin de brindarle luego una imagen precisa de su vida así como de los determinantes de su felicidad.

"Aunque estas herramientas son científicamente cuestionables, podrían servirles a personas que necesitan dialogar un poco consigo mismas. Es interesante que algunas apps, como Happiness Tracker, primero piden que el usuario defina el concepto de felicidad y luego arroja un resultado. El problema fundamental es que no existe una definición científica clara de felicidad, por ende, en tanto las apps admitan que el concepto de felicidad no es único, creo que pueden ser útiles", opinó el filósofo Diego Tajer.

Y agregó: "Sin embargo, si imponen una noción de felicidad que pueda usarse para mostrar y comparar con los otros, para generar otra burbuja de apariencias en redes sociales, el efecto puede no ser positivo".

Tajer consideró que usar estas aplicaciones puede ser útil porque siempre es bueno tener algún momento para enfrentarse consigo mismo y pensar "¿qué puedo hacer mañana para que sea mejor que hoy?".

"Claro que la app no puede responder a esa pregunta, pero al menos puede ayudar a plantearla. Lo único que recomendaría es no competir en los grados de felicidad con los otros, justamente porque cada uno tiene su propia escala", concluyó.

Qué pasa con el estrés

Para conocer el nivel de estrés existen otras soluciones. S Health, incorporada en varios smartphones de la marca Samsung, arroja un resultado al tomar los datos del sensor cardíaco de sus dispositivos. Los usuarios de Android también tienen a disposición Stress Check o StressScan. Este último solicita que el propietario coloque un dedo sobre la cámara durante dos minutos para que la app analice los cambios en el intervalo de frecuencia cardíaca. Como resultado, informa el nivel de estrés mental y físico en una escala de 1 a 100.

Con respecto a este tipo de herramientas, Judith Zilberman, cardióloga y presidenta de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), explicó que el funcionamiento de las aplicaciones es similar al de un pulsioxímetro, que es un dispositivo que mide el pulso y la cantidad de oxígeno en la sangre, utilizando una luz roja e infrarroja que hay que colocar en alguna parte traslúcida del cuerpo, normalmente en un dedo. "Sin embargo, estos recursos que están al alcance de cualquier usuario no proporcionan medidas precisas, por lo que no deben usarse como un sensor médico ni reemplazar la consulta con un profesional", apuntó.

Por otra parte, Zilberman sostuvo que "el estrés" es una entidad más compleja que un incremento de la frecuencia cardíaca o aumento de color en la cara o rubor, algo que también puede ser evaluado con una aplicación con la ayuda de la cámara del smartphone.

Para concluir, la especialista fue contundente: "Debemos ser muy cautelosos con los diagnósticos que nos brindan todas las herramientas disponibles en los teléfonos. Los usuarios que quieren recurrir a ellas deberían corroborar las mediciones de frecuencia cardíaca o presión arterial con equipos validados y, ante la mínima duda, consultar a su médico".

Más allá de los avances en las funciones y recursos que ofrecen los dispositivos móviles, está claro que no podemos fiarnos de ellos para que nos den una respuesta certera ante condiciones tan complejas como el estrés o sensaciones tan subjetivas como la felicidad.

* Por Débora Slotnisky

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