Un grupo de científicos de Harvard trabaja en un nuevo método de reconstrucción genética para crear un embrión de pollo con un hocico y un paladar similar al del velociraptor.

Por Borja García para Think Big. ¿Alguna vez te has preguntado si sería posible devolver a los dinosaurios a la vida? Tras el reciente estreno de la secuela de Jurassic World, el T-REX y el Velociraptor vuelven a estar en boca de todos.

Más de 11.000 especies de aves modernas, desde búhos y halcones, hasta petirrojos y carboneros, son los descendientes directos de los dinosaurios. Todo el proceso evolutivo posterior a su extinción ya es historia. Para comprender el contexto histórico, debemos tener en cuenta el hallazgo del Archaeopteryx en 1864, cuya existencia data del Jurásico Superior.

A partir de este momento, los estudios y el vínculo entre aves y dinosaurios ha sido cada vez más estrecho. A su vez, estos descubrimientos están íntimamente ligados a Jack Horner, paleontólogo con una carrera prolífica en la que se inspira la saga de novelas de Michael Crichton que Steven Spielberg trasladó al cine hace 25 años. No solo porque el personaje de Alan Grant esté basado en él, sino por haber sido asesor científico en todas sus las películas.

La idea que se representa en el largometraje se fundamenta en la obtención del ADN de los dinosaurios gracias a la materia fósil presente en unos mosquitos prehistóricos, que, a su vez, se encontraban conservados en ámbar.

Reconstrucción genética para convertir aves en dinosaurios

Ahora, un grupo de científicos de Harvard intentan revertir la evolución, el equipo ya ha realizado grandes avances en la mutación de pollos.

Si eso no fuera suficiente para el empalme y el corte genético, los científicos de Harvard intentaron una hazaña similar recientemente insertando los genes de un mamut lanudo en elefantes para recrear las bestias extintas.

Horne ha declarado que “la cola es el proyecto más grande. Pero hemos podido hacer algunas cosas recientemente que nos han dado la esperanza de que no nos llevará demasiado tiempo”. Y ha añadido que “al determinar cuándo se activan ciertos genes, podemos imaginarnos cómo comienza a desarrollarse una cola. Queremos reparar ese gen para que no impida que la cola crezca”.

Dirigidos por Horne, los investigadores Bhart-Anjan Bhullar de la Universidad de Yale, y Arkhat Abzhanov de la Universidad de Harvard en Cambridge han manipulado los procesos moleculares que forman el pico de los pollos.

Este equipo de científicos ha logrado crear un embrión de pollo con un hocico y un paladar similar a un dinosaurio, similar al de los pequeños dinosaurios emplumados como el Velociraptor.