"Harry Potter: Hogwarts Mystery": ¿cumple los sueños de infancia?

Por en Juegos

Este título promete hacer realidad el sueño de todo aquel que quiso entrar a la famosa escuela de magia. ¿Se cumple esta premisa?

Han pasado casi dos décadas del lanzamiento de los libros de la saga original de Harry Potter, sin embargo, ahora tenemos una nueva entrega de este mundo fantástico gracias a Jam City y Portkey Games, y su videojuego móvil disponible en App Store y Play Store.

Hablamos de "Harry Potter: Hogwarts Mystery", que no es una adaptación de la saga escrita por J.K. Rowling, ni se limita a reproducir los eventos que los lectores imaginaron a través de miles de páginas mágicas. Este juego va más allá, pues promete cumplir el sueño de nuestro niño interior.

El comienzo del juego goza de la emoción que despierta toda nueva maravilla: compras tus propios libros de magia, eres el escogido de alguna varita de Ollivander, que al fin el Sombrero Seleccionador recita su canción anual y eres miembro de una de las casas de Hogwarts:

“Puedes pertenecer a GryffindorDonde habitan los valientes (…) Puedes pertenecer a HufflepuffDonde son justos y leales (…) O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw (…) O tal vez en Slytherin harás tus verdaderos amigos. Esa gente astuta utiliza cualquier medio para lograr sus fines”.

Y el pináculo del sueño fue asistir a las clases, incluso con los actores originales prestando sus voces para darles vida a los profesores del videojuego.

Sin embargo, llega un punto en que se debe despertar, en que se debe poner los pies sobre la tierra y dejar la Saeta de Fuego a un lado: se debe aceptar que nunca encontrarás un bezoar para tu antídoto contra venenos, que es mejor dejar las cosas en orden en lugar de intentar manejarlas con un wingardium leviosa. Esto ocurre cuando se lucha contra un Lazo del Diablo y de pronto surge un aviso que dice: “Estás sin energía. Espera mientras se recarga”. Tiempo de volver a la realidad. Este pequeño escollo se irá convirtiendo en algo cada vez más asfixiante, más insoportable, como si alguien estuviera hechizándote con un petrificus totalus para impedirte hacer algo al respecto.

Se tendrá que esperar cuatro minutos para revolver la poción que Severus Snape te encargó, cinco horas para encontrarte con tus amigos en el Gran Comedor y ocho horas para entrar a una bóveda secreta, a menos que desees pagar por algo de energía.

Además, la situación llega a tornarse repetitiva. La interacción con la pantalla del celular es muchas veces la misma, bien sea que estés volando en escoba, estudiando o buscando objetos. Si deseas ganar la Copa de las Casas, debes ir a clase una y otra vez y, ya sea de pociones, vuelo, transformaciones o encantamientos, lo único que cambia es el profesor y el espacio. En general, "Harry Potter: Hogwarts Mystery" está hecho para jugarlo en pequeñas dosis.

Cuando entras al universo, el videojuego te obsequia una interacción con McGonagall para luego obligarte a volver al mundo real; después te regala la aparición de Bill Wesley o te permite tomar una cerveza de mantequilla mientras charlas con Hagrid.

Entre un duelo aquí y una clase allá, una trama original y atrayente se va desvelando, recordándole al jugador lo rico que es el universo de Harry Potter, incluso sin la presencia de sus personajes principales.

En suma, el videojuego es un sueño y los sueños, “sueños son”. Es un escape, es una conversación con magos que se robaron el corazón de niños durante una década, es el intento de una fantasía hecha realidad, pero una ficción al fin y al cabo, que cuando se queda sin energía obliga al jugador a abrir los ojos.

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