La flota de este año sería de 40 modelos BMW serie 7, que iniciarían las pruebas en Europa, Estados Unidos e Israel
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Intel ha confirmado la fabricación de una flota de un centenar de coches autónomos del nivel SAE 4, es decir, aquellos con un alto nivel de automatización en la conducción, durante este año. Este movimiento es un paso más del fabricante de chips en su intención de hacerse un hueco en el sector de la conducción autónoma, según La Vanguardia.
El punto de partida de este giro en su actividad es la adquisición de Mobileye, una sociedad israelí especializada en sistemas anticolisión, por 15.300 millones de euros. Una operación que se traduce en una nueva alianza del gigante tecnológico en dicho sector, muy en auge entre fabricantes de vehículos y tecnológicas durante los últimos años.
Mobileye no acaba de aterrizar en este negocio, a diferencia de Intel. Más bien todo lo contrario. De hecho, esta start-up israelí fue uno de los socios más importantes de Tesla en el pasado, participando en el desarrollo de los primeros modelos de la compañía. Sin embargo, divergencias en materia de seguridad de los vehículos pusieron fin a la relación, un hecho que ha aprovechado Intel para absorberla y convertirla en su nueva compañera de viaje.
Intel no ha confirmado qué fabricante de automóviles se asociará con ellos para desarrollar estos vehículos autónomos, aunque según el portal tecnológico Xataka sería BMW, con quien ya tiene un acuerdo.
De entrada, la flota de este año sería de 40 modelos BMW serie 7, que iniciarían las pruebas en Europa, Estados Unidos e Israel. El objetivo de la tecnológica es llegar a los 100 vehículos en 2018, cumpliendo así con el plan de tener listo un verdadero sistema de conducción autónoma de cara a 2020.
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