Samsung Gear S: un smartwatch como todos

Por en Gadgets

  • Pantalla
    Super AMOLED 2 pulgadas
  • Resolución
    360x480 píxeles (300 ppp)
  • Tamaño
    58,1 x 39,9 x 12,5 mm
  • Peso
    67 gramos
  • Sistema operativo
    Tizen
  • Procesador
    Qualcomm Snapdragon 400
  • Memoria interna
    4 GB (no ampliable)
  • RAM
    512 MB
  • Batería
    300 mAh

Probamos uno de los últimos productos de la firma surcoreana en el área de los dispositivos vestibles. Revisa nuestras impresiones de este reloj inteligente.

Durante el año recién pasado, una de las áreas de desarrollo de productos más importantes para Samsung fueron sin duda los "vestibles". Dentro de este grupo, los smartwatch son uno de los equipos que han tomado especial importancia para la compañía, especialmente con el lanzamiento de su último modelo de esta línea: el Samsung Gear S.

Si bien este equipo fue lanzado en la feria IFA durante septiembre de 2014, ha tenido una tímida llegada dentro de los usuarios de la región a partir de los últimos días de diciembre. Algo que ha llamado a muchos a preguntarse, ¿qué es realmente lo más relevante de este equipo?

Dentro del mercado, el Gear S resalta inmediatamente por ser uno de los smartwatch más potentes del mercado, especialmente porque funciona de forma independiente al teléfono con su propia conexión 3G. A esto se suman buenos componentes, como sus 512 MB de RAM que le permiten un uso fluido, 4GB de almacenamiento y 300 mAh de batería que entregan un funcionamiento, en conjunto con un teléfono, hasta prácticamente un día completo sin mayores problemas.

Su pantalla también le juega a favor. Por su diseño cuadrado, el Gear S permite acceder a más notificaciones en su display de 2 pulgadas, e incluso acceder a otro tipo de aplicaciones como juegos. También cuenta con una buena calidad de colores y resolución, muy notoria al momento de cambiar el skin del reloj digital de este smartwatch.

Lamentablemente, todo lo que tiene el Gear S en autonomía y display no lo posee en diseño. El reloj se ve bastante retrasado frente a la estructura de lujo que pueden presentar otros modelos como el G Watch R, Moto 360 o el reciente Apple Watch. Además, dentro de su uso, el modelo suele ser muy tosco para muñecas más pequeñas, como puede ser el caso de las mujeres, que pueden encontrar el equipo demasiado grande.

Otro punto que no es favorable dentro del equipo es el sistema Tizen, una plataforma propia de Samsung, que funciona de una manera mucho más compleja que Android Wear. No obstante, todavía queda tiempo para que la compañía desarrolle esta plataforma, que tiene un buen piso hasta el minuto aunque es demasiado similar a la interfaz de los smartphones.

De todas formas, el uso del reloj es bastante intuitivo, y nos es complejo para un usuario común de smartphones. Dependiendo hacia donde se deslice el dedo dentro de la pantalla del Gear S, el usuario podrá acceder a las notificaciones o a las funciones de medición de datos físicos del smartwatch.

Es precisamente esta función, la que resalta como una de las más útiles del teléfono, especialmente para quienes realizan deporte. En cambio, otras funciones como la opción para contestar llamadas, parece una herramienta más retrofuturista que una utilidad real, a menos que no te moleste hablar moviendo constantemente el reloj a tu oído. A menos obviamente que cuentes con un audífono especial para el equipo, que no viene incluido en su versión en el mercado.

Por ahora solamente queda esperar cuáles serán las mejoras que Samsung podrá traer a su próximo modelo de reloj inteligente, que podría llegar en los próximos meses del año. Que quizás podría mantener los puntos altos del equipo, como su pantalla y su autonomía, pero mejorando sus puntos bajos, como el desarrollo de su sistema y su diseño.

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