El análisis y aprovechamiento del Big Data y sus aplicaciones permiten a las naciones analizar estadística para implementar nuevas políticas sanitarias.
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La diabetes es una enfermedad crónica que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta a más de 347 millones de personas. El 80% de las muertes provocadas por este mal se registra en países de ingresos medios y bajos, y se estima que entre 2005 y 2030 la cantidad de personas fallecidas se duplicará.
En Chile, por ejmplo, esta realidad no difiere mucho de lo que sucede afuera. Según el Ministerio de Salud (MINSAL), el 67% de los adultos presenta exceso de peso y según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Chile es el quinto con mayor cantidad de diabéticos en el mundo, en un ranking que lideran Estados Unidos y México.
Este panorama está obligando a los países a tomar una serie de medidas para controlar este mal, basadas en medicamentos, alimentación saludable y actividad física. Sin embargo, el Big Data y sus aplicaciones permiten a las naciones analizar estadística para implementar nuevas políticas sanitarias.
Registro Virtual de Diabetes: un sistema innovador para controlar la enfermedad
El 2007, el Ministerio de Salud de Nueva Zelanda se encontraba en una disyuntiva: cómo conocer con precisión la cantidad de población afectada por diabetes y cómo planificar con mayor exactitud las políticas sanitarias de control de este mal.
El principal desafío entonces estaba en descubrir un sistema que les permitiera recopilar datos coherentes de pacientes tratados en los hospitales y consultas generales para establecer un cálculo preciso del número de casos en el país. En ese escenario se gestó el Registro de Diabetes Virtual (VDR por sus siglas en inglés), gracias a la implementación de un software de la compañía estadounidense SAS.
“Antes utilizábamos las encuestas nacionales para medir el alcance de la diabetes entre la población; no obstante, el proceso era lento, costoso y presentaba un alto índice de error”, sostiene Emmanuel Jo, especialista técnico jefe del Ministerio de Salud de Nueva Zelanda y uno de los impulsores de este programa en la nación oceánica.
Para la creación del VDR se emplearon seis bases de datos: admisiones hospitalarias con el código de la diabetes; atención a pacientes externos por diabetes y exámenes de retina; prescripciones de tratamientos específicos contra la diabetes; pedidos de laboratorios de HbA1c, que es una medida de la gestión de la diabetes; y registro de atención primaria (generalistas).
“El software de SAS nos permitió crear y modificar un modelo analítico con el fin de aumentar su sensibilidad y especificidad, que después fue validado con los registros de atención primaria. Los datos primarios se vincularon mediante el número nacional de usuario de la atención sanitaria, disponible a través de seis bases de datos del ministerio”, señala Jo.
Para el doctor Paul Drury, director clínico del Diabetes Auckland Centre y también parte del equipo del Ministerio de Salud de Nueva Zelanda que propuso este sistema, los primeros resultados ya eran impresionantes. “El cálculo inicial antes del VDR se perfeccionó y reveló que 210.679 personas (un 4,88 %) padecían diabetes en Nueva Zelanda el 31 de diciembre de 2009. Esta cifra contrasta con la de los 4.315.355 habitantes del país. El VDR arrojó un cálculo final de 189.256 diabéticos (un 4,39 %)”.
Una planificación de las políticas sanitarias más eficaz
Además de para prever con mayor precisión el número de enfermos de diabetes, el VDR se utiliza para planificar los servicios y políticas sanitarias.
“Contamos con 20 juntas sanitarias de distrito (DHB) distintas. La información puede mostrarles el número de diabéticos en su zona”, explica Drury. “Los generalistas seguramente ya saben cuántos pacientes de este tipo tienen, pero el VDR también puede ayudarlos a prever quiénes presentan riesgo de desarrollar esta enfermedad para poder prepararlos. Al saber en qué poblaciones está más extendida la diabetes, podemos destinarles más recursos para hacerles llegar los avances médicos en materia de calidad”.
Jo y Drury se muestran extremadamente satisfechos con la asistencia recibida de SAS para la configuración del VDR “El control de la extensión nacional y la contribución a los avances médicos en materia de calidad del VDR tienen un valor incalculable”, concluyen.
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