La adquisición anunciada permite a Vodafone hacerse, de golpe, con los 7,2 millones de hogares con cable con los que contaba Ono a cierre de 2013.

La compra de Ono por parte de Vodafone refuerza a la operadora británica para plantar cara a Telefónica en un mercado de telecomunicaciones como el actual, dominado por las ofertas combinadas de fijo, móvil y, ya cada vez más, televisión.

La adquisición anunciada permite a Vodafone, que había alcanzando un acuerdo con Orange para un despliegue conjunto de fibra óptica, hacerse, de golpe, con los 7,2 millones de hogares con cable con los que contaba Ono a cierre de 2013.

La fibra óptica supone "un cambio cualitativo total", según han destacado fuentes del sector, al permitir velocidades de 100 y 200 megas por segundo y superiores.

Vodafone, que comenzará a comercializar su fibra óptica en abril, se había marcado con Orange llegar a 3 millones de hogares de forma conjunta en septiembre de 2015 y a 6 millones en 2017, pero hoy ha anunciado que, tras la compra, va a reducir a la mitad esos planes.

Para los directivos de la operadora, los diez millones de hogares que sumarán con los 7,2 millones de Ono y los 3 millones del despliegue conjunto con Orange hasta septiembre de 2015 les coloca "en una posición muy cómoda de cara al futuro" y "son claramente suficientes" para sus objetivos.

Su gran rival, Telefónica, quiere llegar a 7,1 millones de hogares de cobertura de fibra óptica a finales de 2014.

En cuanto a la telefonía móvil, la compra supone para Vodafone hacerse con el más de un millón de líneas (1.085.000 a cierre de año) de las que dispone Ono.

Además, Ono, que comenzó a operar en 1998 en España, se encuentra mes tras mes entre los operadores que lideran las ganancias netas de líneas móviles, mientras que Vodafone se sitúa entre los que las pierden (en 2013, tuvo una sangría de casi 1,4 millones de líneas).

Según los analistas consultados por Efe, Vodafone ha intentado reforzarse en su eslabón más débil, el negocio fijo.

Vodafone flaqueaba en ofertas convergentes de fijo, móvil y otros servicios como la televisión que es adonde parece apunta el mercado de las telecomunicaciones, señala el analista de ATLCapital, Ignacio Cantos, para quien la operación tiene "todo el sentido estratégico".

El futuro va por las ofertas convergentes y Vodafone ha paliado en España un déficit que, no obstante, sigue teniendo en otros mercados, apunta Cantos.

El analista de XTB Javier Urones destaca que la operación permite a Vodafone reforzarse para hacer ofertas convergentes, donde se captan los clientes "más fieles", y luchar por ser el primero en casa del gigante: Telefónica.

Además de fortalecer esa posición de Vodafone en el mercado español, la compra es vista por muchos analistas como el inicio de la deseada consolidación del sector de las telecomunicaciones en España.

Fuentes del sector se muestran convencidas de que esta adquisición llevará a Orange a lanzar otra por Jazztel aunque los analistas ponen algunas "pegas" a esa unión, fundamentalmente el elevado coste que supondría para el operador francés.

"No lo veo algo tan inminente por el importe de la compra y la situación financiera de Orange", apunta Ignacio Cantos de AtlCapital.

"Supondría un importantísimo esfuerzo económico para Orange que además seguiría siendo la tercera en el mercado", coincide el analista de XTB Javier Urones.

No obstante, añade Urones, el sector de las telecomunicaciones tiende a un escenario similar al que vivió el eléctrico hace unos años con un negocio concentrado en unos pocos grupos grandes.