¿Qué está pasando con la neutralidad de la red en EE.UU.?

Por en Navegadores

Defensores de este principio argumentan que si los privados tienen el control de la red solo las empresas más grandes, como Google, sobrevivirían. ¿Cómo podrían crecer las pequeñas startups de internet si tuvieran que “pagar peaje” para pasar por ciertas tuberías?

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“Internet debe seguir siendo libre”, decía un cartel negro cuando alguien intentaba ingresar al sitio de Wikipedia en inglés. El “apagón” fue una de las armas que los usuarios empuñaron en enero de 2012 para luchar contra las propuestas de ley estadounidenses SOPA y PIPA, que proponían la censura de la web. “Por favor, no censuren la red”, pedía por su parte un doodle de Google. El gigante de internet se sumaba así a la protesta, junto a otros sitios y servicios online. El enemigo (en este caso, la Cámara de Representantes de Estados Unidos) fue vencido. Pero ahora, la libertad en internet está en peligro de nuevo, y un ejército de usuarios y empresas online está en vilo.

Esta vez lo que está en riesgo es la neutralidad de la red, uno de los principios en los que se basó la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) estadounidense cuando en 2010 emitió una orden que obligaba a los proveedores de banda ancha a no discriminar los contenidos y servicios que llevan a sus clientes. La operadora estadounidense Verizon presentó esta orden ante los tribunales, alegando que esta excedía los límites.

El trasfondo tenía que ver con el crecimiento de internet: a medida que aumenta la demanda, la red necesita una mayor y mejor infraestructura que soporte ese tráfico. Las operadoras como Verizon se cansaron de que empresas como Google circulen por la red que ellos mismos tendieron sin pagar por eso. Finalmente, la Corte de Apelaciones de Washington falló a favor de Verizon. Y en contra de la FCC y de la neutralidad de la red. Anuló la orden de 2010 (que no tenía fuerza de ley) y ahora todas las operadoras del país pueden, a grandes rasgos, hacer lo que les plazca con el tráfico de internet que cursan sus clientes.
Qué es la neutralidad de la red

Es un principio que dice que internet debe ser libre y abierta, y que los usuarios tienen que poder acceder a todos sus servicios y aplicaciones sin importar el dispositivo empleado. Si imaginamos internet como un sinfín de tuberías por las que pasa la información (bits), la neutralidad de la red implica que los encargados de hacer correr esa información no puedan bloquear ninguna de esas tuberías, o hacer que en algunas de ellas la información vaya más rápido que en otras.

Qué pasa ahora

Sin la traba que suponía la orden de la FCC, las operadoras ganan poder sobre los servicios de internet, que ahora dependen de los posibles acuerdos a los que puedan llegar con esas compañías de telecomunicaciones. Un ejemplo claro es lo que podría pasar con Netflix, el portal de películas y series online. El usuario de Netflix necesita una conexión a internet rápida y de buena calidad. ¿Qué pasaría si una operadora lograra un acuerdo con un competidor de Netflix (como Comcast) e hiciera que la velocidad del sitio se volviera tan lenta hasta que fuera imposible (o terriblemente frustrante) mirar películas allí? En ese caso, el usuario puede elegir cambiarse de operadora; ese es uno de los argumentos de quienes están a favor de dejar internet a merced del libre comercio.

En tanto, los defensores de la neutralidad de la red argumentan que si los privados tienen el control solo las empresas más grandes, como Google, sobrevivirían. La pregunta es ¿qué pasaría con el próximo Google, o el próximo Facebook? ¿Cómo podrían crecer las pequeñas startups de internet si tuvieran que “pagar peaje” para pasar por ciertas tuberías?

Por qué importa

En definitiva, los proveedores de banda ancha estadounidenses ahora tienen el derecho a bloquear el contenido que quieran: webs, videos, blogs. Y en este escenario, el que pierde es el usuario. “Para nosotros lo importante es privilegiar el punto de vista del usuario”, dijo Ernesto Majó, gerente de Comunicación del Registro de Direcciones de Internet para América Latina y el Caribe (Lacnic). El temor es que internet, que debe ser un sistema abierto, se transforme en un sistema similar al del cable, con precios diferenciados según el contenido que se ofrece. “Queremos evitar que aparezcan redes de calidad diferente; que haya usuarios que puedan pagar los servicios y otros que no y que por eso queden en desventaja”, explicó Majó.

Por qué internet debería seguir siendo neutra

Ahora, Estados Unidos y el resto del mundo queda a la espera. Según el blog de tecnología Bits, del New York Times, puede pasar una de estas cosas: que la FCC apele la decisión de la Corte; que reescriba el marco normativo; o que reclasifique la banda ancha como un bien útil sujeto a una estricta regulación para evitar abusos.

En un comunicado la Internet Society urgió a los partidos políticos estadounidenses a “mantener un fuerte foco en la necesidad de crear un ambiente que permita a los usuarios seguir controlando su experiencia en internet, permitiéndoles participar de una internet abierta”. De no ser así, apenas quedarán rastros de la red como ahora la conocemos: un lugar donde no es necesario pagar por la libertad. 

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