El sistema funcionaría mejorando la forma en que los teléfonos eligen o no acceder a los datos, disminuyendo el tiempo de actividad.

Una tecnología desarrollada por investigadores de la brasileña Universidad de Campinas (Unicamp) garantiza una economía de hasta el 20% en el consumo de batería de los teléfonos móviles inteligentes con acceso a internet.

La innovación, al reducir las necesidades de recarga, aumenta la vida útil de la batería, informó el martes el Centro de Hematología y Hemoterapia de la Universidad de Campinas (Unicamp).

La tecnología, un programa que puede ser integrado al software embarcado de los aparatos, ya fue protegida por una solicitud de patente ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI) de Brasil.

Según la Unicamp, los responsables por el software están negociando su licenciamiento a una empresa interesada en comercializar el producto.

El sistema fue proyectado para reducir el consumo de energía de los teléfonos móviles que ofrecen acceso a internet 3G.

"Cuando el 3G fue implantada en Brasil percibimos que la duración de la batería era muy precaria en comparación con los sistemas antiguos", según el físico Varese Salvador Timoteo, investigador del Departamento de Informática de la Facultad de Tecnología de la Unicamp y uno de los responsables por la innovación.

"Mientras que un sistema de segunda generación podía resistir una semana sin necesidad de recarga, la batería del teléfono inteligente con 3G que mantiene activa su red de datos dura algunas horas", agregó.

Además de negociar la comercialización de la innovación, los responsables por la invención también trabajan en un proyecto para adaptar la tecnología a la red 4G, que Brasil ya comenzó a adoptar y se prevé que sustituya en breve la 3G.

De acuerdo con Timoteo, el alto consumo de energía de los teléfonos inteligentes con 3G obedece a que los aparatos mantienen activados todo el tiempo sus canales de tráfico. Ello permite que el móvil reciba tanto los paquetes de datos solicitados como algunos indeseados.

Como dedica gran parte del tiempo en verificar y descartar los paquetes de datos indeseados, el teléfono consume gran parte de la energía almacenada en este proceso.

La tecnología le ofrece al teléfono una herramienta para determinar cuál es el mejor momento para activar o para desactivar el canal de datos.