Creada por el afamado diseñador Cliff Bleszinski, Gears of War es una saga desarrollada por EPIC Games en conjunto con Microsoft Studios, posicionando a la franquicia como un exclusivo de Xbox 360 justo a un costado de Halo en nivel de importancia para la plataforma. Este juego de acción en tercera persona alcanzó la aclamación por parte de la crítica gracias a su sistema de cobertura, que obliga al jugador a moverse entre barricadas para protegerse y evitar la muerte segura, añadiendo un nivel de complejidad en los escenarios que hasta entonces no se había visto.
Con la tercera entrega que salió al mercado hace ya dos años, se cerró su historia principal y los jugadores esperaban no volver a ver al mítico Marcus Fenix por un tiempo. Y si bien es cierto que el protagonista no volvió, otros de los personajes centrales tomaron el control en una aventura que nos ubica en el momento en que se desatan los hechos que nos llevan al primer juego: los veteranos de la saga no tardarán en reconocer al teniente Baird y a Augustus Cole. La pregunta que todos se hacen con esta precuela es ¿necesitamos realmente a Judgment, o la saga ya tuvo suficiente?
La respuesta es distinta dependiendo de cada público. El juego es ideal para dos públicos muy distintos: aquellos que nunca han jugado un Gears of War, y los fanáticos más dedicados. Para todos los demás, es una producción de excelente nivel, pero que simplemente no entrega suficiente innovación para justificarse en sí mismo en caso de haber probado los anteriores.
La historia gira alrededor del escuadron Kilo, un grupo que es detenido al comienzo del juego por traición, y que deberá justificar sus acciones en un juicio. Ahí es cuando entra el jugador, que deberá controlar a los distintos miembros del equipo para revivir los testimonios a medida que se relatan. Es primera vez que un GoW navega entre distintos protagonistas, y estos flashbacks son una manera muy inteligente de contar la historia sin aferrarse a un solo personaje, y se siente que la narrativa realmente tiene un impacto en el juego. Lamentablemente, el final es abrupto y se siente que no ofrece un cierre verdadero, como si en EPIC no estuvieran seguros de si el juego tendrá sequela o no.
Cada nivel cuenta con un modo "desclasificado", que se supone es la versión completa de los hechos. Son opcionales, y añaden limitanes como tiempo o munición, a cambio de ofrecer una mirada más profunda en la historia. El problema, es que algunas veces este modo no añade nada a la experiencia más que dificultad, haciendo más tediosos o aburridos algunos segmentos. Es ahí donde el juego marca su tendencia. Busca tomar el más puro instinto de los jugadores: una experiencia más desafiante.
Entre las novedades, el sistema de aparación de enemigos los hace cambiar de posición cada vez que uno muere. Existen zonas con bloqueos que obligan a defender una posición por un tiempo determinado, como una especie de minijuego de tower defence. La escasa munición y el hecho de que el rendimiento en cada nivel es clasificado con estrellas, apuntan a ofrecer un estilo mucho más intenso y arcade de la Gears of War.
En ese sentido, el juego cumple su promesa y ofrece a seguidores más fieles una versión mucho más dura, sin tener que espantar a los novatos, que también se ven beneficiados por poder entrar al juego sin necesitar contexto o historia previa.
Los gráficos no varían mucho en nivel técnico con sus antecesores, pero aún después de todo este tiempo siguen impresionándome, y sin duda se ubican entre los mejores de Xbox 360. Sí se puede apreciar un cambio en el estilo artístico, mucho más variado y colorido. Los diseñadores realmente tomaron un riesgo con ofrecer escenarios que se alejan de la norma impuesta por los anteriores títulos, pero finalmente consiguen un contraste y atención al detalle me sorprende gratamente.
En el aspecto del sonido y voces, Gears of War ha sido la gran excepción a la regla general, ya que el doblaje a español latino es espectacular. A diferencia de la traducción en otros juegos, los personajes tienen voces creibles y jamás incómodan. Los efectos de sonido y música tampoco desentonan.
El multijugador es bastante bueno, aunque se tiene menos modalidades que Gears of War 3. El modo cooperativo sigue siendo lo mejor que ofrece este juego, y se agradece el soporte para juego local con hasta tres jugadores simultáneos.
En resumen
Gears of War: Judgment es un título ideal para los recién llegados a la saga, y son los novatos quienes podrán sacarle más provecho que cualquier otra persona. También se presenta como un desafío intenso para los fanáticos que no se aburren de sus mecánicas de juego y les gusta una mayor dificulad. La historia es un buen atractivo para conocer "cómo fueron las cosas" antes del primer juego, sin embargo, falla en introducir realmente alguna novedad a nivel de jugabilidad, y se nota que el salto no es lo suficientemente grande para llamarse Gears of War 4. Pero no hay que malinterpretar las cosas: este juego no tiene nada de malo, es sólo que no pone suficiente sobre la mesa para distanciarse de sus antecesores.
El juego está a la venta en el mercado latinoamericano por US$60, con voces completamente en español, y en tiendas seleccionadas viene con una copia digital del Gears of War original de regalo.
- Palabra Clave
- XBOX 360
Comentarios