La transformación que ha tenido LG es impresionante. Desde que lanzó el Optimus 4X, un poderoso pero aburrido teléfono, ha ido retocando su diseño no con pequeños pasos evolutivos, sino que con grandes zancadas que lo hoy lo ubican como uno de los fabricantes más audaces de toda la industria. La compañía surcoreana estuvo por años en la sombra de su más exitoso hermano, Samsung, intentando lanzar equipos Android poderosos que le dieran una oportunidad de luchar. Hoy en día, con el G3 ya a la venta, la historia es otra: el LG G3 es superior a todos los productos que ha lanzado Samsung a la fecha.
Tal vez el conocimiento de la marca siga siendo menor, y lamentablemente no es el único caso. Los dispositivos de Sony, HTC y otros también superan al mayor productor de teléfonos en el mundo en calidad, pero eso no nos puede impedir reconocer el cariño que han puesto en su último tope de línea.
Diseño
El LG G3 es ante todo un equipo práctico. Pero su funcionalidad no quiere decir que sea feo. Ante los ojos de cualquiera, parece laminado en aluminio, pero lo cierto es que es un dispositivo de policarbonato. Pero que el plástico no los engañe, porque la calidad es bastante buena. Es muy difícil rayarlo y que se produzcan daños visibles, aún después de varias semanas de uso. Más que cualquier cosa, es sorprendente en su capacidad de evitar ensuciarse. La pantalla hace un excelente trabajo en evitar las manchas de huellas y el resto de la carcasa se niega a verse sucia. Nunca había visto un teléfono que lograra eso.
Pero vamos al aspecto visual. Los primeros teléfonos de la compañía eran bastante aburridos, pero parece que LG al fin encontró un lenguaje de diseño que conservar. Los botones (ubicados atrás al igual que en el G2) esta vez están integrados en la carcasa de mejor manera y permiten apoyar uniformemente el teléfono en superficies planas, además son mucho más fáciles de distinguir ante el tacto, reduciendo las instancias en que uno toca el lente de la cámara accidentalmente.
El teléfono tiene una curva en la parte de atrás que lo hace bastante cómodo de sostener, a pesar de su gran pantalla de 5,5 pulgadas, que casi no tiene bordes a los lados. Debajo de la pantalla hay un logotipo de LG que según la luz que se refleja, muestra unos círculos concéntricos saliendo del centro hacia los extremos del teléfono que le dan un aspecto muy estiloso.
A pesar de que no es metal verdadero, este teléfono realmente se ve lujoso como ningún otro LG anteriormente.
Rendimiento y batería
La batería es de 3000 mAh, lo que en el papel lo ubica como una de las más grandes en su categoría. Sin embargo, me pareció que el teléfono tiene una duración bastante inconsistente. A veces es inferior a la que uno esperaría. No es terriblemente mala, sigue siendo mejor que la de un iPhone por ejemplo, pero no alcanza para nada su máximo potencial. Esto probablemente se debe a la impresionante resolución de la pantalla.
Sin embargo, había días en que lograba pasar un día y una noche sin cargarlo, dependiendo mucho del uso de aplicaciones de video como YouTube o Netflix, aunque no fuera intenso. Un punto positivo es que el teléfono ofrece la posibilidad de cargarlo en forma inalámbrica con cargadores con el estándar Qi (los mismos que usan Nokia y Google).
El modelo base tiene 16 GB de almacenamiento, pero como ya les dije, este es ante todo un dispositivo práctico, así que incluye un puerto microSD para expandir el almacenamiento hasta 128 GB adicionales para contenido multimedia.
El rendimiento no es problema. Con un Snapdragron 801 de cuatro núcleos a 2,5 GHz, 2 GB de RAM y las optimizaciones respectivas con Android KitKat. No existe nada que este teléfono no pueda ejecutar a la perfección.
Pantalla y sonido
La pantalla es el diferenciador que LG quiere destacar. Es la primera en el mundo en ofrecer Quad HD (2560 x 1440 pixeles), para una masiva densidad de 534 ppi. Pero para ser francos, aunque es la mejor en el mercado, cuesta encontrar diferencia con la igualmente buena pantalla Full HD del modelo anterior. La densidad es tanta, que uno simplemente ya no puede distinguir cuántos pixeles más o menos hay y da la impresión de que LG buscó poner números grandes atrás de la caja solamente. La parte negativa es que creo que aquí está la fuente de que la batería no sea impresionante, algo que me parece hubiera sido mucho más efectivo para poner en los avisos publicitarios. La pantalla es la mejor, sí… pero ya era bastante buena antes.
LG desarrolló para la pantalla una función llamada KnockCode, otra idea que me pregunto cómo a nadie se le ocurrió antes. Es bastante simple: la pantalla está dividida en cuatro zonas y puedes crear un patrón tocando cada una de ellas. Luego de configurarlo, es posible desbloquear la pantalla estando apagada. Esto tiene ventajas obvias a nivel de seguridad, porque es mucho más difícil ver qué zona estás presionando para alguien externo.
El sonido es una agradable sorpresa, porque aunque el parlante apenas se ve, es uno de los más potentes que he escuchado en un teléfono, aunque la ausencia de bajos que ya es norma en estos dispositivos sigue presente. Más allá de eso, me gustaría destacar los potentes e increíbles audífonos que vienen con este teléfono, cubiertos de aluminio en un tono que combina, con cable que no se enreda y un discreto control de volumen y micrófono. No querrás comprar otros audífonos para este teléfono.
Software
Aquí es donde brilla este teléfono. Su sistema operativo es casi una declaración de principios anti-Samsung. En lugar de llenarlo de funciones que nadie nunca entenderá o usará, toda adición es bienvenida. Su sistema de notificaciones tiene recordatorios inteligentes, que esperan a que te muevas de un lugar (salir de una reunión por ejemplo) para recordarte devolver llamadas perdidas por ejemplo. También sabe qué apps usas y cuáles no, y si necesitas liberar espacio te dirá cuales tienes juntando polvo.
Un sistema de seguridad permite aislar y encriptar fotos y videos, para que incluso si alguien ingresa al teléfono o es robado, no sea posible ingresar a estos archivos sin un segundo código. En la misma línea, el usuario puede crear un patrón alternativo para que al desbloquearlo se entre a un modo de invitado, en el que se puede restringir el acceso a contenido sensible. A la luz de la filtración de fotos de hace algunas semanas que avergonzó a Apple, esta funcionalidad cobra mucho sentido.
Fuera de eso, la cámara tiene una interfaz simple que no estorba y sólo aparece para ayudarte cuando lo quieres. Las notas en tanto se toman desde cualquier lugar con un acceso directo, y el teléfono sirve para controlar la televisión directamente, siendo compatible incluso con fabricantes desconocidos y operadores de cable Latinoamericanos. Además, permite guardar varios perfiles de dispositivos para poder controlar todos los que haya en la casa.
Puede parecer un detalle muy pequeño, pero LG permite cambiar y personalizar el tamaño del teclado, en lo que me parece el acto de inteligencia y sentido común más loable que recuerde en el diseño de sistemas operativos durante el último tiempo. No todos tenemos las manos del mismo tamaño, ¿por qué debemos contentarnos con un solo tamaño de teclado? Pura genialidad.
Cámara
El sensor de 13 megapixeles es bastante bueno. Es la primera cámara que enfoca con un láser en lugar de usar sólo el lente. El enfoque es bastante bueno, pero más importante que eso, es que no existe tiempo de espera alguno para tomar las fotografías, es instantánea. El flash es bastante poderoso y con un estabilizador óptico de imagen, realmente hay que poner esfuerzo para que la fotografía salga borrosa. El único problema detectado es que este súper enfoque resulta en colores muy planos en situaciones donde la luz no es óptima, viéndose a veces artificial. Se siente como una película o videojuego, donde la imagen es demasiado lisa y perfecta para ser real. Le falta algo de ruido y textura, pero sólo en ocasiones que la iluminación es un problema.
La cámara frontal tiene también sus trucos bajo la manga. Si bien se puede sacar la foto presionando el botón de volumen, también acepta un saludo con la mano para iniciar el contador, y si uno necesita luz adicional para fotos cercanas (como una selfie), la cámara utiliza el brillo de la pantalla como un efectivo flash. Este teléfono tiene una de las pocas cámaras frontales que vale la pena usar.
En resumen
¡Este es un teléfono que dispara lasers para tomar fotos! No pero en serio, este es un teléfono liviano, rápido, atractivo, que nunca falla… hay muchos buenos adjetivos y ninguno malo que realmente me quite las ganas de tenerlo. Excepto por exagerada resolución de pantalla, LG logró un teléfono que en lugar de tener que escupir especificaciones técnicas, puede vanagloriarse con autoridad por hacer mejor que otros las cosas que realmente importan.
Su costo lo hace poco accesible, pero al igual que pasa con los Ferrari, la experiencia de tener uno no tiene comparación. Este es el mejor teléfono del 2014.
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