Un problema que no muchos usuarios viven es la necesidad de mejorar sus computadores, especialmente en el caso de aquellos que aún tienen un clásico equipo de escritorio y que no saben si es hora de renovarlo por completo o solo algunas de sus partes.

Si este es tu caso, y lo que tienes es una memoria (RAM o DRAM) que no responde a tus necesidades, acá te explicamos todo lo que debes saber para cambiarla.

Lo primero que debes hacer, según nos revela Crucial, es leer las especificaciones de la memoria. Generalmente, estos módulos vienen con una descripción como esta: 8GB 2666 MT/s. Esto quiere decir dos cosas. Una, que la densidad o capacidad, que es la cantidad máxima de datos que el módulo puede contener a la vez, corresponde a 8 gigabytes (GB). Y la segunda, la velocidad, frecuencia, o la cantidad de comandos (megatransferencias) que la memoria puede enviar a la unidad de procesamiento central (CPU) en un período de tiempo determinado. En este caso de 2666 megatransferencias por segundo (MT/s).

Ya que entiendes cómo se catalogan la memoria, es importante que sepas la compatabilidad de estos elementos. De esta manera, para funcionar, la velocidad de la memoria RAM debe ser compatible con la velocidad a la que el CPU pueda ejecutarla. Si la memoria RAM es de de 3000 MT/s, pero el CPU de la computadora sólo puede ejecutar la memoria a velocidades de 2400 MT/s, el sistema ejecutará la memoria a 2400 MT/s. Ademá, existen límites máximos para las densidades, por lo que no se pueden instalar 64 GB de memoria en un sistema que sólo admite 8 GB.

Pero, ¿por qué deberías aventurarte a actualizar la memoria? Los beneficios dependerán del uso que le des al computador. Por ejemplo, si lo utilizas solamente para escribir en procesadores de texto, es posible que este cambio no sea necesario. Estos programas no necesita mucha memoria RAM para funcionar, sino que lo suficiente para brindarle a la computadora espacio adicional por encima de los datos activos del sistema operativo (SO). En este caso, aumentar la memoria de 4 GB a 8 GB o más va a permitir, por ejemplo, que la capacidad de respuesta sea casi instantánea, que se puedan abrir múltiples aplicaciones casi sin notarlo y que la computadora no se congele. Sin embargo, si la velocidad se aumenta de 2400 MT/s a ​​3000 MT/s o más, no se notarán muchos cambios en cuanto al rendimiento del equipo.

Esto también se puede ver en la construcción de hojas de cálculo. Si estos documentos son complejos y si el computador no tiene suficiente densidad de memoria para contener todos los datos activos, el equipo se puede detener. Por ello, es imprescindible contar con al menos 8 GB de memoria si constantemente se están creando hojas de cálculo grandes y detalladas. Éste es uno de los casos donde también son evidentes los beneficios del procesamiento de la velocidad de la memoria.

Un caso en que sí se notan grandes diferencias, es en el uso de internet. Los navegadores Web son notorios consumidores de RAM porque usan demasiados datos activos y, como resultado, a menudo son culpables de desacelerar la computadora. Una mayor densidad o velocidad en la memoria no afectará la velocidad de la conexión a Internet, pero la computadora ejecutará estos programas de manera más eficiente. Por ejemplo, elevar la memoria de 4 GB a 8 GB o más permitirá que la capacidad de respuesta de la computadora sea casi instantánea, incluso con una gran cantidad de pestañas abiertas. Pero, en cuanto a la velocidad, si se eleva de 2400 MT/s a ​​3000 MT/s o más, no se notará mucha ganancia en cuanto al rendimiento.

Otro caso emblemático es el consumo de video en streaming. En este caso la velocidad de la conexión a Internet juega un papel más importante que la memoria. Sin embargo, la computadora necesita suficientes GB de RAM para ejecutar todo lo demás que está haciendo el sistema para que la reproducción no se entrecorte o congele.

En tanto, en el caso de la edición de fotos, video y rendering, estos programas también requieren más recursos del sistema que muchos otros tipos de software y, si no tienen al menos 8 GB de RAM, es posible que la computadora no pueda ejecutarlas.

Finalmente, un caso emblemático de la necesidad de memorias potentes en equipos son los juegos. Muchos títulos requieren al menos 4 GB de memoria RAM para ejecutarse, pero se recomienda instalar 8 GB mínimo para que “corran” de forma adecuada. Asimismo, debido a que estos usan demasiados datos activos, la velocidad de la memoria puede tener hasta cierto punto un impacto importante durante el juego.

Todos estos beneficios a menudo son imperceptibles para una persona que usa casualmente su computadora, pero en el caso de los diseñadores, analistas de datos, camarógrafos o gamers, que utilizan aplicaciones que demandan un uso intensivo de memoria y el margen de error está en una escala de microsegundos, vale la pena conjugar velocidades de memoria más rápidas con suficiente densidad.