Conquista edtech: la educación online se afianza en tiempos de pandemia

Las startups de educación viven uno de sus mejores momentos tras la irrupción mundial del COVID-19. El confinamiento ha impulsado al e-learning hacia un boom expansivo. Además, se pronostica que esta metodología ha llegado para quedarse en convivencia con la educación presencial.

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En cambio de escenario. O mejor dicho, de escenografía. Ya sea en la sala, el comedor o hasta en un dormitorio, los docentes de Platzi, la plataforma de educación online latinoamericana han tenido que convertir sus casas en estudios de grabación. La familia también se ha involucrado en el proceso. Ya sea la novia, el esposo o los hijos, estos se han convertido en parte del equipo técnico temporal, calibrando cámaras o colocando tachos de luz en los mejores puntos para que la iluminación sea óptima y se logre grabar una clase que formará parte de una oferta de más de 600 cursos realizados por esta edtech durante los últimos seis años.

La premura por grabar contenido de forma remota responde al aumento de 40% de demanda de usuarios de Platzi en un mundo que vive en confinamiento desde hace un par de meses. Así, ante el distanciamiento social que impide asistir físicamente a cualquier centro de estudio, miles de personas han fijado el interés en la educación online para seguir adquiriendo conocimientos.

“Actualmente es fundamental mantener la operación y es complicado. Nuestros profesores viajaban a nuestras oficinas y estudios en California, México o Colombia para grabar sus cursos y de repente la pandemia hizo que esto se cayera”, dice el guatemalteco Christian Van Der Herst, cofundador de Platzi. “Tenemos un equipo increíble grabando desde sus casas. Ha sido un desafío, porque hemos tenido que entrenarlos remotamente sobre aspectos técnicos audiovisuales. Si antes para grabar 20 minutos de contenido tardábamos una hora, ahora nos toma tres o, incluso, en alguna ocasión no se ha podido, por el ladrido de un perro o el llanto de un bebé”.

Algo similar vive Aprende Institute, edtech que ofrece diplomados online dirigidos a emprendedores o independientes que aprendían empíricamente vía YouTube y que generan ingresos con habilidades vocacionales como gastronomía y repostería, organización de eventos, mecánica automotriz, corte y confección, entre otros.

“Con la pandemia se ha triplicado el número de inscripciones. Con esos números todavía no podemos inscribir a mucha gente por un tema de limitación de presupuesto”, dice Martín Claure, CEO y fundador de Aprende Institute. “Nuestros diplomados dan acceso a los estudiantes a un experto vía WhatsApp y resultan demasiado caros. Por ello, estamos ofreciendo cápsulas de contenido o clases magistrales de forma gratuita. Ha sido nuestra solución para responder rápidamente a temas muy puntuales que la gente nos pide”.

Tras la pandemia, Aprende Institute desarrolló clases magistrales en respuesta a la demanda de sus usuarios.

Los sets de grabación de Aprende Institute están ubicados en México y la cuarentena ha hecho que la empresa se fije en España, que ya está levantando poco a poco las restricciones, como nuevo centro de producción de cursos. “Estamos buscando expertos en este país. A pesar de que la logística va a ser más complicada, esta situación ha sido un gran catalizador para acercar al modelo virtual a la gente que tenía dudas o cuestionaba la educación en formato online. Antes estábamos a prueba y ahora tenemos récord de inscripciones y de estudiantes que se gradúan y que compran otro diplomado”, dice Claure.

A fines de abril, Aprende Institute levantó US$ 1,6 millones en una ronda de capital semilla, con la participación de Angel Ventures, a través de su fondo AV Pacific Alliance Fund II LP, Artisan Venture Capital, 500 Startups, Claure Group e inversores ángeles latinoamericanos. Esta inyección de capital servirá para mejorar la tecnología y fortalecer a su comunidad de estudiantes.

A pesar de las dificultades técnicas, Platzi y Aprende Institute al igual que todas las edtechs consultadas para este informe, se preparan para responder a un brutal aumento de demanda y a una multiplicación de usuarios sin precedentes debido al cierre de escuelas, universidades e instituciones educativas en general, producto de los aislamientos obligatorios que han forzado a todo el mundo –según Naciones Unidas, hay 850 millones de niños y jóvenes a nivel global que estudian en casa– a capacitarse de forma remota, abriendo una gran oportunidad de crecimiento para las empresas de este tipo.

Dichas medidas adoptadas por muchos países de América Latina como principal arma para frenar el impacto del nuevo coronavirus, han afectado seriamente los sistemas de educación. Todas las escuelas, universidades e institutos en general tuvieron que radicalmente migrar a las clases online para llegar a millones de estudiantes inhabilitados de salir de casa.

“El mundo ha cambiado por completo. Ha quedado claro que las compañías que no hayan entrado al siglo XXI no van a funcionar y las que no tengan infraestructura digital tampoco, sobre todo en esta pandemia. Las crisis pueden pasar de manera inesperada y esta afecta a todo el mundo al mismo tiempo, en diferentes grados y olas de intensidad haciéndola aún más permanente”, dice Susana García-Robles, venture partner de la firma de inversiones global Capria y asesora ejecutiva de Lavca. “Incluso cuando la crisis pase y eventualmente se vuelva a los colegios ya se habrá forjado otra manera de educar y de aprender. Va a ser mucho más blended, aunque volvamos a un lugar físico”.

Para Ernesto Kruger, CEO de Kruger Corporation, las startups intensivas en tecnología para educación tienen una oportunidad de oro en esta coyuntura para consolidarse y quedarse en esta industria. “La educación es un sector ganador por la necesidad del mercado que va a cambiar definitivamente. Las prioridades y hábitos de las personas se modifican y los inversores estarán abiertos a invertir en una edtech que tenga potencial de convertirse en una gran empresa. Es de esperarse que en dos o tres años surja una empresa de este tipo que se  convertirá en un megaunicornio. Esperamos que nazca en América Latina”, dice.

Para Diego Olcese, CEO y fundador de Crehana, startup peruana de educación online enfocada en industrias creativas, definitivamente el aumento de demanda de plataformas de e-learning atraerá el interés de inversionistas. No obstante, este estará orientado a empresas maduras, mas no a las que están en puntos iniciales.

“Va haber mucha más consolidación de compañías que han sido early adopters de esta modalidad educativa en América Latina. Estas recibirán más fondeo”, dice Diego Olcese, quien también es emprendedor Endeavor. “Dudo mucho –por la coyuntura actual– que nuevos jugadores o compañías tengan fondeo de capital de riesgo alto justamente por el factor riesgo de hoy y que se den inversiones nuevas para compañías que recién empiezan”.

Por lo pronto, de marzo a abril, el tráfico en Crehana aumentó 500%, mientras que el número de estudiantes registrados creció 750%. Un crecimiento que ha afectado positivamente a esta edtech.

En alta definición… y calidad

Una cosa es la educación vía Zoom y otra con una metodología que integre tecnología para enriquecer el contenido y obtener mejores resultados. Y es que, ante la inmovilización obligatoria, la gran mayoría de centros de estudios optó por volcar las clases presenciales a diversas plataformas de comunicación para impartir conocimiento.

“Como las instituciones no se vieron en la necesidad de evolucionar al mismo ritmo que lo hacía el mundo, no ponían mucha atención en la creación de contenidos adecuados para que el estudiante captase mejor el mensaje”, dice José Gonzáles, director comercial y country manager de la empresa que ofrece soluciones para la educación virtual CognosOnline. “Se está reemplazando la presencialidad por una plataforma de videoconferencia y, al final, la experiencia es exactamente igual a la educación presencial o muy parecida. De eso no se trata la educación virtual”.

En ese sentido, según Sergio Saavedra, director de Ipluton, academia preuniversitaria virtual, una de las ventajas del uso de herramientas tecnológicas es la personalización de la educación.

“Si bien puedes encontrar una clase de álgebra o geometría en Ipluton, existen más de 100 recursos disponibles en internet sobre esas materias. Las plataformas de educación virtual exitosas han dosificado ese contenido que ya está disponible públicamente, pero en el momento adecuado”, dice Saavedra. “El futuro de este rubro es el de la personalización, donde tal vez las plataformas o clases grabadas ya no sean necesarias, pero sí un asistente que oriente en esta preparación. Ya no va a ser un negocio de academias virtuales, sino uno de asistentes educativos. Nuestro objetivo sería ser el ‘Siri de la educación’. Queremos enfocarnos más en la orientación y la guía de los postulantes”.

Las clases virtuales de Ipluton, que cuenta con el soporte de Emprende UP, el Centro de Emprendimiento e Innovación de la Universidad del Pacifico, representan el 30% de la preparación virtual. El 70% restante consiste en evaluaciones semanales, seguimiento de lo aprendido y la interacción entre los estudiantes.

“El negocio de las academias virtuales no es de videos. Puedes tener al mejor profesor de la academia tradicional y este puede ser opacado por un profesor que es más interactivo. Enseñar frente a una cámara o en una plataforma es diferente que enseñar a un conjunto de personas en una misma aula”, dice Saavedra.

Christian Van Der Herst, de Platzi, agrega: “En el sistema educativo tradicional todos toman las mismas clases al mismo tiempo, mientras que en la educación online todos tienen objetivos similares, pero cada uno tiene una ruta diferente. Si logramos personalizarles la ruta para que lleguen adecuadamente, cualquier persona puede concluir un curso exitosamente. Creo que muchas empresas se van a dar cuenta que gracias a la educación online su transformación digital se va acelerar”.

Una de las herramientas que potencia esta personalización es la inteligencia artificial (IA). Por ejemplo, la edtech de origen español Smartick ha desarrollado un método online para aprender matemáticas para niños de 4 a 14 años.

“Consiste en una lección diaria de 15 minutos y está basado en IA, que permite hacer un diagnóstico muy preciso de lo que sabe o no el niño”, dice Javier Arroyo, CEO y cofundador de esta startup. “A partir de ahí, diseñamos un plan de estudios a medida, personalizado e individualizado para ese niño en concreto. La IA nos permite conocer muy bien cuál es su máxima capacidad y hacemos que trabaje lo más cerca posible de esta. La gran diferencia es la adaptabilidad que da la IA para acoplarse como un guante a cada niño y que humanamente es muy difícil”.

Para Arroyo, la tecnología permite actualizar los métodos tradicionales en cuanto al entrenamiento personalizado, pero el rol del profesor tiene que cambiar para ser “el líder de la clase, el facilitador del conocimiento y dar a los niños otro tipo de formación en habilidades y no tanto en entrenamiento o procedimiento”.

La tecnología también puede ser un soporte eficiente para gestionar centros educativos, sobre todo a nivel escolar, donde tanto alumnos, profesores y padres están involucrados en el proceso de aprendizaje.

Es el caso de Blended, una plataforma de gestión y comunicación escolar en la nube que puede digitalizar desde el clásico cuaderno de comunicación con los padres hasta la gestión interna de los colegios que está llena de planillas. En Argentina, la startup da servicios a más de 400 colegios. En Perú, este año iniciaba operaciones y tras la pandemia el aumento de la demanda ha sido exponencial, llegando a casi 100 unidades educativas en menos de dos meses.

“Damos una red privada a cada colegio para que den acceso a toda su comunidad educativa, y tengan el control absoluto de esta red. El aislamiento y el distanciamiento social son una enorme oportunidad para el sistema educativo que necesita llevar a cabo muchos cambios y entender que lo digital no es una medicina temporal, sino que ha llegado para quedarse. No va a reemplazar al colegio ni al docente, sino que va a complementar muy bien estas herramientas, dando un giro a la forma en que los niños aprenden”, dice Franco Chamochumbi, country manager de Blended en Perú.

La plataforma, que se vale del big data y el machine learning para operar, también puede ayudar a los colegios a encontrar insights donde enfocarse, de acuerdo  a Chamochumbi.

Títulos universitarios vs. skills

La transformación digital en todas las industrias, junto al alto costo de la educación ha hecho que el sistema tradicional de aprendizaje, sobre todo en el nivel superior, tenga que replantear sus programas académicos en un mercado laboral que cada vez pone mayor atención en las habilidades o skills de los candidatos, poniendo en debate si contar con un título universitario garantiza el éxito profesional y la necesidad de desarrollar más competencias.        

Diego Olcese, de Crehana, está convencido que en el futuro, las skills van a predominar sobre los diplomas universitarios. “Veo que la educación tradicional va a cambiar drásticamente en el futuro. Se va a acelerar mucho el concepto de skills y su desarrollo y no tanto la obtención de títulos”, dice. “Se van a ver las ventajas del uso de plataformas como Crehana para tener los skills necesarios para trabajar. Lo que la gente busca en materia académica está cambiando y acelerando drásticamente. Ya no va a querer ir a las universidades o tener ese tipo de títulos que eran antes el común denominador. Esto va a cambiar la forma en que las empresas van a reclutar y en que las personas van a trabajar”.

Ernesto Kruger, de la consultora de innovación estratégica Kruger Corporation, coincide con Olcese. “No creo en el sistema de los ministerios de Educación, ni en los títulos universitarios. Lo que importa es que una persona tenga las skills necesarios para ser exitoso y en el futuro eso será lo que pese más”, dice. “Hace dos años, mi hijo de 13 años dejó la escuela y empezó a estudiar remotamente. Él sigue un K-12 americano con buenos resultados. Incluso ya hace telework: es gamer e influencer en Twitch y gana dinero. Muchos me dijeron que sacarlo del colegio era una locura, pero hoy me dicen que me adelanté”.

Para este emprendedor ecuatoriano, el actual panorama pandémico es una gran oportunidad para escuelas disruptivas en formato digital, porque las tradicionales no están dando las herramientas a los niños para desarrollar soft skills como el pensamiento crítico, altamente valorado en el mercado laboral.

Y es que el reto es aún mayor, sobre todo cuando gran parte de los estudiantes de hoy son ya nativos digitales, que no encuentran atractivo en metodologías tradicionales de aprendizaje.

“Hoy un estudiante de 22 años usa TikTok o crea instastories y se aburre si un video educativo dura más de cinco minutos. Es importante saber con qué persona se está interactuando y a partir de ahí construir el contenido”, dice José González, de CongnosOnline. “Hay conceptos como el microlearning donde se desarrollan cápsulas de contenido de pocos minutos y en ese tiempo tratas de cumplir un objetivo específico”.

De otro lado, González señala que los altos precios de la educación superior hacen que la mayoría busque otras alternativas más accesibles.

“La gente no está dispuesta a pagar una mensualidad de S/ 2.500 (US$ 730) durante todos los años que dura una carrera. Quieren aprender cosas específicas como módulos, programas de diseño gráfico o de programación. Se están volcando a ese tipo de soluciones que cuestan entre S/ 50 o S/ 60 (entre US$ 15 y US$ 17, aproximadamente) por cursos puntuales de dos o tres horas”, dice. “Estos son los competidores para las universidades o institutos, porque ofrecen alternativas de formación más autodidacta, del hágalo usted mismo”.

En ese sentido, Diego Olcese dice que si bien la industria edtech en América Latina está en una etapa temprana, el potencial es enorme. “La clase media está en auge y está digitalizándose aceleradamente. En la región hay más de 150 millones de personas, es decir 40 millones de familias de clase media aproximadamente, que antes apostaban por mandar a sus hijos a estudiar en un instituto o universidad cerca del hogar. Hoy, el concepto cultural de educación ha cambiado y la adopción de este tipo de tecnologías también”, dice. “Mucha gente decía que la educación digital no tenía el mismo impacto que la tradicional y hoy nos damos cuenta de que tiene hasta más alcance, desde costos y el retorno por inversión”. 

La escuela del futuro

Los emprendedores y especialistas consultados para este informe coinciden en que hay un antes y un después del COVID-19 en la industria de edtechs. Muchos vislumbran la convivencia de la educación online en armonía con la presencial, convirtiéndose así en un modelo blended.

“Muchos le temían a la tecnología porque pensaban que iba a arrasar con todo el personal, pero esta pandemia ha demostrado el lado bueno de esta, que puede hace que la educación sea más inclusiva. Las personas en las favelas o villas miseria pueden usar las aplicaciones de este tipo desde sus smartphones”, dice Susana Robles-García, quien también es cofundadora de WeXchange, la plataforma de conexión entre emprendedoras STEM e inversores.

Para Javier Arroyo, de Smartick, el e-learning no es una moda pasajera. “Es una tendencia que viene para quedarse. Los estudiantes, padres y docentes han perdido el miedo o se han visto forzados con el virus a probar metodologías online y han visto que funcionan y que lo hacen muy bien. Será un modelo mixto presencial con muchas herramientas online para hacer el entrenamiento individualizado de cada uno”, dice.

A pesar de que es difícil predecir el futuro, 2020 es el año de oportunidades para las edtechs, pero también de prueba. Hay muchas en el mercado y dependerá de los resultados que se obtengan en esta etapa para que los alumnos les den una nota aprobatoria.

La plataforma Blended funciona como una red social para la comunidad escolar.

La plataforma Blended funciona como una red social para la comunidad escolar.

Ya no más ciencia ficción

Desde arreglar un motor de avión, operar una cementera o llevar a cabo capacitaciones de enfermería, el abanico de tareas que se pueden realizar remotamente a través de realidad virtual (RV) y realidad aumentada (RA) es amplio. La pandemia también ha abierto muchas oportunidades para esta tecnología. Según Douglas Fajardo, CEO y CXO de Xennial Digital, startup que desarrolla soluciones de RV y RA para instituciones educativas y empresas, actualmente hay tres áreas que están acelerando su uso: educación, salud y aviación.

“Creamos nuestra propia plataforma que funciona como un portal que distribuye contenido tipo Netflix. Por ejemplo, a los high schools o bachilleratos les entregamos el paquete completo de experiencias que están alineadas a diferentes áreas de ciencias  y también trabajamos de una más forma personalizada con las universidades. Nos contratan escuelas de medicina o de arte para crear experiencias en RV y RA”, dice.

En el ámbito de la salud, la compañía está desarrollando un programa de capacitación para la escuela de enfermería de Broward College de Miami, que será implementado en diversos hospitales y evitará el contacto entre enfermeras y pacientes, reduciendo así el riesgo de contagio de COVID-19.

Actualmente, la startup de este emprendedor guatemalteco –que está por iniciar una ronda de capital que podría llegar hasta US$ 15 millones– se está enfocando en la capacitación de mecánicos para el mantenimiento de la industria de aviación. “Si bien la aviación es una de las industrias más golpeadas con la pandemia, los aviones tienen que mantenerse para pasar las revisiones técnicas correspondientes. Nuestra visión es ser la empresa líder en soluciones de capacitación de RV para técnicos de aviación. Tenemos muchas instituciones interesadas y un equipo de asesores expertos en la industria que están guiando toda la estrategia”, dice Fajardo.

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