Por Cristian Aránguiz

-¿Cuál es el aporte de la astroinformática? ¿Puede un área tan específica del conocimiento científico astronómico ser usada en mejorar la productividad de otras industrias?

-Los observatorios, al igual que los objetivos planteados por el presidente J. F. Kennedy, de llegar a luna en la década de los 60, son por sí solos un desafío. Es un desafío su funcionamiento y los trabajos a asociados, como mecánica, computación, electrónica, criogenia y un montón de otras disciplinas que permiten que se obtenga el objetivo final que es hacer astronomía. Un plus interesante es que si Chile como país puede participar dentro de esa generación de conocimiento o puede ser parte de disciplinas dentro del proceso de la generación de astronomía, el país va a tener un muy buen remanente de excelentes tecnologías que podrían ir aplicándose a una serie de procesos en diferentes áreas.

Por otro lado, va a depender mucho de la creatividad de las personas que trabajan con estas nuevas tecnologías el poder transportarlas a otras áreas del conocimiento, para que puedan lograr ser un aporte. Ahora, por lo avanzado de las tecnologías con las que se está trabajando en ALMA, si ellas se aplicaran en otras industrias en Chile, de seguro, sería algo muy importante.

-Ahondemos en esa posible aplicación. ¿Qué área industrial específica?

-Donde Chile tenga una ventaja corporativa, como la industria de la madera o la producción de salmones, minería o banca. El cruce de tecnología sería de gran aporte donde se requiera, en especial en toda materia de gestión y, por cierto, en el ámbito financiero, porque todas esas industrias requieren de análisis de datos. Pero por el nivel de avance de las tecnologías, hoy en los mercados en ocasiones se tiende a confundir las tecnologías y no se marcan diferencias con las competencias que existen en el resto del mundo.

-Esa diferenciación de tecnologías, ¿qué exige en las organizaciones?

-Debes tener un control mucho más acucioso de tu proceso productivo, con el fin de que tu productividad sea más eficiente. Eso es lo que yo veo a la hora de marcar una ventaja, a la hora de usar como excusa a la astronomía para generar nuevas innovaciones que, eventualmente, se puedan usar y tener aplicaciones en diferentes facetas de la industria.

HAZAÑA

-Se habla de astro data y que la generación de esa información va a tener a Chile como protagonista mundial. ¿Es posible ser líder mundial?

-Hay una gran oportunidad. Si miras la condición o la característica de los cielos en el norte de Chile, es una herramienta única, y más porque de forma muy rápida puedes llegar a una gran cantidad de altura de observación recorriendo aproximadamente 200 kilómetros de mar a montaña. Esa ventaja te permite tener a todos los observatorios ahí instalados en pie y hacer una ciencia de nivel mundial, características que no ves mucho en otros lugares del globo. Por ello, ya es un hecho que tendremos los mejores y más grandes observatorios del mundo en Chile durante los próximos diez años.

Por lo anterior, vamos a tener el 70% de los datos capturados del cielo para Chile. Una gran oportunidad se le abre a la industria chilena para participar en todo el proceso de construcción y, eventualmente, en la operación de esta puesta en marcha, que tiene características de hazaña. Los beneficios directos son los que se generan con la implementación de servicios de tipo ingenieril, logística, etc., pero ese beneficio no es tan grande comparado con los beneficios indirectos, como poder comprender y entender cómo la puesta en marcha de esa nueva tecnología la podemos traspasar a otras industrias, y con ello generar valor agregado y diferenciarnos de la competencia directa de Latinoamérica, incluso de Europa o Asia.

-Hablando de talento, ¿existe carencia de profesionales para la puesta en marcha de esta hazaña, o eso se nivela con los expertos que vienen desde el extranjero?

-La globalización ha hecho que los profesionales de calidad en áreas como la astronomía o astroinformática se puedan encontrar en cualquier parte del mundo. Si hablamos del caso chileno, existen muy buenos expertos que podrían, y algunos de ellos ya lo están, trabajar en las instalaciones de ALMA. La única diferencia en la formación de esos profesionales no está en los currículos académicos, sino más en la carencia de laboratorios de alta exigencia que tienen. Eso hace que muchos de ellos estudien en Chile y partan luego a universidades en EE.UU. u otras partes del mundo a perfeccionarse. Pero hoy Chile cuenta con muy buenos profesionales en el área y el desafío que se presenta es poder potenciar la formación informática.

-¿Cuál es el área formativa que presentaría una oportunidad especial para Chile en el área de la astroinformática?

-La formación de estudios computacionales se tendría que desarrollar de gran forma en Chile, ojalá con el apoyo transversal de toda la sociedad. Desarrollar este tipo de profesionales no es de gran costo para los países, ya que no involucra grandes infraestructuras en un comienzo. Es una disciplina que se va auto desarrollando en el profesional, por sí solo, a través del tiempo, por lo tanto, ahí sí se presenta una oportunidad.

 -¿Y cuál es la oportunidad que tiene Chile con el funcionamiento de ALMA en su territorio?

-Es un tema muy relevante para el futuro de Chile. Por primera vez en su historia el país tiene la oportunidad única de ser número uno de la observación astronómica. El potencial de dicha oportunidad no sólo radica en la observación del universo, sino que también en la cantidad de datos que genera esa observación, esos estudios. La idea central es poder crear un centro de investigación que reúna todos esos datos. Nos tenemos que transformar en el país líder en el análisis de astro data del mundo.