Parece que este año la tendencia en los smartphones son las pantallas sin apenas bordes. En este caso, ocuparía el 90% de la superficie del móvil que apuesta por el diseño y mejores prestaciones.

En 2015, LG no acertó demasiado con su teléfono, el LG G5, un smartphone basado en módulos que permitía quitar y poner algunas partes del teléfono al antojo del usuario. Tras este tropezón, se espera que la compañía coreana regrese al tope de gama con un terminal que destaque por su diseño, sus prestaciones y su novedosa pantalla.

De primeras, parece que este año la tendencia en los smartphones son las pantallas sin apenas bordes. Las invitaciones que ha enviado LG a la prensa y las imágenes filtradas demuestran que el nuevo G6 tendrá una pantalla alargada de 5,7 pulgadas con resolución QHD y con una relación de aspecto de 18:9, en vez de los tradicionales 16:9. Además, ocuparía el 90% de la superficie del móvil.

Por otra parte, el LG G6 se quedará sin el último procesador de Qualcomm, que todo apunta a que llegará con el Samsung S8. Según las últimas filtraciones, el último buque insignia de LG vendrá equipado con el procesador Qualcomm Snapdragon 621, para dejar la exclusividad del 835 al nuevo Samsung.

Entre las especificaciones que la propia marca ha filtrado, también se conoce que será resistente al agua y que tendrá un cuerpo más resistente, aunque se desconoce qué pasará con la batería, si será extraíble o no, y cómo serán las cámaras.

El día 26 de febrero LG presentará su nuevo teléfono para intentar borrar el fallo del año pasado y retomar la senda del crecimiento en el mercado de la telefonía móvil. Todo apunta a que su nuevo dispositivo tendrá un precio similar al de los anteriores modelos, en torno a los 700 euros.

* Fuente: Expansión