Esta tecnología se hizo parte de la vida de todos una vez que apareció en nuestros computadores y todavía, hasta hoy, siguen dando vueltas.

Marcó a toda una generación. Fue el siguiente paso después de los cassettes e hizo sinergia con los CD y los Walkman. La música en formato MP3 se hizo parte de la vida de todos una vez que apareció en nuestros computadores y todavía, hasta hoy, siguen dando vueltas.

Casi nadie que vivió los ’90’ puede decir lo contrario. Este popular, e infame también, formato de audio causó gran revuelo cuando comenzó a ser utilizado por todo el mundo en sus reproductores de CD, MP3 o iPod.

Si bien en un comienzo fue creado con fines industriales y profesionales, su uso recreativo para codificar música desde discos (CDS) y otros formatos físicos resultó en un cambio de paradigma en la industria musical.

Esto se vio potenciado por reproductores de MP3 como Winamp, que permitían tener los archivos MP3 en un dispositivo y reproducirlos. De esta forma, un disco compacto de un álbum de música podía ser transformado a MP3 y luego podía ser escuchado. Es decir, se había creado un tipo de piratería en la industria.

Como si fuera poco, aplicaciones como Napster y Kazaa ayudaron a que estos archivos fuesen compartidos a través de todo Internet. Esto significó una gran difusión de canciones de todo tipo de géneros que podían ser descargadas sin pagar.

Era el paraíso de los melómanos que no tenían suficientes recursos para dedicar a la música. Sólo bastaba que alguien tuviera el disco original, lo copiaba en MP3 a su computador y luego lo compartía a través de Kazaa u otra aplicación.

Así las cosas, una burbuja estalló en los sellos discográficos y las ventas de CDs (originales) comenzaron a disminuir drásticamente. Este fue el principio del fin de los formatos físicos como principal medio de reproducción de música y abrió el paso para que 20 años después comenzaran a crearse plataformas como Spotify, las cuales tomaron el concepto (MP3, reproducción digital) y lo adaptaron a un modelo de negocios que actualmente es, en gran parte, exitoso.

Hoy, muchos años después de la creación del MP3 (durante los 80), la patente del formato ha expirado y su codificación ha sido liberada para todo público. La empresa que creó el formato, Fraunhofer IIS, generaba hasta US$100 millones según reportes de 2005, lo que demuestra que todavía es un formato activamente utilizado.

Sin embargo, ya no habrá ganador económico en este aspecto, ya que hoy cualquiera puede codificar en MP3 sin necesidad de atender a preocupaciones legales o pagar por su uso.