Asistentes virtuales, chatbots, bots programados… los sistemas conversacionales dotados de tecnologías como IA o machine learning son cada vez más capaces de entender el lenguaje natural.
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Por Elena Díaz y Daniel Poto para ThinkBig. Las aplicaciones de mensajería instantánea son plataformas de comunicación que nos han permitido estar en contacto, en cualquier momento y lugar, a través de nuestro smartphone. Su popularidad ha llevado a desarrollar softwares capaces de realizar automáticamente diversas tareas. Hablamos de los sistemas de inteligencia artificial conversacionales y, en concreto, de los asistentes virtuales, chatbots y bots programados.
Un chatbot es un software creado para que pueda tener conversaciones con los usuarios como si fuera realmente humano, gracias a que está dotado de inteligencia artificial. Los bots se han convertido en un elemento indispensable para fomentar dicha interacción entre las marcas y los usuarios porque pueden ser capaces de procesar el lenguaje natural y mantener una conversación coherente con una persona al estar programados con inteligencia artificial y machine learning.
El primer bot aparece en 1964
No obstante, aunque pensemos que es un concepto reciente, el hecho de conversar con una máquina y que ésta sea capaz de interactuar no es algo nuevo. Fue en 1964 cuando Joseph Weizenbaum desarrolló un programa capaz de conversar con una persona: Eliza. Podríamos señalarlo como el primer bot, que incluso se dice que era capaz de superar el test de Alan Turing. Años más tarde, llegaron los bots a las grandes plataformas de chat.
Entonces, si este concepto no es nuevo, ¿por qué actualmente se desarrollan multitud de bots y chatbots? Ahora, los bots no sólo son capaces de ejecutar lo que se ha predefinido, sino que pueden aprender, mejorar y adaptarse a cada usuario gracias a tecnologías como la inteligencia artificial y el procesamiento de lenguaje natural.
Chatbots y bots programados
Como hemos comentado, un bot es un software de IA diseñado para ejecutar tareas sin necesitar la ayuda del usuario como, por ejemplo, reservar en un restaurante, seleccionar fechas en el calendario o mostrar información de interés a los usuarios. El uso más frecuente de los bots es en aplicaciones de mensajería, y aquí es donde aparecen los chatbots.
Una de las principales características a tener en cuenta es que un chatbot utiliza inteligencia conversacional natural, el problema es que falla porque aún no han conseguido que interactúen con lenguaje natural al 100%. Por esta razón se crearon los bots programados.
Un ejemplo es Slack, el servicio de mensajería para la comunicación dentro de la empresa, donde los chatbots ayudan a gestionar tareas como los gastos. Las grandes compañías como Twitter, Telegram, Facebook, Uber o Google ya desarrollan sus propios bots. Aunque uno de los desafíos actuales es que las máquinas entiendan las peticiones expresadas con lenguaje natural y respondan de forma coherente y personalizada.
Por ejemplo, si probamos con el bot de Facebook ‘1-800-Flowers‘ observamos que no responde al 100% al lenguaje natural y te hace elegir entre opciones predeterminadas.
Sin embargo, si preguntamos a ‘Hi Poncho‘, un bot que encontramos en Facebook para informar al usuario del tiempo, observamos que puede llegar a tener una interacción significativa a pesar de ser un bot programado.
Todavía se necesita mejorar esta tecnología, pero resulta tentador que en lugar de utilizar una app o una web para pedir comida, un bot conversacional puediera pedir la comida por ti.
El asistente de Amazon que va más allá
Siri y Cortana, los asistentes virtuales de Apple y Microsoft, se han visto enfrentados a un fuerte rival: Alexa, el asistente de Amazon que incorpora funcionalidades para hacer más fácil la vida diaria en el hogar y que va más allá que programar citas, poner alarmas o enviar emails.
La diferencia más evidente es que es un objeto físico cilíndrico que escucha peticiones y las resuelve. Puedes instalarlo en cualquier lugar de la casa y cumple sus tareas sin necesidad de darle a ningún botón. Encargar la compra, controlar la domótica del hogar, recibir la previsión meteorológica, informarnos de búsquedas, controlar la música, realizar compras en Internet, jugar a juegos, controlar tu calendario de citas, pedir un Uber o una pizza, recibir recomendaciones o mantenerte informado de la actualidad, entre otras cosas.
No hay duda de que los sistemas de inteligencia artificial conversacionales como los chatbots están cada vez más presentes en nuestro día a día. ¿Qué será lo próximo?
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