Los constantes avances de la tecnología están modificando y creando todo tipo de nuevos puestos de trabajo.
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Por Fernando Mateos para Think Big. Nadie pone en duda que el mercado laboral se encuentra en un momento de cambio debido en su mayor medida a la llegada del llamado “tsunami digital”. Adaptarse a las nuevas tecnologías es una labor que todos los sectores de la sociedad van a tener que confrontar más temprano que tarde y que está produciendo que las empresas comiencen a demandar profesionales con habilidades hasta ahora inéditas. Cientos de nuevos empleos ligados al mundo digital sustituirán en los próximos años a la mayoría de las profesiones clásicas, que poco a poco irán desapareciendo del mapa.
De momento, los estudios no han dejado de confirmar esta circunstancia, tal y como revela una publicación del año 2013 de la Universidad de Oxford, que afirma que el 47% del empleo actual desaparecerá en las próximas dos décadas, y que el 90% de las profesiones que permanezcan sufrirán alguna transformación y requerirán la incorporación de nuevas competencias. Además, el informe del Observatorio para el Empleo en la Era Digital también declara que ocho de cada diez jóvenes de entre 20 y 30 años encontrarán un empleo relacionado con el ámbito digital en trabajos que aún no existen. Por otro lado, el portal de empleo especializado en profesionales del ámbito tecnológico Ticjob señala que la falta de especialización en tecnologías emergentes hará que para el año 2020 haya más de un millón de empleos tecnológicos no cubiertos en Europa.
Con esta transformación se abre un abanico de oportunidades sin precedentes para aquellos que quieran liderar el cambio y aprovechar la situación que se avecina. Aunque muchos de estos empleos no responden todavía a una carrera o plan universitario en concreto, obtener la formación necesaria para ocupar estos puestos es algo que gracias a la multitud de MOOCs que ofertan plataformas como MiríadaX ya se encuentra al alcance de todos. Muchas de estas profesiones son todavía desconocidas para el público general y la información en torno a ellas es aún muy pobre, pero la oportunidad está ahí.
A continuación, te dejamos un resumen de aquellos empleos que serán más demandados en un futuro:
Especialista en Big Data
La necesidad de contar con científicos de datos en las plantillas es ya una realidad para las empresas, que ven en el Big Data la fuente de información más fiable en la toma de decisiones. No solo en el mundo de los negocios, sino también en otros ámbitos, como el deporte, la cultura y la seguridad, se requiere de estos profesionales para cubrir unas exigencias que van apareciendo con cada vez más frecuencia. Las personas que trabajan en este campo suelen ser expertos en analítica, programación y lógica, especializados en aplicar sus conocimientos a los datos. Según el XI Informe Los + Buscados de Spring Professional de Adecco del 2016, este será además el perfil más demandado en el futuro más inmediato.
Nanomédico
Los avances tecnológicos están permitiendo que la medicina contemple nuevas posibilidades a la hora tratar diversas enfermedades. Una de esas opciones consiste en el empleo de nanotecnología para curar a los pacientes. De momento, la aplicación de nanorobots serviría para transportar fármacos por dentro del cuerpo, y en un futuro cercano incluso para prevenir ataques epilépticos. Por esta razón los equipos médicos empiezan a precisar profesionales que reúnan conocimientos en la ingeniera y la computación, así como en la medicina tradicional. Se trata de un novedoso perfil que además de estar muy demandado podría prestar una ayuda inmensa a la humanidad.
Robotista
El crecimiento de la industria robótica ha comenzado a modificar infinidad de sectores que van desde las tareas del hogar hasta la industria militar. Según un estudio del banco estadounidense Bank of America Merrill Lynch, el negocio de la robótica moverá 75.000 millones de euros en 2020, y los robots pasarán a ejercer el 45% de los trabajos de fabricación en los próximos 20 años. El perfil profesional requerido para trabajar en este terreno es aquel con conocimientos en ingeniería, computación y diseño industrial. Estas personas tendrían que estar igualmente familiarizadas con cuestiones como el Internet de las cosas, la inteligencia artificial o la impresión 3D.
Ciberabogado
Uno de los problemas que surge del enorme potencial de la tecnología son los riesgos que puede suponer para nuestra seguridad. Estafas en la web, delitos en redes sociales o espionaje son solo algunos de los muchos casos en los que un abogado experto en tecnología sería requerido. El crecimiento del uso de drones es otra cuestión que necesita este tipo de perfil. Para que el marco legal de la tecnología se expanda y progrese, al mismo tiempo que es controlado, hacen falta profesionales del mundo del derecho conscientes de estos avances y conocedores de la regulación.
Programador de Internet de las cosas (IoT)
A día de hoy, cualquier dispositivo es susceptible de integrar un sensor monitorizado que permita interactuar con él y aportar información. El repertorio de objetos va desde casas y coches inteligentes hasta zapatillas conectadas al teléfono. Según un informe del 2015 de la empresa VisionMobile, las demandas laborales de programadores y desarrolladores de servicios en Internet de las cosas podrían alcanzar los 4,5 millones de puestos de trabajo en 2020, frente a los 300.000 desarrolladores que contribuían al IoT en 2014 en todo el mundo. Este tipo de trabajador reuniría competencias en informática y programación, además de conocimientos adicionales en materias como Big Data.
Arquitecto de nuevas realidades
Otra profesión que va a dar mucho que hablar es la de arquitecto de nuevas realidades. Digi-Capital, consultora especializada, estima que el negocio de la realidad aumentada generará 110.000 millones de euros en 2020, frente a los tan solo 4.500 millones vaticinados para 2016. Del mismo modo se espera que con la realidad virtual se superen los 25.000 millones este mismo año. El perfil de este nuevo profesional exige conocimientos en desarrollo de videojuegos, programación, y por supuesto, en nuevas realidades. También hay que considerar que esta ciencia viene del mundo de la arquitectura tradicional por lo que su llegada supone una oportunidad para aquellos que vengan de ese terreno. La aplicación de las nuevas realidades alcanzará la mayor parte de industrias, desde el ocio hasta la salud.
Diseñador de órganos
La inmensa cantidad de ciudadanos europeos en lista de espera para recibir un trasplante hace que la reproducción artificial de órganos sea una ciencia urgentemente necesaria de explotar. La técnica de la impresión 3D ya está permitiendo recrear los órganos más sencillos como las vejigas, pero su potencial es enorme. Es por ello que el mundo de la medicina necesita profesionales que permitan que esta tecnología se afiance y se convierta en una práctica habitual. Los conocimientos precisados para esta actividad incluyen medicina, ingeniería, células madre, física e impresión 3D. Gracias a estos profesionales podremos contar en un futuro cercano con una oferta casi ilimitada de órganos personalizados.
Diseñador de inteligencia artificial
El constante crecimiento de la inteligencia artificial, que según datos de la consultora especializada IDC generará 65.000 millones de euros de cara a 2020, va a venir acompañado por una gran ola de empleo. Esta industria requiere de personas que conozcan la articulación del cerebro humano y de las técnicas precisadas para simular su funcionamiento. Se trata de un trabajo que combina ciencias como la programación y la informática con otras materias opuestas como la filosofía y las humanidades. Por ello, esta ocupación ofrece la posibilidad de reconducir la carrea profesional a aquellos que vengan de estos dos orígenes tan diferentes entre sí.
*Crédito imagen principal: Wikimedia
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