Este nuevo plan de la NASA contará con un mínimo de 55 m3 de volumen habitable. Una cifra más baja en comparación con los 388 m3 con los que cuenta la Estación Espacial Internacional (ISS).
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Por Marta Nieto para ThinkBig. La NASA ha visto en la órbita lunar el escenario perfecto para construir su próxima estación espacial. A mitad de la próxima década podría estar acabada esta plataforma sobre la que todavía la misma NASA conoce poco. Lo que sí es seguro es que, en caso de hacerse realidad, supondría un gran paso para el hombre en busca de un mejor entendimiento del espacio.
2022, la fecha para el despegue
Según las previsiones de la NASA, la denominada Gateway o Puerta de enlace se construiría haciendo uso de la megarocket de Space Launch System (SLS) de la misma agencia y la cápsula Orion para el espacio profundo, ambas en desarrollo.
La primera pieza de este puesto avanzado pesará 55 toneladas, y está programada para despegar en el año 2022. Una fecha más alejada en el tiempo si se compara con la de otros elementos clave, como un módulo de hábitat de tripulación, que se prevé que estarán listos en un tiempo relativamente corto. Así, el Gateway podría estar listo para dar la bienvenida a los astronautas a mediados de la próxima década.
¿Qué diferencias traerá con respecto a la Estación Espacial Internacional?
Este nuevo plan de la NASA contará con un mínimo de 55 m3 de volumen habitable. Una cifra más baja en comparación con los 388 m3 con los que cuenta la Estación Espacial Internacional (ISS). Pero no es solo en este aspecto donde los números de ISS superan a los del Gateway.
Si bien la ISS puede llegar a albergar hasta seis miembros de la tripulación a la vez, cumpliendo misiones de cinco a seis meses cada uno, el Gateway llegará a admitir hasta un máximo de cuatro miembros que vivirán y trabajarán en la estación entre 30 y 90 días.
Una de las razones de esta diferencia será la poca frecuencia con la que se llevarán a cabo los lanzamientos de SLS-Orion, dado sus altos costes, y que provocará que el Gateway esté deshabitado durante la mayor parte del año.
Un dato que no será importante para que durante todo el año el puesto de avanzada alberge y apoye la investigación, gracias a una variedad de equipo científico que se colocará tanto en el interior como en el exterior de la mini estación, junto con distintos dispositivos que recopilarán los datos de manera autónoma.
Una comunicación constante con la Tierra
Esta Gateway planea estar ensamblada en una órbita de halo casi rectilínea y altamente elíptica, que llevará al puesto de avanzada a 1.500 km de la superficie lunar en el punto más cercano y hasta 70.000 km en el más lejano.
Esta órbita de seis días permitirá una comunicación constante con la Tierra, haciendo que el mismo puesto de avanzada puede servir como punto de partida, tanto para los lanzadores de aterrizaje que se dirigen hacia la superficie lunar como para los vehículos que se aventuran hacia el espacio más profundo.
Si todo va bien, los astronautas de la NASA llegarán a la luna antes de finales de la década de 2020. Un tiempo donde podremos salir de dudas y conocer si, ciertamente, la órbita lunar será una buena estación espacial.
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